Solía no tener idea lo que era el amor, entonces te conocí cuando era inmadura. Solo te miraba y amaba a ti y creía que eras mi todo.
Chichi - longer
ELLA
Mis pasos eran temblorosos y nada tenía que ver con las zapatillas que traía puestas. En realidad, eran unas de mis favoritas debido a su comodidad y su color rosado.
Tenía escalofríos y en absoluto se trataba del clima, puesto que mi abrigo de imitación de piel cumplía su función.
Todas estas reacciones tenían un origen diferente. Era la incertidumbre. Vería a mi novio de improvisto, por un impulso sacado de conjeturas hechas por terceras personas.
Una noche anterior, me la pasaba increíble con varios de mis amigos en un antro. Entre el licor y sus efectos, un chico que apenas conocía preguntó por Stephan entre el baile y la música. Respondí con sinceridad, que él iría a un viaje de negocios, como regularmente lo hacía.
Mi voz debió casi salir como un grito, ya que mi respuesta fue escuchada por Ashley, mi mejor amiga, quien no tuvo recelo en contestar que muy probablemente estaba con su otra novia, prosiguiendo a reírse de mí enfrente de todos que vale resaltar, le siguieron el chiste.
Ahora estoy aquí. Siguiendo una corazonada a unas horas después de las risas burlonas que resonaban en mi cabeza.
Compartíamos siete años ya juntos, ¿era posible que tuviera alguien más a escondidas?
Pasaba del mediodía, conocía la habitación que había rentado. Tomé un avión de cuatro horas para estar aquí, hacerle frente, descubrir si todo este tiempo había sido la única ilusa que ni siquiera se le venía el pensamiento de que su novio era infiel y... de pronto no podía.
Las lágrimas brotaban desenfrenadamente de mi rostro. Por un instante contemplé el ir de vuelta a casa, pero aquello me dejaría con el deseo de saber realmente lo que pasó.
Así que tomé una bocada de aire como impulso y abrí esa puerta.
Lo primero que noté fue el olor e inmediatamente lo supe. Era el de mi perfume favorito el cual siempre recibía elogios por parte de Stephan. Solía besarme el cuello solo para embriagarse con su aroma a jazmín y vainilla.
Bajé la cabeza al primer encuentro con la ropa de mujer reveladora. Nada tenían que ver con los vestidos que solía usar para salir de noche. Tomé entre mis dedos su lencería roja, en cuanto caí en la realidad la boté.
Las lágrimas que no sabía que seguían ahí volvieron a retomar su curso impidiéndome ver claramente. Todo había sido cierto, Stephan me había engañado desde quién sabe cuándo y lo único que podía hacer era dejarme llevar por mis sentimientos.
*** Les recomiendo ver el MV de Chi-chi longer ya que esta historia está basado en él.