Capítulo 26

Dominick enreda sus brazos en mi cintura alzándome para abrazarme. Mis manos van a su cuello y aspiro su aroma, joder, es que este hombre realmente me encanta. Siento su beso en mi cuello antes de dejarme sobre mis pies y sonreírme como un niño pequeño.

—Viniste—murmuro con sorpresa, Dominick pasa las manos por su pelo viéndose ardiente.

Aunque estoy al creer que todo en él es ardiente para mí.

—Las últimas reuniones se cancelaron y me dije, ¿Por qué no ir por mi loca favorita?—sus palabras me hacen reír y yo lo abrazo despacio mirándolo fijamente, él acaricia mi cuello con tranquilidad sin quitarme los ojos de encima.

—¿Acaso tienes más locas?—pregunto curiosa, él se ríe y acaricia mis labios con los suyos.

—No, vine por la única loca que tengo y que me interesa—me alejo y tomo su mano entrelazando nuestros dedos.

La sonrisa en su rostro me hace saber lo cómodo que se siente a mi alrededor, aun es tan raro ver a Dominick de esta manera cuando antes solo sabía lanzarme miradas de odio y palabras groseras. Casi rio porque creo que fueron nuestros contantes choques de personalidades lo que nos fue acercando, si, Dominick es guapo y eso fue lo primero que llamó mi atención.

Vamos, sinceridad, ante todo.

Pero, aunque él es guapo vi pequeñas muestras de que Dominick ocultaba más de lo que le mostraba a los demás, y poco a poco me fue mostrando como era en realidad. Si, puede que sea un amargado a veces, pero en general es una persona muy amorosa y yo me siento afortunada de ser la que recibe tanta atención y cariño de su parte. Porque me hace valorar y atesorar eso, me hace querer jamás romper ninguna de sus ilusiones.

—Te advierto que mi padre y mi abuelo me ven como su bebita, así que te verán como el hombre morboso que quiere corromper un alma tan dulce y tierna como yo—le comento adentrándolo a la casa y cerrando la puerta. Escucho su risa mientras mira la casa con curiosidad.

—Creo que es todo lo contrario, tú me corrompes mucho Breanna—lamo mis labios y no niego eso, quiero corromperlo totalmente.

—Que eso sea nuestro secreto—le digo coqueta, él niega sin perder la sonrisa y lo encamino hasta el patio trasero. Al aparecer todos los ojos se posan sobre nosotros. Los ojos de papá y el abuelo bajan a nuestras manos unidas y sonrío con fuerza porque es realmente divertido ver la cara de horror en mi padre.

Estoy por pensar que él realmente nunca me verá como una mujer, que siempre seré la niña que lo buscaba en las noches de lluvia porque le daba miedo dormir sola. La presencia de papá me daba calma porque sabía que él me protegería para siempre de cualquier peligro, esa es la sensación que siempre tengo con mi padre. Una sensación de protección y amor, creo que es la sensación que todo hijo con un padre como el mío debería tener.

—Esto será interesante—escucho la voz de mi madre y ruedo los ojos. Debí advertirle a Dominick también sobre mamá, porque ella tiene una lengua tan peligrosa como la mía, además de que le encanta avergonzarme frente a mis ligues.

Mi difunta abuela por parte de mamá lo hacía mucho, la fastidiaba cuando conseguía un nuevo novio, por lo que en venganza ahora mi madre hace lo mismo conmigo. Los hijos muchas veces somos la descargas de lo que otros padres hicieron. Aunque no me enojo porque mamá solo lo hace para divertirse, no con intenciones de lastimarme o hacerme algún mal.

—Familia, él es Dominick Vlad, se unirá a la comida, espero y se comporten—anuncio con una sonrisa de angelito en el rostro que ningún familiar de mi familia se come.

Dominick saluda y pasa a besar la frente de su hermana quien le sonríe con dulzura. Me gusta ver como mejora la relación entre ellos, se nota lo mucho que se quieren y me gusta ver como de a poco Amanda se desenvuelve entre las personas, como de paso le muestra la joven en la que se está convirtiendo a Dominick.

Mamá se levanta y ubica un asiento para Dominick al lado del mío. Tomamos asiento y los ojos de papá y el abuelo no podrían ser más amenazadores en este momento. La mesa queda en silencio mientras ellos miran a Dominick como si él fuese un bicho raro que ellos deben investigar a profundidad.

—¿Cómo dijo que se llama?—pregunta el abuelo con la cara arrugada mirándolo.

—Dominick, señor—él sonríe y mamá suspira abanicándose, eso causa que se gane una mala mirada por parte de papá la cual ella como toda una campeona ignora.

—Ah, ¿Qué se supone que eres de mi nieta? Porque si mis ojos me fallan, y nunca lo hacen, te vi tocar a mi nieta—murmura el abuelo y mamá sonríe, quiero gemir de frustración porque sé que es lo que viene.

—Eso no es tocar Lucian—dice ella en dirección al abuelo—te hubiese dado un infarto si hubieses visto donde él tenía las manos cuando lo conocí—ella se ríe divertida y Amanda parece querer estallar en risas.

—¡Brenda!—la reprende papá—espera, ¿es este el muchacho del besuqueo?—pregunta y Dominick se atora abriendo los ojos muy sorprendido. El abuelo Lucian parece ahora más serio y yo suspiro.

—Eh... verá...

—No molesten a los invitados—digo sirviéndome comida porque mi estómago ya ruge del hambre.

De paso ubico un plato para servirle la comida a Dominick bajo su atenta mirada en mí, sonrío un poco, pero mi sonrisa cae al ver la cara de desagrado de papá y el abuelo. Jane, Amanda y Alice solo son espectadoras del intercambio que hacemos.

—Mira qué bonito Bruce, Breanna ya le sirve hasta la comida, si nos descuidamos se sirve ella misma para ser comida por él—papá que está comiendo se atraganta y comienza a toser como loco causando que mamá se ría muchísimo del él.

—Mamá—mascullo entrecerrando los ojos hacia ella, Dominick hoy decidió ser tímido porque una palabra no pronuncia este hombre.

—Que no te de pena Breanna, señor Bruce, usted porque no ha presenciado como se besan esos dos, no, pero es que deberían clasificar su contenido porque no es para todo público. Se desmayaría—papá, el abuelo y Dominick comienzan a toser fuerte y mi madre se ríe a carcajadas. Le doy una mala mirada a Alice quien como la traidora que es ignora.