La Señora.

❤Capítulo 22❤.

Dasha.

 

—¿Qué acabas de decir?—. Mi corazón se agita al escuchar su voz. —Dasha amor ¿dime qué acabas de decir?—.

 

—Mi amor que alegría que despertara—. Lo abrazo tan fuerte como puedo. —¡Pensé que me dejarías sola!—. Algunas lágrimas rodaron por mi mejilla.

 

—Eso no amor, yo pensé que te perdería a ti—. Dice secando mis lágrimas con su pulgar. —Pero quisiera saber qué fue lo que dijiste—. Los nervios me atacan lo miré.

 

—Que vamos a ser padres dentro de unos ocho meses—. Me levanté. —Iré a decirle al doctor que ya despertaste, nos vemos luego tengo que ir con la ginecóloga, tu madre viene dentro de un rato te amo—. Me acerqué y deposite un beso en sus labios y salí de su habitación apresurada.

 

—Dasha ven aquí Dasha..

 

Si me estaba comportando como una típica adolescente que huye de los problemas pero no quiero escuchar que él aún no está preparado para ser padre eso me dolería mucho.

 

—Dasha a donde vas tan apurada—.

 

—Josiah despertó Arely, él despertó pero ahora tengo miedo de que él no quiera ser padre, Dios si dice que no quiere ser padre aún él es joven y quiere disfrutar su vida y quien soy yo para impedirle eso—.

 

—Dasha te estás adelantando a las cosas estoy segura que él no te dejara sola y creo que si querrá ser padre—.

 

—¿Y si no?—.

 

—Conozco a mi hijo Dasha—.

 

—Si pero ser padre es una responsabilidad que no muchos quieren asumir—.

 

—Estoy segura que mi hijo se pondrá feliz—.

 

—Hablare con él luego—.

 

—Esta bien—. Fui a recepción y le avisé al doctor del estado de Josiah, de inmediato se marchó a verlo, yo por mi parte subí al cuarto piso para la cita, estaba emocionada y a la vez preocupada.

 

Suspiré y me senté en una de los sofá, aún faltaban veinte minutos para ser atendida. Tome una revista para distraer mi mente lo único que veía era hermosas mujeres mostrando sus hermosas panzas.. no se cuanto tiempo pasó desde que me senté en ese sofá.

 

—Sera que me veré así o eso solo es maquillaje—.

 

—Estoy seguro que serás la mujer más hermosa embarazada, ya quiero ver esa hermosa pancita—. Creo que mi corazón se detuvo al escucharlo.

 

—¿Qué haces aquí no deberías estar en la cama?—.

 

—Mi hermano es muy testarudo a veces o tal vez es un cabeza hueca—. Gire hacia ellos.

 

—Ninguna de las dos—. Josiah miro muy severo a su hermana, giro hacia mi y tomo mi mano. —Lo siento amor pero no puedo dejarte sola, es mi hijo y debo estar presente como todo padre responsable que soy—.

 

—Pero deberías.. el doctor te dio permiso de salir de la habitación—.

 

—El niño aquí presente amenazó al doctor para que lo dejara venir a estar contigo—. Sonrió.

 

—Eso es cierto amor—.

 

—Si mi amor quiero estar contigo en cada paso de nuestro embarazo.. estamos embarazados mi amor cómo sucedió esto—.

 

—Es obvio que sabes cómo, no te hagas él tonto, Dasha tienes a mi hermano muy bruto o son los analgésicos—

 

—Clary podrías por favor irte—.

 

—Dasha Melitón—. Escuché mi nombre al frente de la puerta.

 

—Si aquí—. Me levanté.

 

—Yo los espero no vaya ser que se quieran fugar—.

 

—Eres tan molestosa—. Clary se encogió de hombros.

 

Empuje la silla donde estaba Josiah. —No te duele me preocupa que algo suceda—.

 

—Estoy bien siento algo de molestia pero el doctor dice que es comprensible por la operación—.

 

—Deberías regresar a tu habitación—.

 

—No, quiero ver a mi muñequita o un muñequito.. eso se oyó mal—.

 

—Si algo, seguro estás bien prefiero que vayas con el doctor y te revisé—.

 

—Después Dasha ahora quiero estar contigo y ver cómo crece y se desarrolla nuestro hijo—. Suspiro, tomo asiento.

 

—Buenos días Señora Melitón dígame ¿por que ha venido?—.

 

—Vengo por mi primer control prenatal aquí están las pruebas—. Le entrego los exámenes que me hizo Miguel.

 

—Muy bien te haré un par de preguntas de acuerdo—. Asiento. —Tu última menstruación..

 

Y esa fue una de las tantas preguntas que me hizo la ginecóloga conteste cada una de ellas.

 

—Podemos ver al bebé ya—. Pide Josiah muy impaciente.

 

—Si ya vamos a eso, ve a la pequeña habitación y ponte la bata—. Me meto al pequeño espacio y me quito mi ropa y me coloco la bata. —Lista—. Asiento. —Sube—.

 

—Con cuidado amor no podemos quedar los dos en cama—. Miro a Josiah y le sonrió.

 

—Vamos a conocer a ese chico o chica—.

 

—Se puede saber cuál es el sexo del bebé—.

 

—No tiene seis semanas de gestación así que sería imposible ver su sexo, tal vez dentro de unas semanas más—.

 

—Esperare—. Niego.

 

—Bien te colocaré esta gel es algo frío pero así podremos ver al feto—. La gel es puesta en mi vientre y luego un pequeño aparato es movido de un lado a otro.

 

—Aquí está es muy escurridizo—. Dice la doctora divertida. —Esperen un momento aquí hay..

 

Guarda silencio y nos mira, mi corazón se acelera del miedo. —¿Qué es doctora?, ¿Qué sucede con mi bebé?—. El pánico se apodera de mi en cuestión de segundos.

 

—Por favor doctora díganos que sucede—. Pide Josiah.

 

—No sucede nada me disculpo ven esa mancha de aquí—. Asentí y supongo que Josiah también. —Ese es otro bebe—. Mis ojos se abren de par en par.

 

—¿Cómo dijo?—. Preguntó incrédula y miró a Josiah, él esta tan sorprendido como yo.




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