La Señora.

❤ Capítulo 26 ❤.

Josiah

 

—¿Cómo qué, como que se fue de viaje, ella me va escuchar, como puede irse así sin decirme nada soy el padre de los niños que lleva en su vientre, ella no puede irse sin mi consentimiento ¿verdad?—. Los miro.

 

—Te comportas peor que un niño mimado—. Dice mi hermana asomándose.

 

—Pero es que ella debió decirme al menos eso—.

 

—¿No te lo dijo?—. Eso era lo que me iba decir, y yo pensando que era otra cosa, imbécil que soy. —Tranquilo hijo Kendra se fue con ella—. Los miro.

 

—¿Kendra y eso por que?—.

 

—Dasha la invitó, descuida hijo están bien, Dasha dijo que en cuanto llegaba se comunicaba—. Me tranquiliza un poco saber que alguien este con ella.

 

—Disculpen pensé que algo había pasado con ella—.

 

—Deben sentarse y hablar sobre lo que sucede entre ustedes, si van a terminar háganlo en buenos términos por esos dos bebés—.

 

—No pienso terminar con Dasha la amo papá—.

 

—Entonces siéntense y hablen de lo que les molesta y más tu hijo a veces te guardas muchas cosas y no debe ser así—.

 

—Lo se mamá, vuelvan a dormir yo lo intentaré—.

 

—Descansa hijo—. Asiento.

 

Voy devuelta a la habitación y me siento a pensar, claro que no quiero y no me voy a separar de Dasha, ella es la mujer que quiero y amo. Horas después de tanto pensar en todo caigo rendido..

 

Siento que alguien me toca. —Josiah levántate Dasha esta al teléfono—. Me desperezo y bajo las gradas.

 

—Me alegra mucho mi vida así no te aburrirás mucho—. Dice mi madre supongo que esta hablando con Kendra. —Dile a Dasha que se alimente bien y tome agua mucha agua—.

 

—Puedo hablar con ella—.

 

—Dasha esta tomando una ducha—. Gruñó.

 

—Por favor Kendra ponla al teléfono —. Le digo pegado a la oreja de mamá.

 

—No puedo ella se metió al baño hace unos minutos—.

 

—Bien dile que se comunique conmigo por favor —.

 

—Le diré, iré a tomar una ducha para descansar, Dasha tiene una agenda algo apretada y yo seré como su asistente personal, chao familia—.

 

—Chao corazón—. Dice mamá y papá a coro.

 

—No me llamara no es ¿cierto?—.

 

—No lo se hijo—. Dice mamá acariciando mi rostro.

 

Subo a la habitación, tendré que esperar a que Dasha regrese para hablar con ella. Tomo una ducha me visto para ir a trabajar.

 

Todo el día la paso trabajando, a las cinco y cuarenta salgo ya que ya termine con el anillo que era lo que me preocupaba.

 

Además debo terminar el anillo de boda pero ya me he quedado sin presupuesto y no quiero decirle a Dasha.

 

Suspiró, Dasha; me pregunto que ¿estará haciendo?, ¿por que habrá tenido que viajar tan repentinamente?.

 

Estos tres días me la he pasado trabajando en algunos bocetos de unas nuevas joyas, por lo que se pronto habrá un lanzamiento de un lote de joyas, además todos andan alborotados por que una diseñadora muy reconocida va utilizar las joyas para una pasarela, mi Dasha es toda una mujer emprendedora aunque creo que lo es desde que mucho antes.

 

Se supone que van a venir hoy, aún no he hablado con ella ya que cada vez que llama solo saluda luego pasa a Kendra y las veces que la he llamado a su móvil ella esta ocupada y Kendra es la que habla para decirme que Dasha esta bien y que los mellizos no están molestando mucho y que Dasha esta muy ocupada arreglando asuntos en la construcción de los hoteles. Solo espero que este bien.

 

Llego a casa y me encuentro con la noticia que Dasha aun no ha llegado y que no vendrá.

 

—¿No vendrá por que?—. Pregunto algo irritado.

 

—Hubo un imprevisto de ultimo momento así que Dasha debe arreglarlo algo así dijo Kendra—. Asiento.

 

Se supone que yo debería estar con ella, apoyándola eres un idiota Josiah, ¿como puedes pelearte con ella por un recuerdo.

 

Días después mi humor andaba por los aires, me sentía como el peor novio de todos y no solo eso si no como el peor futuro padre y peor futuro esposo de la historia,  como la había dejado irse así, yo debía estarla apoyándola y si alguien se pasaba de listo ponerlo en su sito y hacer valer a mi futura esposa, ya ni modo.

 

Cierro mi cuadernillo de bocetos y cierro todo en la oficina.

 

—Nada de Dasha —. Niego.

 

—No atiende mis llamadas, creo que se está tomado eso de darme mi espacio en serio—.

 

—Yo con una mujer como Dasha no pido ni espacio ni tiempo preferiría estar encerrado con ella—.

 

—Estas hablando de mi mujer—.

 

—Una mujer que podría echar todo para atrás si así lo quiere—. Me quedo pensando.

 

—Tu crees que ella se eche para atrás con respecto a la boda, digo nuestro problema no fue tan grave y se solucionara hablando—.

 

—No pero una mujer como Dasha Melitón lo haría sin pensarlo—.

 

—Deja de decir estupideces claro que ella no me dejara —.

 

—Yo que tu no me confiaría de ello, ella te puede amar pero no creo que tenga tiempo de andar jugando al gato y al ratón o a los novios Josiah—.

 

—¡Ya entendí!—.

 

—Nos vemos mañana—. Subo a mi auto y conduzco hasta la casa, al llegar aún no hay señales de Dasha.

 

Mi mamá me mira y niega, suspiro ya que Dasha aun no ha llegado. —Vamos a cenar—. Pasamos al inmenso comedor y nos sentamos, todo se siente extraño sin Dasha.

 

Horas después subo dos peldaños de las gradas para ir a la habitación.

 

—¡Mami, papi!—. Grita Kendra abalanzándose sobre nuestros padres y un montón de bolsas en las manos.




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