La perdiste

Capítulo 5

Verla toda la noche comportarse de esa manera no me importaba. No me importó tampoco verla bailar por la casa mientras entrábamos a su casa. Ni mucho menos me importó saber que me ignoró al día siguiente en la mañana. Ni me importa mucho menos que esté sonriéndole mucho a mi hermano.

─¿Salado o dulce? ─Pregunta Oliver mientras maneja el auto.

Vamos a ir a desayunar y por desgracia nos encontramos con Liam en el camino, y Taylor lo invitó mientras sacaba medio cuerpo del carro por la ventana. ¿Se preocupa por él mientras que a mi me ignora? Ja, estoy muy seguro de que lo hace apropósito.

─Salado ─Respondemos al mismo tiempo Taylor y yo.

─Dulce ─Dice Liam, junto con nosotros.

La observo por el retrovisor, esta volteando por la ventana con una sonrisa sarcástica de lado.

─Imagine que te gustaban las cosas dulces ─Suelta Liam, provoca que muerda mi labio─. Te gustaban los chocolates, los muffins y ni hablar del pastel con helado.

Observo por el retrovisor como Tay voltea a verlo con una sonrisa dulce... Aunque para mi parece diferente a una dulce. Sigo insistiendo que siempre que la veo sonreír no hay nada bueno.

─Lo deje hace un par de años... ─Empieza a hablar ella.

Pero Oliver la interrumpe.

─Ni que lo digas, cuando adelgazó fue porque dejo los dulces... Desde entonces solo come un poco, y solamente aquellos que eran sus extremos favoritos ─Por alguna extraña razón lo menciona muy feliz─. Yo la ayude un poco con ello.

Ahora que lo recuerdo, Tay a veces se la pasaba encerrada en su cuarto sin salir, sabíamos que era cuando estaba triste por su peso. Y eran días, que aunque suene feo, eran días tranquilos para mi, sin que Taylor me persiguiera. Así que supongo que después de que llegara a adelgazar dejó de encerrarse y por eso Oliver esta feliz... Por un lado, porque por otro parece como si la quisiera ahorcar la mayoría de las veces. (Y eso que solo los he visto por un día completo)

Pero como Liam quería algo dulce, decidimos pasar a una crepería donde bueno también tienen tanto dulces como saladas. Para cuando estamos pidiendo Tay y Liam están platicando sobre el cambio de ciudad.

─¿Si pudieron revalidar todas las materias? ─Pregunta Oliver.

La mayoría de las veces al hacer cambios de universidad, sin que sean intercambios, no siempre llegan a revalidar materias, o la mayoría de las veces no todas.

─La mayoría si ─Le respondo─. No me revalidaron un par de segundo semestre y una de tercero, por lo que me atrasaré un poco, pero con que haga verano creo que para quinto semestre ya podré estar a la par.

─Oh, eso esta bien —Acepta Oliver—. Por lo menos le echarás un ojo a Taylor si llegas a tener alguna clase con ella en tus materias de segundo.

En eso ambos volteamos a vernos, cruzamos miradas después de un gran tiempo. Pero me observa un tanto amable, demasiado distinto a las demás veces.

—No necesito a alguien que cuide por mi —Suelta sin más Taylor—. Él es quien verdaderamente necesitará ayuda.

—No te iba a cuidar de todos modos —Le respondo como Niño pequeño, y me arrepiento de eso al instante—. Tampoco necesito que me cuiden.

Escucho reír un poco a Oliver.

—¿Tu edificio es el de negocios verdad? —Pregunta Tay por primera vez, siento con la cabeza—. Estudio ahí. Podría aceptar que serás una gran sensación y las chicas, sobre todo de mi generación, no te soltarán. Mucha suerte con ello.

Volteo a ver a Oliver con el ceño fruncido. Simplemente se encoge de hombre mientras asiente.

Soy hombre muerto.

—Por cierto —Vuelve a hablar, pero retira su mirada de mi y la regresa a mi hermano—. Liam, ¿Harás pruebas para el equipo de básquetbol?

Algo en Tay refleja emoción. 
Algo no está bien. ¿Segura de que no te equivocaste de hermano? Antes me mirabas así a mi. Y ahora me ignoras como si jamás hubieras tenido un gran amor por mi. 
Agh, no me importa.

—Si —Responde contento Liam que alguien le presta atención—. Estoy muy seguro de que quedaré, en mi universidad pasada este iba a ser el semestre en el que me nombrarían capitán.

Engreído. Si es bueno, pero estoy seguro de que yo estoy a su nivel. Solo que jamás hice pruebas para la universidad, no me interesó mucho en hacerlo.

—Entonces debes de ser bastante bueno —Suelta Tay mientras regresan a su platica con él.

—¿Quieres que te enseñe la universidad después de desayunar? —Oliver se ofrece.

—No tengo ganas de ir, ¿Que tal si nos dejas en el centro y van tu y Jin a la universidad? —Propone Taylor.

Me muerdo la lengua.

—Tal vez Liam quiere pasar a verla, estoy seguro de que no conoce su edificio y salones.

Nos llego a ambos nuestro horario hace unas tres semanas atrás. En vacaciones de diciembre , en enero empezarían las clases. Pero ya era enero y empezaban la siguiente semana.

—Iré en la semana, no te preocupes puedes ir con Oliver —Me guiña un ojo.

Y se lo que significa, quiere estar con Taylor un rato sin nosotros dos. 
Y me da igual si eso es lo que quiere.

—No tengo problema con ello —Suelto sin más.

Pero Tay no dice nada, ni hace gestos.

Sigue hablando con Liam todo el desayuno, hasta que terminamos.

Ya de camino Oliver los deja en el centro. Y de reojo alcanzó a ver a Sabrina Hense. Sonrió un poco ante eso.

—¿No es un poco raro que Taylor hable mucho con Liam? —Suelto sin más.

Necesitaba hacer esa pregunta. 
Oliver traga un poco de saliva.

—Creo que no lo sabes, porque pareces sorprendido —Aquella respuesta me parece más extraña de lo que el asunto ya lo es.

Pero no habla. Maneja unos minutos en silencio mientras que muero de agonía por saber que es lo que se.

—Entonces... ¿Que es...? —Al parecer no iba a decir nada.

—¿Puedo hacerte una pregunta Jin? —Ya la hizo.



#119 en Joven Adulto
#924 en Otros
#284 en Humor

En el texto hay: adolescentes, primeramor, juveniladulto

Editado: 02.01.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.