La venganza es dulce como Breanna

Capítulo 25

Siento toques en mi hombro y abro los ojos soñolienta encontrándome con Amanda frente a la cama. Parpadeo dándome cuenta de que aún no está tan claro. Bostezo sentándome en la cama. La veo en ropa deportiva y haciendo una coleta en su cabellera rubia. Frunzo el ceño dándome cuenta de que apenas son las 6:00am.

Ella parece muy despierta porque se mueve con confianza por la habitación. A pesar de que hay una habitación de huéspedes libre, Amanda quiso dormir conmigo, supongo que aún es algo tímida. Aunque no me molesta ya que ella no es de las personas que se mueven mucho al dormir, por lo cual no se siente.

—¿Pasa algo?—pregunto parpadeando aun con sueño.

—Acompáñame a trotar un poco, sé que me perdería porque no conozco la urbanización—asiento estirándome un poco. Me levanto y voy hasta el baño viendo el desastre matutino que soy. Hago mis necesidades y tomo una pequeña ducha antes de salir completamente despierta. Busco ropa deportiva porque hay ropa mía aquí, siempre dejo una parte cuando me quedo por días visitando a papá y el abuelo. Me coloco los tenis y amarro mi cabello en una coleta alta.

Bajamos escuchando la radio encendida. Cuando llego a la sala papá se encuentra sentado leyendo el periódico. Al escucharnos levanta la vista y me sonríe con dulzura y a Amanda también. Me acerco besando su mejilla.

—Buenos días—saluda él y Amanda le sonríe.

—Buenos días señor Bruce—él niega.

—Nada de señor, eres parte de la familia—asegura y me mira frunciendo el ceño—¿desde cuándo madrugas para ejercitarte? Estoy seguro de que me dijiste que lo odiabas, ¿pasa algo malo?—pregunta—¿debo ser papá súper protector?—sonrío y niego.

—No, acompaño a Amanda, espero que hagas de esperancito y me tengas el desayuno listo al volver—él finge un gruñido, pero termina riendo viéndonos salir

Amanda comienza a caminar y minutos después a trotar. Mientras ella parece más emocionada de trotar conforme pasan los minutos, luego estoy yo que siento que moriré y seguramente solo han pasado dos minutos desde que comencé. Le voy indicando donde ir para que lleguemos a un parque que hay cerca, allí donde papá me llevaba cuando intentaba que despierte temprano para entrenar mi cuerpo. Al llegar Amanda se apiada de mí y me detengo jadeando.

—¿En serio Bre?—pregunta haciendo un puchero—apenas comenzamos—levanto una mano en señal de que se detenga.

—Voy a veces al gimnasio, pero trotar me quita años de vida—le respondo cuando tengo la respiración más normalizada. Cuando estoy calmada seguimos y estoy por insultar a Amanda, esto parece más una tortura que algo para mantener el cuerpo sano.

Cuando no puedo más la dejo trotar sola mientras yo me siento en un banco a descansar sin quitarle los ojos de encima, eso antes de que mis ojos enfoquen un cabello rubio a la lejanía y maldigo bajo cuando reconozco ese cuerpo trabajado que se acerca a mí. Cuando se tiene respira agitado con varias gotas cayendo por su cuello, me pongo de pie y trato de alejarme, pero su mano envuelve mi brazo y eso me hace mirarlo con fastidio.

—No tengo deseos de hablar contigo—le digo con rapidez, porque había olvidado que Thomas vivía cerca de mi padre. Thomas, creo que es el ex novio más molesto que he tenido. Los demás aceptaron que me engañaban, pidieron perdón y luego dejaron de fastidiar. Él no, él de ser un chico agradable se ha vuelto un total fastidio cada que lo veo.

—Espera Breanna—dice y me suelto de mala gana de su agarre—quiero hablar contigo, ahora que no tienes molestias cerca creo que es buen momento—hago una mueca y niego.

—Lo siento Thomas, no estoy de humor para aguantarte, aunque pensándolo bien, aunque este del mejor humor no te aguantaría—trato de alejarme y él me agarra con fuerza el brazo.

—Breanna, mi padre sigue jodiéndome contigo. Confirma que le hiciste seguramente una mamada monumental—hago una mueca de asco y trato de soltarme, pero él ejerce fuerza llegando al punto en que duele.

—Suéltame ahora mismo—comento con los dientes apretados.

—No hasta que aceptes, es solo que me den lo que me corresponde y te dejaré en paz—piso su pie, pero él solo afloja un poco el agarre, no me deja libre del todo.

—Thomas déjame en paz, no me interesas ni siquiera como persona y no te ayudaré—el agarre comienza a doler en mi brazo cuando ejerce mucha más fuerza causando que un quejido se escape de mis labios.

—Escuché que ahora te revuelcas con el prometido de Patricia, tantas críticas y haces lo mismo que ella—con mi mano libre logro impactarla en su mejilla, eso lo desconcierta y me libera. Respiro agitada y retrocedo cuando su rostro detona furia.

—Breanna, ¿Qué sucede?—la voz de Amanda me hace mirarla y ella parece confundida. Trago en seco y respiro hondo.

—Nada, solo una persona inoportuna—le respondo—quiero que me dejes en paz Thomas, no volveré contigo a nada, deja de hostigarme y ten un poco de dignidad hacia ti mismo, que das asco—dicho esto me alejo tomando la mano de Amanda. Mi cuerpo tiembla un poco y Amanda no dice nada mientras la guio a pasos gigantescos.

La familia de Thomas en realidad me agradaba. El padre de él es un buen hombre que posee algunos negocios que le dejan muy buenas ganancias. Su madre es una mujer amable, desde que Thomas nos presentó me lleve bien con su padre, es carismático y divertido. Al parecer descubrió que su hijo está hecho un bueno para nada desde que está con Patricia. Aunque me pongo a pensar que quizás él era trabajador solo para crear un chico perfecto que me enloquezca. Porque sinceramente ya no entiendo quién es Thomas.

—¿Estas bien Breanna?—pregunta Amanda luego de mucho rato en silencio.

—Sí, solo pase un mal momento con mi ex novio—le respondo con una pequeña sonrisa y ella asiente.

—Uhm—susurra—a Dominick no le gustaría saber que ese hombre te molesta, créeme, se pone algo celoso—me rio dándome cuenta que tiene razón.

—Vamos a casa—ella me sonríe, pero creo que debo ponerle un alto definitivo a Thomas antes de que cruce líneas peligrosas entre nosotros.




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