Comenzamos a caminar hacia uno de los autos de la policía, cuando me siento apoyo mi cabeza sobre el hombro del señor Smith, y cierro los ojos sin querer pensar en nada de todo lo que ha ocurrido. No tardamos en llegar a la casa, en donde me espera Lucía, así que al verla corro en dirección a mi amiga y no la suelto. Balder ve a Dean y se ponen a platicar con la policía sobre la situación.
Mi mejor amiga limpia mis lágrimas y me obliga a sentarme a su lado, no lo dudo ni dos segundos, ya que necesito pasar tiempo con mi hermana. La abrazo y observo su enorme vientre a punto de explotar. Mi mejor amiga no pregunta nada, se nota que no es necesario decir palabra alguna. Ella solo está a mi lado; me observa; me apoya, y me brinda su amor incondicional.
El tiempo pasa, pero no me doy ni cuenta de lo que acontece a mi alrededor. Sé que tengo que reaccionar, pero no puedo; me siento del asco al pensar en todo lo que ocurrió por mi culpa.
Balder se sienta junto a mí y toma mi mano con delicadeza, tomo la mano de mi prometido y la mano de mi mejor amiga. Me quedo en silencio pensando en todo y queriendo olvidar por completo el dolor que todo me ha causado.
Phoebe se hace presente en la casa señalándome con el dedo índice; se acerca corriendo hacia mí y se lanza a golpearme, pero no siento nada. Ni siquiera su peso: no soy capaz de sentir nada.
Cierro los ojos y los abro para ver los suyos: su mirada está llena de oscuridad y dolor, así que me obliga a sonreír. Me armo de valor y acaricio su mejilla con la yema de mis dedos.
—Ten cuidado, Phoebe —susurro antes de darle un fuerte golpe, donde antes había acariciado su rostro.
—Camila… —Murmura Lu—. No lo hagas, no te dejes llevar por la oscuridad de tu alma.
Sonrío mirando a Lucía y niego.
—No puedes reparar lo que ya está destruido… —Respondo viendo a Phoebe en el suelo—. Nunca me vuelvas a tocar. Yo no soy como vos, me tocas y yo te reviento. —Me agacho tomando su rostro entre mis manos y le dedico una sonrisa ladina—. No te metas con los que quiero.
Me alejo caminando rumbo a la habitación; me lanzo a la cama y dejo que la vida pase, pero solo pasa un segundo y Lucía se hace presente en el cuarto. Parece que está llena de preocupación por todo lo que ocurre; no puedo culparla.
—¿Qué fue lo que pasó? —Consulta sentándose a mi lado—. Sabés que podés decirme cualquier cosa, ¿verdad?
Asiento con la cabeza tan solo una vez.
—Lo sé…
—¿Entonces?
—Alec planeó algo con Enzo y funcionó… Alexander me dejó en coma por un mes, me metió una droga extraña en el cuerpo… —Confieso y mis ojos se llenan de lágrimas al recordar cosas que ni siquiera yo sabía que habían ocurrido—. Enzo se aprovechó de mí: él me violó.
—Amiga, por Dios. ¿Cómo no me dijiste nada antes?
Me encojo de hombros ante su pregunta y niego sin saber cómo responder su cuestión. Ni siquiera yo sé responder todo lo me pasa, no puedo darle una respuesta a ella, primero necesito una para mí.
—No sé… Yo no lo sé, Lu.
—¿No lo sabés? Ni siquiera me llamaste.
Alzo ambas cejas ante su respuesta, casi de inmediato, niego más de una vez. Yo la llamé antes de venir a USA. Ella nunca me atendió, después no intenté llamar más, por miedo a que se hubiera enojado conmigo o algo como eso.
Lo que está pasando es algo muy raro, pero no se me ocurre nada para comprobar que realmente está pasando algo peculiar.
—Lu, yo te llamé un montón de veces.
—¿Qué? Pero nunca me llegó nada tuyo, yo también te llamé un millón de veces y ninguna me atendiste —responde ella llena de seguridad en su tono de voz—. ¿Qué está pasando?
—No tengo idea, pero estoy más que segura de que algo pasó.
—¿Tendrá que ver con Dean y Balder? —Cuestiona Lu.
Me quedo pensando seriamente en sus palabras, por supuesto; primero no creo que eso sea así. No me puedo imaginar a Balder creando un plan para separarme de mi mejor amiga, eso sería muy estúpido de su parte. Y segundo, Dean no se ve un hombre que le sigue los juegos a otro.
—No creo, ellos son personas más adultas, no puedo creer que hayan hecho algo como eso… ¿Por qué nos querrían separar?
Me lleno de preguntas ante la simple idea de que eso sea cierto.
¿Por qué Balder y Dean nos querrían separar?
¿Por qué perderían el tiempo haciendo planes sin sentido?
¿Para qué harían tal cosa?
¿Qué pueden conseguir a cambio?
—No siento que ellos sean capaces de hacer eso, no puedo creerlo. Es muy infantil para ellos.
Asiento con la cabeza y luego hago una mueca con mis labios.
—No quiero pensar en esas cosas ahora. —Hago una pausa y la miro a los ojos con una enorme sonrisa sobre mis labios—. Me tenés que ayudar a planificar mi boda.
Lucía abre la boca sin poder creer lo que acaba de escuchar, bueno, yo tampoco lo hubiera creído hace unos meses atrás, pero… ¿Quién diría que la vida te hace cambiar tan rápido?
—¿Una boda? —Pregunta alzando ambas cejas.
Asiento.
—Sí, sí, mi boda. Quiero que mañana vengas a casa y me ayudes con todo, porque dudo mucho que Phoebe o Marie quieran ayudarme —respondo llena de sinceridad en mi tono de voz—. Encima, vos sos mi mejor amiga, así que no va a haber mejor persona para ayudarme que vos.
—Es que no me lo trago, ¿te vas a casar con Balder Smith?
Asiento una vez más.
—Así es, me voy a casar con Balder Smith.
—Esto es muy… No lo sé, no puedo creerlo —dice ella negando con la cabeza—. Es que debemos descubrir lo que sucedió y si todo fue culpa de ellos dos, yo no me pienso casar con Dean.
Suelto una risita divertida ante el comentario de mi amiga, pero ahora que lo pienso mejor, ella tiene razón. ¿Cómo podríamos confiar en estos hombres?
Siempre nos están engañando, ¿Balder de verdad se estará muriendo?
Millones de dudas comienzan a surgir en mi mente; hago una mueca con mis labios; miro a mi hermana del alma y suelto una carcajada sonora de mis adentros. Ella me mira sin comprender, pero se ríe conmigo y asiente, casi de inmediato, sabe lo que estoy pensando.