La perdición de Aiton

Capítulo 1: Aiton

Mamá me dijo que nos viéramos en un bar para tomar algo, me sorprendió, no la hago mujer de bar, pero acepté para que no dijera que nunca estoy disponible.

Tomo asiento en la barra y pido una cerveza en lo que espero. Quince minutos después, agarro el teléfono y la llamo. Ella no suele llegar tarde.

—Hola, cariño. Justo te iba a llamar para decirte que no puedo llegar.

—¿Por qué no?

—Marion se cayó, se lastimó la cadera y estoy haciéndole compañía porque odia los doctores. Quedamos en cenar en otro momento. ¿Te parece?

Suspiro. No tengo idea quien es Marion, ya que mamá conoce demasiadas personas. Imagino que es alguna anciana de su club o alguna amiga.

—Supongo. Después no digas que nunca estoy disponible.

—No lo haré. Te amo. Disfruta la noche.

Sí, claro, disfrutar la noche, como si beber algo solo en un bar lleno de parejas es divertido.

Les escribo a mis hermanos por si quieren venir a hacerme compañía y ambos responden de inmediato que no.

Drago no puede porque Silver está descansando, entre el trabajo y el embarazo se cansa a pesar de solo estar de cuatro meses. Drago no se cansa de mimarla. Como no estuvo en el embarazo de Liam, no quiere perderse nada en el de ahora.    

Izan me dice que su hija Erin tiene una fiesta de pijama en casa y que Nora lo asesina si la deja sola con las ocho niñas.

Me envía una foto donde aparecen Nora e Izan con las niñas. Ambos están con el rostro maquillado, muy mal maquillado, e Izan tiene brochecitos en el cabello.

Izan: Jugando al salón de belleza.

Mi hermano menor es experto en ponerse ridículo solo. He guardado la foto y la utilizaré sin miedo.

Envío saludos a mis cuñadas y guardo el teléfono.

No puedo enojarme con mis hermanos por haberse convertido en esposos y padres. Drago siempre lo quiso e Izan también, si bien el segundo no lo admitió hasta que conoció a su esposa Nora y logró conquistarla.

Ahora Drago y su esposa Silver son felices con su hijo y en la dulce espera de su segundo hijo.

Mientras que Izan y su esposa Nora adoptaron a la sobrina de esta. Todavía no tienen hijos y prefieren esperar un poco más. Apenas se casaron hace un mes y están disfrutando de la etapa de marido y mujer.

Me alegro por ellos. Silver y Nora son fantásticas cuñadas y las quiero tanto como quiero a mis hermanos.

Pido otra cerveza y la bebo tranquilamente, asumiendo que he puesto demasiado empeño en mi vida laboral dejando a un lado la vida sentimental.

Usualmente, estoy muy ocupado para relajarme, y no me quejo, me gusta mi trabajo y estar ocupado, sin embargo, en estos momentos me doy cuenta cuanto me he cerrado a las personas a nivel personal y me hace sentir un poco solo.

—Hola, lamento llegar tarde. —dice la rubia tomando asiento a mi lado.

Miro al otro costado notando que está vacío y no puede estar hablándome a mí porque no la conozco.

—¿Me hablas a mí?

Ella ríe.

—Sí, soy Amanda.

—¿Nos conocemos?

—Sí, bueno, no en persona, pero hemos hablado.

—Creo que me confundes con alguien más. No he hablado contigo o con ninguna otra mujer que yo recuerde y como no me drogo, puedo estar seguro.

A menos que algunos de mis hermanos me dieran algo con droga, pero hace tiempo que no bebo nada con ellos y ninguno cocina. Drago lo hace, pero solo cuando debe hacerlo.

—Ya entiendo, no te parezco linda y finges no conocerme.

—¿Qué? Me pareces linda, pero no te conozco.

De hecho, es una rubia de ojos azules muy guapa. A simple vista tiene buena figura.

—Debí imaginarlo. Mi amiga me dijo que no saliera con nadie que conociera en un app y al final debo darle la razón—se pone de pie agarrando su bolso—. Qué vergüenza.

—¿App? ¿Qué app?

La chica se aleja, dejo dinero por las cervezas y la sigo tomándola suavemente del brazo.

—Oye…

—¿De qué app estás hablando?

Ella me observa con el ceño fruncido.

—De la app de citas.

—Yo no tengo una app de citas. Ni siquiera tengo redes sociales.

Ella abre la boca y la vuelve a cerrar.

—Oh, mierda. Ahora entiendo.

—Yo no.

—Alguien se hizo pasar por ti, aunque es raro que estés el bar donde dijo que estarías y lleves corbata azul—miro mi corbata mientras ella saca el celular, se pone a buscar algo y lo extiende hacia mí—. Eres tú.

Miro el perfil donde está mi foto con mi edad.

“Abogado, soltero, defensor de los derechos humanos deseando formar una familia”



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En el texto hay: intriga, comedia romantica, drama

Editado: 27.07.2023

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