Josiah.
—Se puede saber que haces aquí y por qué te mojas vas a pescar un resfriado—. Sonreí al escuchar su voz preocupada.
—¿Ya no me amas dime?—.
—Josiah por favor sabes que hora es—.
—No mi amor—.
—¿Estas ebrio?—.
—Tal vez un poco—.
—Entremos—.
—Puedo dormir contigo—.
—No me queda de otra—. Entramos a la casa creo.
—No me respondiste la pregunta, dime ya no me quieres—.
—Solo quítate la ropa y métete a la ducha—.
—Debemos hablar amor—.
—Lo haremos después—.
—Pero debo decírtelo ya, no quiero que sigas pensando que tengo otra—.
—Sera luego—. Me empuja a no se donde siento el agua mojar mi cuerpo.
—Me hechas a la lluvia—.
—No, estás en la ducha para eso te embriagas para después no saber donde estas parado—.
—Lo siento amor me deje llevar, tengo miedo, no quiero perderte por nada del mundo no sería capaz de engañarte Dasha, te amo—. La pego a mi cuerpo y la beso...
Al día siguiente me despierto con un fuerte dolor de cabeza, no vuelvo a tomar como alcohólico. Miro a mi alrededor y no veo a Dasha, será que ya se fue, salgo de la cama y voy a la ducha, tomo una ducha me visto y salgo de la habitación.
—Buenos días Sandra no has visto a Dasha—.
—Salió hace dos horas al hotel ya sabes si no sucede algo no son hoteles Melitón Bach—.
—Ya veo supongo que la veré en la joyería—.
—Creo que si, ven a desayunar no piensas irte con el estómago vacío—. Voy a desayunar al terminar me despido subo al auto y voy al apartamento.
—Josiah donde estabas me tenías preocupada—. Paso de largo y voy a mi habitación, cierro y me siento en la cama, debo hablar con Dasha mi única opción sería aparecerme donde este, no puedo seguir así con ella.
—Josiah abre por favor—. Me cambio de ropa, abro la puerta. —¿Por que no me abres?—.
—¿Qué quieres Vanessa?—.
—¿Vas a salir?—.
—Si y me voy a llevar a Vane—.
—¿Y yo que?—.
—Tu has lo que se te venga en gana, permiso—. Voy por la niña.
—Podemos salir en familia Josiah—.
—¿Qué familia Vanessa?—. Tomo a la niña en brazo y salgo.
—No puedes llevarte la así—.
—Si puedo mientras digas que soy el padre, tengo derecho no fue lo que dijiste—.
—Si pero ella aún no está acostumbrada a ti—.
—Solo son pretextos, ah y desde ya te digo voy hacerle una prueba de ADN, si resulta ser mi hija pediré su custodia y si no lo es te quiero fuera de mi apartamento, es más es mejor que empaques y busques un hotel donde quedarte yo lo pagaré mientras no sepa si es mi hija o no—.
—Josiah no puedes hacer eso, te permito la prueba de ADN pero no que me eches a la calle así como si nada—.
—Es mi última palabra te quiero fuera de mi apartamento esta tarde yo mismo buscaré el hotel—. Entro al elevador.
—Josiah, Josiah...
—Lo siento pero es que tengo novia y no quiero tener más problemas con ella por alojar a tu madre—. Le hablo a Vane.
—Papá—.
—No lo sé si soy papá o no—. La acomodo en el asiento de bebé subo al auto.
Hablaré con Dasha así tenga que amarrarla a la silla para que me escuche. Dios todo un fin de semana y ella trabajando se que es una mujer ocupada y se tiene que ocupar de sus negocios pero al menos debería tomarse un día libre...
Dasha.
Conocer a la familia de Josiah fue como decirle, placentero se ve que es una familia unida, tan diferente a la que estuve en algún tiempo después de mi matrimonio mi única familia fue Michel.
No se que es lo que me quiere decir Josiah creo que es algo con respecto a su ex, no se no he podido sentarme con él y hablar sobre ese tema que él tanto desea hablar. Espero y no sea nada grave.
Me siento mal por ello pero es que los negocios demanda mucho tiempo y no es que no quiera escucharlo, si quiero pero siempre se presenta algo. Hace unos días empezó hablar de una tal Vane que cuando comparó su sonrisa con un diamante no pude más y explote los celos me carcomía como puede hablarme de otra mujer así como si nada, tal vez y no le soy suficiente o tal vez ya se cansó de mi es lógico ¡no! le llevó nueve años es obvio que él quiere una mujer de su edad.
Creo que ya lo perdí, no sufrí por amor con Michel pero creo que ahora sí voy a experimentar ese dolor.
Suspiro y me centro en los documentos se supone que hoy debía ir con mi madre a pasear.
—Dasha te buscan—. Miro a Lucí.
—No estoy para nadie Lucí quiero terminar esto y mandárselo a Fargo y ver si puedo sacar a mi madre a su paseo de fin de semana o al menos sacarla al jardín y que escuche las olas—.
—Eso quiere decir que no tienes tiempo para mí—. Escuchar su voz me hace despegar mi mirada de los papeles.
—Josiah que haces aquí—.
—Tengo que hablar contigo amor—.
—Amor y como le dices a esa tal Vane—. Sonríe el muy descarado mientras yo me envenenó con mis celos malditos.
—Te la voy a presentar—. Levanta un asiento de bebé y lo pone en el escritorio. —Esa es Vane, Vane te presento al amor de mi vida Dasha de Melitón pero pronto será Valmiera claro está—. Me quedé de piedra.
—¿Vane es una bebé?—. Parpadeo incrédula. —¿Es una bebé?—.
—Si mi amor su nombre es Vanessa pero prefiero decirle Vane—. Lo miro con el ceño fruncido.