Capítulo 41

Parpadeo cuando Dominick deja un beso en mi frente y luego sonrío cuando sus ojos grises se posan en mí. Él sonríe y escucho a mamá decirle algo papá que lo escandaliza, por lo que los ignoro y mejor me enfoco en el hombre frente a mi quien parece muy complacido de tenerme entre sus brazos.

—¿Pasa algo?—cuestiona—te noto muy pensativa—lo abraza aspirando su delicioso olor.

—Mónica me llamó—él arruga el entrecejo al mencionar ese hombre—es esta chica hermosa, pero muy callada dama de honor de Patricia—él se queda pensativo hasta que asiente.

—Ya sé quién es, ¿Qué quería?—lamo mis labios.

—Quiere que me encuentre con ella esta noche, siendo sinceros no confío en lo que ella pueda hacer, ¿vienes conmigo?—pregunto y él me mira antes de asentir.

—Aunque no me gusta la idea de encontrarnos con ella, te conozco e irás—asiento y él suspira—debes ser más precavida por ahora Breanna—le doy un pico suave en los labios para alejar la preocupación de su bello rostro.

—Mamá, ya nos vamos—anuncio separándome de Dominick para acercarme a ellos. Mamá sonríe yendo a besar mi mejilla de manera ruidosa solo para fastidiarme, por lo que ruedo los ojos antes de darle una hermosa sonrisa y ella hacer lo mismo.

—Está bien—beso su mejilla y abrazo a papá antes de que Dominick bese la de mamá quien me mira tipo; no dejes ir al partidazo. Luego, cuando Dominick le da la espalda para ir a despedirse de papá ella hace una seña muy sexual con sus dedos que hacen toser a papá y a ella sonreír.

Cuando salimos de la casa, en la que mamá prácticamente nos saca, Dominick se ríe con libertad haciendo que lo golpee con suavidad en el pecho. Él niega con una sonrisa en los labios, pero su risa termina por hacerme reír a mí también.

—Tu madre está loca—me dice al detener su risa girando su rostro para verme. Yo tomo su mano entre las mías y las balanceo con suavidad viendo el movimiento que ejerzo en ella y lo lindas que se ven unidas.

—Apenas estás conociendo su locura, yo llevo toda una vida—él sonríe y asiente. Me doy cuenta de que realmente pasamos todo el día en casa de mis padres porque veo que el atardecer. Dominick se detiene pidiéndome tiempo mientras responde una llamada por lo que camino hasta recargarme del capo de su auto. Tarareo una canción viéndolo hablar y lamo mis labios dándole un recorrido en todo ese cuerpo que tiene.

No quiero ser superficial, pero adoro el físico de este hombre. Cada vez que lo veo tiene la capacidad de encenderme con una mirada, recordar lo bien que la pasamos el día de la cita me hace querer encerrarme con él todo un día para aprovechar el tiempo a solas. Tengo ganas de volver a repetir ese día una y otra vez. Es por eso que no me controlo cuando camino hasta él y aun cuando me da la espalda, mis manos lo envuelven para subir despacio por su pecho sobresaltándolo. Él se gira un poco y me regala una preciosa sonrisa.

Lamo mis labios y lo acaricio despacio, mi rostro se hunde en su espalda y dejo un beso en su espalda y luego otro pegando mi cuerpo más a él. Escucho cuando Dominick se despide de la persona y entonces gira para hacerme lanzar un gritico cuando tomándome del muslo me alza y enredo mis piernas en torno a su cintura para ser atacada por los besos de Dominick.

Mis manos se colocan con rapidez enredadas en su cuello para no caer y muevo mis labios con la misma fuerza que él lo hace. Dominick camina hasta sentarme sobre el capo del auto y sonrío en medio del beso antes de que él muerda mis labios y luego lo chupa con intensidad haciéndome gemir suavemente.

Mis manos se enredan en su pelo y lo jalo haciéndolo que sus manos bajen a mi espalda para tocarme sobre la tela de la blusa, mi lengua se desliza fuera para encontrarme con la suya en una batalla para dominar al otro. Por estos tipos de besos que me hacen perder la razón por completo es que no pienso alejarme de Dominick.

Las manos de Dominick caen en mis caderas y las apresa con fuerza como si él mismo buscara controlarse, pero mis manos bajan a su cuello y las de él comienza a subir rápido hasta uno de mis pechos y manosearlos haciéndome gemir y eso hace que él se separe de mis labios respirando con fuerza y mirando mi rostro de cerca.

—Mierda Breanna, lo siento—dice aleja su mano de mi pecho—pero me enloqueces, no puedo pensar con claridad—sonrío acercándolo a mí.

—Me encanta saber que te enloquezco en la misma magnitud que tú lo haces conmigo—él lame mis labios y sonríe con suavidad.

—Acabarás conmigo Breanna—susurra y sonrío bajando la mirada a sus labios hinchados por nuestro pasional beso.

—Quiero que te quedes esta noche conmigo—susurro y él baja a besar mi cuello antes de separarse y hacer una pequeña mueca.

—No puedo, debo hablar con la abuela y con Amanda de algunas cosas respecto a la herencia de ella—dice él y suspira—me hubiese encantado quedarme toda la noche contigo y tenerte durante horas—me rio y él me toma de la cintura para dejarme en el suelo.

—No me tientes que luego enloquezco y soy yo la que aparece en tu puerta—menciono y él se detiene a mirarme.

—Bueno, yo no me quejaría de eso—dice y su mano baja a dejar un pequeño azote en mi trasero haciéndome sobresaltar.

—Tienes una mano muy larga hoy—él se encoje de hombros y luego suspira—vamos, tengo mucha curiosidad por saber que dirá Mónica—él asiente y deja un beso en mis labios subiendo a su coche. Camino hasta el mío subiendo y colocando la ubicación del lugar indicado, antes le hago una llamada a Lucas para avisarle en caso de que pase algo, él dice que quiere ir a ver qué pasará y le paso la ubicación.

Enciendo el coche y lo pongo en marcha para ir a la casa de Mónica, Dominick me sigue y coloco una música para tratar de distraer mi mente porque me estoy poniendo nerviosa, no sé qué quiere Mónica conmigo ya que son pocas veces las que hemos hablado, pero las palabras de Lucas siguen sonando en mi mente y no confío mucho en ella para ser sincera. Al llegar un edificio algo deteriorado es lo que me recibe. Estaciono bajando del coche y veo como Dominick hace lo mismo acercándose a mí.