La Señora.

❤️ Capítulo 32 ❤️

 

 

Dasha.

 

No sentía angustia, dolor o pena, solo sentía un gran alivio, la verdad hacía años había perdido a mi madre desde que su enfermedad avanzo la perdí completamente, la tenía conmigo porque era lo único que me quedaba de la supuesta familia que éramos. Tal vez su muerte era lo mejor ella estaba sufriendo y antes de verla sufrir más era preferible que descansará por siempre.

 

Tome mi móvil y le marque a Josiah.

 

—Hola amor como esta todo.

 

—Ella falleció, arreglaré los papeles y luego regreso a casa.

 

—Quieres que valla.

 

—No.

 

—Estas bien.

 

—Si amor no te preocupes pronto estaré con ustedes.

 

—Está bien amor cuídate me gustaría estar contigo en este momento tan difícil.

 

—No lo es Josiah, sabía que este momento llegaría pronto y es lo mejor, te amo. --Y con eso colgué.

 

—Te ayudare agilizar los papeles para que se la lleven a la funeraria.

 

—Gracias Miguel —Junto con Sandra y Miguel fui a firmar los papeles pertinentes.

 

Al terminar espere a que el doctor que la atendió diera su declaración y los procedimientos que se utilizaron cuando ella llegó, así que su cuerpo permanecería en la morgue del hospital solo por la noche.

 

—Mañana a primera hora tendrás todos los papeles de la defunción de tu madre y la funeraria podrá disponer de su cuerpo.

 

—Gracias Miguel —Salí de la oficina de Miguel y fui con Jorge.

 

—A casa señora.

 

—Si.

 

—Lamento tu perdida Dasha —Me dice Jorge al abrirme la puerta.

 

—Gracias Jorge —En el auto hice algunas llamadas pertinentes para poder llevar el cuerpo de mi madre junto con mi padre los dos deberían estar juntos después de todo eran tal para cual.

 

—¡Amor! —. Fui abrazada por Josiah apenas bajé del auto.

 

—Estoy bien amor descuida.

 

—Segura perder a alguien es algo difícil te lo digo yo que perdí a mi abuela hace un año.

 

—Lo sé yo también experimente ese dolor, pero esta vez es diferente Josiah… mi madre estaba enferma y era lo mejor que ella muriera.

 

—Si lo pones así.

 

—Tal vez mañana debamos viajar, quiero llevar a mi madre junto a mi padre.

 

—Está bien dejaré todo listo para ir contigo.

 

—Gracias amor.

 

—Somos uno solo Dasha.

 

—Lo sé mi cielo —Le sonrió. —¿Y los niños?

 

—Ya están dormidos me costó dormir a Adreil, pero al fin lo logré.

 

—Se está convirtiendo en un manipulador.

 

—Es un bebé amor.

 

—Si, vamos a descansar.

 

—Que descansen.

 

—Igual Sandra —Subimos a la habitación.

 

Tomamos una ducha y luego nos fuimos a dormir, al día siguiente recibí la llamada de Miguel así que de inmediato llame a la funeraria, horas después tenia a mi madre lista para llevarla junto a los restos de mi padre.

 

—Lista amor.

 

—Si ya —Tomo a Adreil en brazos y bajo junto a Josiah quien carga a Michel, Sandra irá también.

 

Subimos al auto y vamos al aeropuerto.

 

—Dasha siento mucho lo de tu madre.

 

—Gracias Eliana.

 

—Hola Dasha como estas.

 

—Hola Elías, estoy bien gracias.

 

—Eliana crees que podemos…

 

—No es el momento Elías —Los miro a ambos, Eliana sube al Jet seguida de Elías.

 

—Sabes que les pasa a esos dos.

 

—No tengo idea amor, pero Elías pregunta mucho últimamente por Eliana.

 

—Mejor dejamos el chisme, ya nos enteraremos después.

 

—Supongo que sí —Subimos al Jet después que las puertas se cierran despegamos…

 

Al aterrizar Eliana toma a Adreil y Elías a Michel, en todo el viaje Elías no le quitaba la mirada a Eliana ella lo prefería ignorar, algo pasa entre esos dos.

 

Subimos al auto que nos esperaba, y fuimos directo a la capilla donde se llevaría a cabo la ceremonia de despedida del cuerpo de mi madre.

 

Al terminar fuimos al cementerio solo derrame una lagrima al ver como su cuerpo bajaba por ese hueco, después de ello fuimos a la casa de Michel, ya que la casa de mis padres la done para un orfanato el cual apoyaba con mucho fervor y aprovecharía que estábamos aquí para visitar a los niños.

 

Al día siguiente fuimos al orfanato con juegos y nuevos juguetes para los niños. Dos días después regresamos a Malibú, todo iba bien entre Josiah y yo cada día nos enamorábamos más y más y nuestros hijos cada día crecían más Michel tiene sus ojos color verde y Adreil los tiene igual a su padre y sus miradas coquetas no la perdieron.

 

Por suerte Michel sigue siendo ese bebé tranquilo mientras que Adreil sigue siendo el escandaloso ya tienen seis meses, los meses pasan volando.

 

—Es que no perdieron la pinta de papá verdad —Los miro a ambos.

 

—Pa… pa… pa —Balbucean los dos.

 

—Si papá.

 

—Están bañaditos y bien guapos para donde van los principitos —Dice Sandra, después de todo ella termino siendo la nana de mis bebes.

 

—Solo vamos al jardín a esperar a papa.

 

—Hay que bueno te venía a pedir permiso para ir a ver una amiga.

 

—Ve tranquila yo trabajaré en casa por el día de hoy.

 

—Okey como voy a extrañar a estas preciosuras de hombrecitos —Dice Sandra apretándole las mejillas, cosa que a ellos les molesta. —¡Ay! lo siento corazoncitos, pero es que no puede dejar de amar sus mejillas —Sonrió. —Bueno me voy cualquier cosa si me necesitas puedes llamar.




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