Me quedo estática al reconocer al hombre frente a mis ojos. No podría olvidarlo aunque quisiera, no cuando una parte de él es una constante en mi vida.
Jamás imaginé que lo vería de nuevo después de aquella noche de placer que compartimos juntos en el cuarto de un hotel.
Luego de esa noche intensa, me fui sin mirar atrás, queriendo dejar a ese hombre en el olvido, claro que fue difícil cuando tres meses después descubrí que estaba embarazada.
Una parte mía quiso decirle que iba a tener un hijo, la parte egoísta prefirió no decir nada.
Lo último que esperé es que ese mismo hombre fuera el jefe de mi mejor amiga y quien podría ser uno de mis clientes.
Estaría trabajando para el padre de mi hijo, del que él no tiene idea y que no pensé volver a ver.
Debería salir de aquí y alejarme. Él no sabe que tengo un hijo y que es su hijo también. No necesito este trabajo, solo acepté por pedido de Nora. A ella se le encargó la tarea de buscar un nuevo diseñador gráfico para crear una nueva imagen para este hotel queriendo hacerlo diferente a los otros y su objetivo era quedar bien con su jefe sabiendo que soy buena en mi trabajo, responsable y preparada.
Ella se ha portado genial brindándome apoyo durante el embarazo luego de que mi madre me tratara mal por haber dejado a Colin y tenido un hijo de un extraño.
«Huye, Silver»
No, hacer eso sería poco profesional y él ni sabría por qué estoy huyendo.
«Tranquila, Silver, él parece haberte reconocido, pero tú puedes fingir que no lo conoces y trabajar con él».
—Sí, soy yo—extiendo la mano colocándome mi máscara profesional—. Es un placer conocerlo, señor Carter. Nora me habló muy bien de usted.
Él observa mi mano con desconcierto. Supongo que esperó que lo reconociera.
Nora me mira con interés. Ella me conoce y sabe algo sucede, mas no dice nada, solo nos deja a solas después de que ambos nos negamos a beber algo.
—¿No me recuerdas?
—¿Debería? Lo siento, conozco a muchas personas todo el tiempo debido a mi trabajo. ¿De dónde nos conocemos?
Él enarca una ceja. No lo conozco lo suficiente para saber si me cree o no, aun así sigo con mi papel.
Nora suele decir que soy pésima mentirosa, solo porque ella me conoce.
—No importa. Tome asiento.
Eso hago y me mantengo ocupada para evitar que mis manos tiemblen y note que estoy nerviosa.
—Claro, señor Carter—abro mi portafolio y lo coloco sobre el escritorio—. Imagino que vio mi currículo, así que aquí están mis mejores trabajos.
Él lo hojea con atención.
—¿Y por qué está nerviosa? —cuestiona sin levantar la mirada.
«Porque quedé embarazada después de la noche que compartimos y tenemos un hijo que oculté todo este tiempo. Nada importante», me digo a mí misma en la mente.
—Porque estoy siendo entrevistada por el C.E.O de una de las cadenas de hoteles más importantes del mundo. Trabajar para hoteles Carter sería muy beneficioso para mi carrera. Creo que más que nerviosismo, es ansiedad. Aparte no soy buena en las entrevistas. Siempre sudo, las manos me tiemblan y hasta me trabo para hablar.
Él alza la mirada y sonríe.
—¿Solo eso?
—¿Qué más sería?
Niega con la cabeza, cierra el portafolio y saca el currículo.
—Veo que tiene bastante experiencia para solo tener treinta y un años. Trabajó en una importante compañía de diseño gráfico en Sydney durante su último año de la carrera, se quedó ahí durante más de cinco años, renunció, se mudó y abrió su propia compañía aquí en Perth.
—Bueno, no sé si considerar una compañía a un garaje viejo renovado, pero podría decirse que sí. Trabajo mejor por mi cuenta. Ahorré, empecé con pocos clientes y gracias a Dios he ido adquiriendo nuevos, no solo aquí en Australia. Puedo decir que soy buena en mi trabajo y me encanta. Perth es un lugar más tranquilo que Sydney.
Él se inclina hacia atrás sin apartar la mirada de mí. Se cruza de brazos y noto como sus músculos se marcan a través de la camisa blanca que lleva.
Vaya que es guapo.
La noche que lo conocí me pareció muy guapo. Ahora que lo veo unos años después y a plena luz del día, pienso que es más guapo de lo que recordaba.
Puedo decir que elegí un buen padre para mi hijo, al menos hablando del físico.
Nora suele hablar bien de él. Dice que es un buen jefe y muy considerado. Viaja todo el tiempo y ella suele viajar con él, y nunca se ha portado desagradable con ella ni a intentando nada sexual. Ella dijo que es un hombre muy profesional y respetuoso.
Debí asociar el nombre Drago Carter con el Drago que se acostó conmigo cuatro años atrás. ¿Cómo no lo sospeché? ¿Cuántos Drago hay en el mundo? Hasta que lo conocí a él, ni sabía que el nombre existía. Es más, creía que su nombre era falso y no quiso darme el verdadero.