La venganza es dulce como Breanna

Capítulo 32

Cuando Louis me ve corre y me abraza, con una sonrisa divertida correspondo su abrazo y él suspira antes de dejarme ir. Me regala una enorme sonrisa y me siento culpable porque en las últimas semanas no había sabido nada de mi amigo. Estaba más enfocada en lo que sucedía a mi alrededor.

Miro a Rick y Lucas, los dos amigos de Louis que estuvieron con nosotros la noche donde Dominick y yo nos besamos por primera vez. Se siente como que ha pasado mucho tiempo desde ese día, desde el día donde él se atrevió a cruzar la fina línea que nos separaba y se atrevió a ir por lo que quería.

—Hola chicos—ellos se acercan y besan mi mejilla con cariño.

Nos sentamos y con una sonrisa comenzamos a hablar sobre nuestras vidas. Estoy tratando de parecer normal y seguir haciendo mi vida como siempre lo hago, pero sigo preocupada por Dominick, de quien hace dos semanas no sé nada. Esta espera en silencio me está matando, aunque no quiera admitirlo porque tengo miedo de que algo malo de haya ocurrido.

Aarón ya no me da información, Amanda es otra de quien no he tenido ninguna noticia y me preocupa. He tratado de comunicarme con Jhon, pero no tengo noticias de él tampoco. Es como si a esos tres se los hubiese tragado la tierra.

Como estaba algo decaída acepté venir por unas cervezas con Louis. Ellos hablan y sonrío enterándome de que oficialmente mi amigo y Rick salen. Rick me hace preguntas para avergonzar a Louis que me hacen reír sin control alguno. Tengo que admitirlo, él es muy divertido y sus ojos verdes parecen brillar con diversión con cada cosa que tiene haciendo que su rostro se va más angelical. Estoy tentada varias veces a tocar esa cabellera rubia, pero me controlo a la perfección.

—Breanna es caliente—asegura Lucas dedicándome una mirada divertida. Ruedo los ojos y Louis se ríe—si ella me da una oportunidad la invito a la pista de baile porque Louis se encargó de hacernos saber que bailas muy bien—mi amigo levanta su pulgar hacia mí y ruedo los ojos.

Doy un largo trago bebiendo de mi cerveza poniéndome de pie y él hace lo mismo. Tomo su mano yendo a la pista y comenzando a moverme con él. Aunque parece que me divierto, mi mente sigue en Dominick Vlad. Ese imbécil de verdad está ganándose que lo deteste por tenerme tan preocupada.

Lucas es un buen bailarín y parece muy concentrado en lo que hace, él sensual y muy juguetón a la hora de moverse en la pista de baile. Él me hace bailar hasta el suelo con porras estúpidas. Ya saben, si vas a perrear que sea hasta el suelo.

Cuando la música se detiene él me hace caminar fuera del bar y la fría noche me recibe, aunque como sudé un poco en la pista de baile me cae de maravillas. Veo como Lucas saca un cigarro y me lo tiende, niego con una sonrisa y él se encoje de hombros.

—No me gusta fumar—le informo para terminar con el silencio que había entre nosotros.

—¿Pasa algo?—pregunta él dejando salir el humo de sus labios y aunque no tolero el olor del cigarro no me quedo—veo que estás distraída y no pareces la misma alocada chica que conocí—me dedica una sonrisa encantadora.

—Preocupaciones, un hombre idiota que no hace más que darme dolores de cabeza—él suspira y vuelve a llevar el cigarro a su boca para dejar ir el humo luego.

—Si te da muchos dolores de cabeza quiere decir que te interesa mucho—pego mi espalda a la pared y giro el rostro para mirarlo. Sus labios se ven más rosados y el pelo negro va en un peinado desordenado, los tatuajes se quedan increíbles.

—Eso no lo negaré, es un hombre que está haciéndome enloquecer, de buena y mala manera—él ríe y niega divertido.

—Y yo que pensé que esta noche tendría una oportunidad con la hermosa castaña—dice haciendo un puchero estúpido—es una lástima que mi bella Breanna no esté disponible para un momento de diversión conmigo—ruedo los ojos, pero al final me rio junto a él.

—A ti parecía gustarte Mónica—él se queda en silencio—¿o solo la quieres para un momento de pasión?—cuestiono con curiosidad. Él suspira con fuerza dejando caer el cigarro en el suelo y luego lo pisa.

—Mónica no le gustan los mujeriegos, además, creo que tiene demasiadas preocupaciones con una loca que no deja de amenazarla con algo que ocurrió—hace una mueca—Mónica no siempre fue la chica buena de ahora y cometió el error de ayudar a una mala persona que la perjudicó, desde entonces una infeliz llamada Patricia la tiene bajo su poder—mis labios se abren.

—¿Qué error cometió?—pregunto y él me mira pareciendo serio.

—Cuando ella perdió a sus padres le gustó estar con malas personas, estas personas que siempre se son mal ejemplo, beben, fuman... durante un tiempo ella estuvo involucrada con esa gente. Ellos un día asaltaron un lugar sin que ella tuviera idea de que eso iba a ocurrir, al final la culpa cayó en ella.

>> La madre de Patricia es una abogada muy conocida y fue quien ayudó a Mónica, eso a cambio de que ayude a su hija. Desde entonces no la deja en paz haciéndola de la chica de los recados, es frustrante ver a Mónica vivir así, pero cuando quiero decir algo contra esa mujer ella no me deja—paso las manos por mi melena suelta y juego con el cinturón del pantalón negro de cuero que llevo.

—Patricia es una perra maldita—murmuro bajo y él me mira.

—¿Dijiste algo?—niego con una sonrisa.

—Solo que esa mujer está loca, ¿volvemos adentro?—él asiente y no puedo evitar sacar mi teléfono y mirar. Dándome cuenta de que no tengo noticias de Dominick, finjo una sonrisa cuando la decepción me persigue y luego alejo ese sentimiento ordenándome disfrutar con mis amigos.

***

Joseph me sonríe cuando la jornada finaliza y luego nos felicita. Quiero hablar con él, pero veo como rápidamente sale hablando por teléfono. Me siento y descanso mis pies que últimamente me duelen mucho. Saco mi teléfono del bolso y reviso las redes sociales.

Mi pecho late de manera frenética cuando veo en un evento de un actor que sigo varias fotos que me dejan helada. Porque puedo vislumbrar en varias de ellas al actor en lo que luce como una gran fiesta, pero más atrás veo a Dominick. El mismo jodido bastardo que me ha estado dejando de lado estas dos semanas. Lo veo ir del brazo con una pelirroja a la cual no se le ve el rostro, pero se puede apreciar el hermoso cuerpo que tiene.




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