—Dasha—. La miro a los ojos los cuales permanecen con total seriedad. —Yo….
Soy callado por sus labios. —Es algo que he estado pensado no podré estar aquí y allá y ahora menos cuando nazcan los bebés—.
—Lo sé, amor, pero es algo que puedo manejar como ahora, no necesito ser el CEO—.
—Lo sé, pero si no aprovechas tus capacidades para crear y para negociar no sabrás de lo que eres capaz, Josiah eres excepcional amor y te lo digo como tu jefa y como esposa, si quieres después lo discutimos de acuerdo—. Asiento.
Bajamos juntos a desayunar, después de desayunar la voy a dejar a la Industrias Hoteleras Melitón, nos despedimos con un besó apasionado.
Los días pasaban y yo seguía pensando en lo que había dicho Dasha con respecto a ser el CEO y no me importaba hacerlo, pero tenía temor. Ya Dasha y yo habíamos hablado al respecto y me gustaba la idea, y en verdad ella tenía razón si no aprovechaba mi talento me iba lamentar después.
—Hola amor como te fue—. Le digo al instante que la veo.
—Bien, ya tengo el contrato de tu nuevo cargo, que has pensado al respecto—.
—Pienso que no debería trabajar para mi esposa—. Digo con media sonrisa.
—Josiah por favor—. Creo que hoy no está de humor.
—Que sucede amor—.
—Nada solo tengo una leve incomodidad en el vientre bajo, dice Miguel que es normal—.
—Segura no quiero que te pase nada, ni a los bebés—.
—Estoy bien amor descuida—. Aparco en la casa y la ayudo a bajar, pues ya Dasha entro en su octavo mes y por más que he querido saber el sexo no sabemos que serán.
—Quiero que leas el contrato y luego me dices si estás de acuerdo o si quieres el cargo o no—.
—Lo leeré amor, pero en este momento me preocupas tu—.
—Que estoy bien amor—. Acaricia mi mejilla.
Entramos a la casa luego de cenar y tomar una ducha tomé el documento, lo leí cinco veces, luego tomé el bolígrafo y firme cada hoja de este.
Al día siguiente le entregué a Dasha el contrato, ya que se había dormido, ahora solo toca algo suave y queda rendida.
—Lo firmaste—. Dice sin abrirlo.
—Si, te ayudaré en lo que pueda amor, pero quiero seguir creando joyas—.
—Me parece bien amor le diré a Noriel que te acondicione la oficina con tu propio estudio te parece—.
—Si—. No sé si después que Dasha me nombre como CEO me verán como un aprovechado, eso es lo que temo, pero ya no me importa lo que piensen los demás sé que Dasha me ha nombrado por mis capacidades no por ser su esposo.
Al llegar a Industria Dasha Melitón subimos al salón de conferencias todos los empleados están reunidos.
—¿Ya tenías todo preparado? —. Pregunto.
—No, le dije a Noriel que mandara un memo a todos los empleados, ves cómo tiene las caras largas asustados pensando que algo malo va pasar—. Sonrió y niego.
—Quisiera tener esa capacidad de leer las expresiones de los demás—.
—Lo harás amor ya verás espera unos meses y sabrás quien tiene problemas y quien no, vamos—. Enlazamos nuestros manos y nos paramos frente a los empleados. —Buenos días, quisiera pedirles que cambien esa cara, nadie será despedido, solo será un anuncio que les daré sobre Industria Dasha Melitón y algunos cambios que se suscitaran a partir de hoy—. Todos miran con asombro hacia donde estamos nosotros. —Los cambios serán los siguientes, Noriel tomará el cargo de presidente ejecutivo y Josiah tomará el cargo de CEO—. Todos se quedan atónitos al igual que Noriel ya que por lo que se él solo era asesor. —Y los demás seguirán ejerciendo sus labores como lo han hecho hasta ahora—. No sé, pero aún me asombro al ver a Dasha cuando habla con determinación y con una seguridad imponente. —Desean dar algunas palabras—.
—Pues yo no me lo esperaba, pero prometo que seguiré trabajando por el bien de la empresa—. Dice Noriel.
—Primeramente, doy las gracias por esta oportunidad y les pido de corazón que sigamos trabajando como lo hemos hecho hasta ahora, si queremos llegar más lejos de lo que lo hemos hecho hasta día el hoy debemos trabajar todos en conjunto, y eso no se lograr sin ustedes los colaboradores que día a día se esfuerzan para hacer crecer Industrias Dasha Melitón—. Con eso termino y miro a Dasha quien sonríe de oreja a oreja, el lugar rompe en aplausos.
—Ahora si podre irme en paz—. La miro. —A descansar amor, ya delegué cargos en los hoteles y ya lo hice aquí, así que ahora solo me toca esperar el nacimiento de mis desconsiderado hijos—.
—Amor eso quiere decir que ambos se cubrirán la espalda cuando uno esté en problemas—.
—Es una forma de verlo, pero pienso que son desconsiderado—. Río a carcajada. —Vamos para que conozcas sus oficinas—.
—¿Me darás otra oficina? —.
—Si el CEO de Industrias Dasha Melitón merece una oficina de acuerdo a su puesto, al otro extremo estará tu oficina Noriel—.
—Extrañare mi antigua oficina—.
—Yo extrañare mi estudio—.
—Ya mañana empiezan acondicionar tu estudio en la oficina—. Me informa Dasha.
Después de conocer la oficina de Noriel fuimos a la mía, ambas oficinas estaban en el último piso, al llegar a la mía tenía la placa con mi nombre y las letras CEO, mire a Dasha.
—Lo tenía pensado después de la luna de miel y la mande hacer—.
—Te amo mi amor—. Entramos a la oficina la cual es espaciosa con un gran ventanal, era muy acogedora.
—Le pedí ayuda a Eliana con la decoración creo que va desacuerdo a tus gustos—.