La Señora.

❤ Capítulo 29 ❤

Josiah.

 

—Lo sé, por eso pienso que nunca debes decir de esta agua no beberé—. Sonrió ya que eso me lo aplico a mí también.

 

—Así es amor ese dicho está bien dicho—. Al llegar a la recepción es otro mundo. Hay Mesonero por todos lados. Las mesas forman un círculo y solo hay una mesa en el medio muy bien decorada.

 

—Amor me he sorprendido hoy, pensé que la boda sería igual a la anterior —.

 

—Esa era la idea, pero después de analizarlo pensé ¡para que tener dos bodas iguales si son dos hombres diferentes y únicos! Así que le pedí a Eliana que cambiara todo—.

 

—Te amo mi vida—.

 

—Y yo te amo igual o más que ayer Josiah—. La envuelvo en mis brazos.

 

—Los arrumacos luego cuando estén sólitos por favor, tengan piedad de los pobres como yo—. Dice Elías.

 

—Eres un envidioso Elías—.

 

—Para nada como crees solo no coman delante de los hambrientos por favor—.

 

—Vamos a sentarnos me duele la vida—. Sonrió.

 

—Claro que si señora Valmiera, se siente bien decirte señora Valmiera —.

 

—Y a mí me encanta ser llamada la señora Valmiera—.

 

—Te queda bien amor—.

 

—Lo sé—. Sonreímos. —Te amo mi amor—.

 

—Y yo a ti—. La miro con ternura igual que ella a mí.

 

La comida empieza a ser servida después de degustar los deliciosos platillos papá toma la copa y se levanta.

 

—Su atención por favor, quisiera darles unas palabras a los esposos en especial a mi hijo—. Me mira. —Has iniciado un nuevo camino en el cual ya no eres tú solo, tienes que velar por tu esposa y por los bebés que vienen en camino, pero te voy a dar un secreto para mantener a tu esposa contenta—. Miro a Dasha. —No lo sabía cuándo me case con tu madre, pero desde hace más o menos un año lo he puesto en práctica y eso es obedecer en todo a tu esposa—. Mamá jadea. —Bueno a veces, no siempre tienen la razón, pero hay que obedecer, lo primordial es apoyarla en todo, estar con ella en todo momento, en sus momentos de frustración, angustia, cuando tengan alguna pelea lo primero que debes hacer es comprar flores, comprar una botella de vino y prepara una cena romántica, ellas adoran eso, si la cena no funciona llévala al cine o a bailar llévala a esos lugares a los que solían ir antes de llegar al altar, pero sobre todo eso siempre recuerda que fue lo que te enamoro de ella y veras que si pones todo esto en práctica obtendrás un buen matrimonio, siempre hay que hacerlas felices, porque si ellas son felices nosotros como esposos lo seremos también—. Tomo la mano de Dasha y la beso. —Y termino con estas últimas palabras amansen, sean amantes, cómplices, confidentes, pero sobre todo esposos salud por los novios—. Dice papá levantando la copa.

 

—SALUD—. Decimos al unísono.

 

—Haré eso y mucho más, y si no funciona te secuestro hasta arreglar los problemas que tengamos y después de ello te haré el amor—. Dasha sonríe.

 

—Si es una promesa la acepto—.

 

—Es una promesa mi amor—.

 

—Te amo—. Me dice dándome un beso.

 

—Yo también quiero dar un brindis—. Dice la tía Yajaira. —Aún me parece que fue ayer que te sostuve en mis brazos, recuerdo que Omar y yo nos peleábamos para cargarte, en fin, estoy orgullosa del hombre en que te has convertido, espero seas feliz al lado de la mujer que elegiste como tu esposa, y Dasha si se porta mal tu solo llama que yo vengo especialmente a darle sus buenas nalgadas, que sean felices y que este matrimonio dure por siempre o hasta que uno de los dos muera—. Sonrió por las ocurrencias de la tía Yajaira.

 

—Yo espero que los dos muramos juntos y tomados de la mano—. Le susurro.

 

—Yo también, no quiero ser viuda o dejarte viudo, tendremos que hacer como Romeo y Julieta—.

 

—Esa idea me encanta—. Todos brindamos.

 

—Yo también deseo dar algunas palabras—. Esta vez es mamá. —La verdad no tengo mucho que decir, pero estoy muy feliz del hombre que te has convertido hijo mío has elegido una buena esposa, hace unos días atrás pensé que esto no se daría, pero supieron escucharse unos a otros y afrontar lo que les molestaba a ambos y espero que sigan poniendo en práctica el diálogo esa es la fuente para afrontar cada problema que se les presente salud—.

 

—SALUD—. Volvemos a brindar….

 

Aun no me creo que yo sea marido de Dasha y ella sea mi mujer, no me canso de contemplarla se ve tan hermosa y sexy con ese vestido y su vientre abultado, esa sonrisa es única en verdad la adoro, la amo como nunca he amado.

 

—Deja de babear tanto, ya es tu esposa—.

 

—No sé porque tienes la manía de dañar mis momentos—. Le digo a Elías quien se para junto a mí.

 

—Necesitas de mi para poner los pies en la tierra hombre hoy te has mantenido flotando todo el día—.

 

—Es que aún no me puedo creer que sea el esposo de semejante mujer Elías, es como si estuviera soñando y si es así no quiero despertar—.

 

—Comprendo hermano, pero deja de estar en las nubes, es tu mujer créetelo—. Asiento.

 

—Creo que es hora de inaugurar la pista ya quiero irme a la luna de miel—.

 

—Te deseo suerte, se dé buena fuente que las mujeres embarazadas son uff—. Lo miro con ganas de matarlo.

 

—Iré por mi esposa antes de cometer un crimen—. Voy a donde esta Dasha con mi madre y sus amigas. —Me disculpan, pero necesito a mi esposa para dar nuestros primeros pasos como marido y mujer—.

 

—Esto lo debo grabar—. Dice Clari.

 

—Toma mi mejor ángulo—.

 

—Amor todos tus ángulos son hermosos—.

 

—¡Josiah! —. Exclama mientras yo sonrió.




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