Miro con sospecha todo, pero aun así me armo de valor y entro. Alice a mi lado vuelve a repetir que es muy mala idea luego de todos los acontecimientos que anteriormente pasaron, pero yo necesito aclarar algunas cosas y el que Dominick no se haya contactado conmigo desde hace tres días no me tiene ni un poco feliz. Muerdo mi labio y le sonrío a Lucia quien nos abre la puerta, mira y sonríe con alegría.
Vine para confirmar que lo que dijo Patricia por mensaje de texto ayer es cierto, quiero ver si realmente la boda sigue en pie. Porque Dominick me aseguró que hablaría con su abuela, pero entonces estoy esperando por saber de él y no hay absolutamente nada. Ni siquiera un mísero mensaje.
—Breanna, Alice—nos saluda Lucia con una pequeña sonrisa en su rostro.
—Hola—me acerco y beso su mejilla—¿pasa algo?—pregunto cuando se queda mirándome fijamente.
—Nada, solo que últimamente aquí todo era una discusión y tu nombre era muy mencionado—eso captura toda mi atención por lo cual miro que no haya nadie cerca para tomarla de la mano y sacarla de la casa.
—¿Está la abuela gruñona aquí?—pregunto y Alice suspira mirándome. Luego se acerca y me regala una paleta como si fuese una niña. Ella me sonríe divertida y ruedo los ojos.
—Sí, justamente ahora se encuentra toda la familia reunida—murmura ella—también está la señora Patricia—asiento.
—¿Las damas de honor?—pregunto y ella niega.
—Solo ellos—Alice me mira.
—Te lo dije, algo traman—asegura cruzando sus brazos a la altura de sus pechos.
Yo recargo mi espalda en la columna de la casa. Joseph me dijo que me tome unos días antes de incorporarme, al parecer hay problemas de socios. Estoy preparándome mentalmente para en cualquier momento ser despedida. Me rebajé a la altura de la señora al decirnos todo eso, pero lamentablemente no iba a quedarme escuchándola vociferar cuanta tontería le llegara a la mente de mí. Me niego rotundamente a eso.
—Iré a ver qué quieren esta vez—susurro de manera tranquila, aunque realmente no me siento para nada tranquila. Suspiro agotada.
Con una sonrisa me adentro nuevamente bajo la mirada de Alice y Lucia. Mis pasos avisan mi llegada y cuando me detengo me encuentro con Amanda quien parece furiosa, la abuela de Dominick con una sonrisa de suficiencia y Patricia mirándome como si fuese superior a mí. Busco con la mirada a Dominick, pero este baja la cabeza evitándome, supongo que esa es mi señal de que las cosas no salieron como él quería.
Levanto mi cabeza con la mirada desafiante, no me importa que me miren de esa manera porque yo no tengo nada de qué avergonzarme. La señora si debería avergonzarse porque está chantajeando a su nieto mientras que Patricia le sigue el juego a esa mujer.
Amanda me mira y camina hasta mí, me abraza con fuerza y la miro confundida cuando ella me muestra que sus ojos están cristalizados. Trago en seco y le regalo una pequeña sonrisa. Enarco una ceja mirando a Patricia quien ríe divertida mirándome.
—¿Me perdí de algo?—pregunto con normalidad—comparte el chiste y así nos reímos juntas—ella lame sus labios mirándome.
—Solo que no puedo creer el descaro que tienes, apareciendo en esta casa luego de todo lo que has provocado—le regalo una sonrisa.
—¿Qué se supone es eso que provoqué?—pregunto mirando mis uñas como si fuese la cosa más interesante del mundo—porque no recuerdo—la veo apretar los labios. Ella echa su pelo hacia tras tomando un poco de su bebida y sonriendo nuevamente.
—Querer quitarme a Dominick, vil golfa—susurra con mucho odio hacia mí.
—¡Patricia!—grita Dominick sobresaltándonos a todas—no te permito que le hables de esa manera a Breanna—la señala y la señora ríe.
—Déjala que diga la verdad, esa mujer es solo una vil...
—Abuela, no quiero faltarte el respeto, pero en el momento en que lo hagas con Breanna todos aquí nos vamos a alterar—la abuela rueda los ojos y me mira fijamente.
—Uhmm... sinceramente no me agradas para nada mocosa, creo que solo estas en busca de dinero. Tienes cara de ser una oportunista—me rio mirándola.
—No estoy aquí para agradarle señora, así que tranquila que tampoco me agrada y referente a lo otro, supongo que sabe identificar a las de su calaña—la señora se levanta airada mirándome con desprecio—¿para que se supone que me citaron? Porque por lo que veo aquí no hay ninguna reunión para hablar de la boda—digo con una sonrisa.
—Ni la habrá porque no pienso casarme—esas palabras saliendo de Dominick no me sorprenden solo a mí, todas lo miramos impactadas.
—¿Qué?—pregunta la vieja dejando la taza en la mesa y mirando a su nieto. Amanda sonríe a mi lado.
—No me casaré, creo que esa ha sido la línea que llevo diciendo desde hace días, abuela—Patricia deja caer la sonrisa que tenía en la cara mirándolo como si le hubiesen dado la peor noticia del mundo. Me cruzo de brazos saboreando este momento.
—Te casaras, ¿abandonas a tu hermana por esta mujer?—pregunta señalándome con el dedo.
—No abandono a nadie, pero estoy cansado de tantos jodidos chantajes. Estoy cansado de no llevar las riendas de mi vida y si tenemos que ir a juicio por la custodia de mi hermana que así sea—la señora abre la boca mirando a Dominick—me niego a seguir llevando esta mentira. No me gusta Patricia, la persona que me gusta es Breanna y no quiero privarme de eso por un estúpido chantaje.
>> Tal vez si no la hubiese conocido seguiría en esa mentira de boda, pero la conocí y quero seguir haciéndolo. Lo siento por ti abuela, pero las cosas no se darán como tanto querías. Soy tu nieto, no un jodido títere que manipulas a tu antojo. Esto es molesto, muy molesto y no es algo que quiera.
>> Espero que respetes la decisión que estoy tomando ahora—la mira y la señora parece que infartará en cualquier momento. Yo solo no puedo salir del asombro por cada palabra que este hermoso hombre ha dicho. Cuando su vista cae en mí, es inevitable la pequeña sonrisa que se forma en mis labios. Hace un momento pensé que lo nuestro simplemente moriría, pero una vez más Dominick Vlad arrasa conmigo sorprendiéndome.
Editado: 21.11.2024