La Señora.

❤Capítulo 10❤.

Dasha.

 

Mire sus labios y él los míos, estaba vez no fue él el que beso esta vez fui yo quien lo beso, pero de forma apasionada, lo empuje hasta chocarlo contra la caja metálica esta vez yo llevaría el control, enrede mis brazos en su cuello y lo pegue más a mi cuerpo sintiendo su duro cuerpo, sus brazos rodearon mi cintura, metí mi lengua en su cavidad bucal, su lengua y la mi danzaban en una sincronía perfecta, pero como siempre todo tiene que terminar nuestros beso acabo por falta de aire.

 

Pegue mi frente junto a la suya, y aspire su aliento mentolado. —Me gusta Dasha o Adeline como quieres que te llame—.

 

—Las dos formas me gustan—. Contesté de forma agitada.

 

—Dasha me encanta—. Me aleje de él un poco.

 

—Dime que es lo que buscas de mi Josiah ya se que no es mi fortuna pero si buscas algo de mi—. Si estaba dañado la atmósfera tan hermosas que había pero debía saber cuál era su interés en mí.

 

—No busco nada de ti Dasha—.

 

—Eso no es cierto siempre se busca algo de otra persona siempre hay un interés por más mínimo que sea—.

 

—Yo no, solo me gustaste y ya—.

 

—No te creo acaso buscabas tenerme en tu cama por unas horas y ya, o buscabas amor cual de las dos es—. Me mira con esa hermosa mirada bicolor. —Dime ya o me marchó—. Llevo mis dedos al panel del elevador.

 

—Te soy sincero solo buscaba acostarme contigo, pero hace días dejo de ser eso, ahora me interesas de otra forma—.

 

—¿De que forma?—.

 

—Es inexplicable te quiero solo para mí, no me gustó verte con ese tipo del restaurante y mucho menos me gustó verte con Elías—. Sonrió.

 

—No eres más que un niño tonto y caprichoso—.

 

—No soy un niño y mucho menos caprichoso, soy un hombre de veinticuatro años—. Se queja como todo un niño cuando le llaman la atención.

 

—¡Ah si demuéstramelo!—.

 

—¿Como te lo demuestro?—.

 

—Te recogeré esta noche en tu apartamento, mandare un traje de gala y quiero que lo uses—. Apretó el botón y el elevador empieza a subir.

 

—Espera a dónde iremos—. Dice deteniendo el elevador.

 

—No te diré—. Me cruzo de brazos.

 

—Me gusta más las miradas de Mac—.

 

—Dasha nena por favor—.

 

—Nena le dirás a tus amiguitas a mi no estamos—.

 

—Mi amor estaría bien—. Niego.

 

—Cuando lo sientas aquí entonces dilo—. Digo tocando su pecho.

 

—Pero si lo siento—.

 

—No lo creó, sabrás donde iremos cuando lleguemos al lugar—.

 

—Moriré de la intriga—.

 

—No eres más que un infantil—. El elevador vuelve a subir.

 

—Algún día te demostraré que tan infantil soy—. Dice volviendo me acorralar contra las paredes metálicas.

 

—Ya quiero comprobarlo—. Vuelvo atacar sus labios de manera posesiva, no debí decir esto pero lo dije.

 

Llevo mis dedos a su cabello y tiro de él, sus labios y los míos se mueven en una sincronía como si nos hubiéramos besado mucho más antes.

 

Me separó de él y salgo del elevador. —A las seis treinta paso por ti—. Me alejo de él y voy a mi oficina.

 

Tomo el móvil y pido un vestido de gala para hombre, doy sus medidas y me dicen que las cinco este será entregado a la dirección que di.

 

—Sera este amor no es como tú pero es un loco que me envuelve en su locura—. Digo mirando la fotografía de Michel. —Si es el dame una señal—. No mejor descansa amor yo lo averiguaré por mi, te amo—. Colocó la fotografía en su lugar y tomó las carpetas que debo revisar.

 

 

Josiah.

 

Mi nombre es Dasha Melitón, escuchar su nombre verdadero me dejo helado, no solo estaba seduciendo a una viuda si no a ¡mí jefa!, Dios sentí algo de pena pero no fue por mucho tiempo, su mirada cruzo con la mía, sentí mi corazón golpetear tan fuerte como lo viene haciendo desde que la conocí, ya tenia en claro que no solo la quería tener en mi cama por unas horas la quiero tener en mi cama por siempre y lo voy a lograr no se como pero lo haré quiero y deseo convertirla en mi señora.

 

La vi bajar del podio con esa seguridad y su porte de mujer fuerte e imponente que me tiene loco desde que la conocí, la seguí hasta el elevador y dije lo que sentí en ese momento y no lo dije de la boca para afuera lo dije desde el fondo de mi corazón.

 

No me importa que sea una mujer de treinta y tres años y yo sea un joven de veinticuatro la voy a conquistar a como de lugar.

 

No puede aguantar más y bese sus labios delicados y me alegra haber actuado por impulso y saborear sus deliciosos labios, lo que no imaginé es que ella me besara a mi y Dios mío si que fue el mejor beso que me hayan dado en toda mi existencia.

 

No se a donde rayos vaya con ella está noche pero le demostraré que no soy un caprichoso y mucho menos un niño.

 

Voy al estudio que me asignaron y empiezo hacer un boceto pensando solo en ella y esos ojos color verde selva lo único que podría usar en ellos serían esmeraldas verdes y un toque de cobalto, esa sería una hermosa joya.

 

Las horas pasan tan rápido cuando uno está tan inspirado, salgo del estudio y bajo al estacionamiento, subo al auto.

 

—Tienes una cara de bobo enamorado—. Dice Elías al lado de mi auto.

 

—¿Tu sabías que Adeline era Dasha Melitón verdad?—.

 

—Si y no me culpes yo te lo iba advertir pero tu no quisiste escuchar—.

 

—Debiste insistir como siempre es más mucho más que antes—.

 

—No señor no me culpes por sus malas decisiones, estas en problemas por coquetear a la jefa—.




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