Me encuentro sentada con mi portátil sobre las piernas viendo una serie con cara de aburrimiento. No soy de estoy acostumbrada a estar tanto tiempo en una cama, pero como mis padres y Dominick son unos exagerados, aquí estoy.
Tuve que, prácticamente echarlos a todos porque no querían dejarme un momento sola, estoy feliz por las atenciones, pero me irrita que dejen de hacer las cosas que deben solo por estar cuidándome. Así que ayer Dominick y yo tuvimos una discusión que en su momento me enojó, pero ahora me da mucha risa. Básicamente se trató de nosotros gritándonos donde yo decía que se largue y él que se quedaría a mi lado pro si necesitaba algo. Fue dulce, pero estaba tan enfadada que le grité algunas groserías.
Entiendo que Dominick se preocupe por mí, pero llega a ser angustiante tenerlo sobre mi todo el día. No es la manera en la que quiero estar con él, también debo admitir que mi mal humor recae en que mi cuerpo quiere atenciones que me son negadas por mi estado de salud. Yo me siento muy bien, pero como Dominick es un exagerado no me ha querido ni besar de manera profunda porque no quiere caer en tentaciones.
¡Yo desenado arder con él!
Vuelvo a suspirar y cierro el portátil al ver que los protagonistas comienzan a coger como si de eso se tratara toda la serie, que envidia. Ellos si pueden disfrutar del sexo mientras yo estoy en abstinencia gracias a alguna demente suelta por ahí. Yo que solo quiero disfrutar de lo bueno que está mi novio, no de guardar reposo en una clínica cuando me siento bien, casi siento que la telaraña que Dominick me quitó en nuestra cita volvió. No puedo evitar comenzar a reírme de mis pensamientos tan alocados. Alice tiene razón, yo realmente estoy algo mal de la cabeza.
La puerta es tocada con suavidad y grito un: pasen.
Cuando se abre la sorpresa invade cada partícula en mi cuerpo. De todas las personas que esperé que me visitaran jamás se me pasó por la mente que la abuela de Dominick sería una de ellas. Ella entra con toda esa elegancia que la caracteriza mientras sus ojos verdes evalúan todo el lugar con rostro indescifrable. La señora Vlad es una mujer realmente hermosa a pesar de la edad. Se ve de lejos que de joven fue una mujer que detenía el tránsito de lo hermosa que era.
Finalmente, sus joyas verdes caen en mi persona y una lenta sonrisa se estira en sus labios al evaluarme, pero por primera vez no es una falsa ni de soberbia, más bien es una amigable que me toma con la guardia baja. Ella se acerca cuando nota que estoy completamente en silencio y se queda cerca de mi cuerpo. Noto que sus ojos brillan un poco más cuando me repara, como si fuese la primera vez que realmente notara que existo y no me vísese como la oportunista que ella ha pensado que soy todo este tiempo.
—Estoy sorprendida—comento sin poder detenerlo. Ella sonríe con lo que supongo es diversión, pero yo no sé cómo sentirme al respecto. Esta es la misma señora que nunca me ha dicho una palabra amable con sinceridad, es una persona que solo se ha dedicado a insultarme desde que me vio por primera vez, así que tengo sentimientos contradictorios.
—Era de esperarse—ella sonríe y comienza a caminar por la habitación—no he sido nada amable contigo desde que nos conocimos, pensé que en cuanto me vieras me gritarías que salga de aquí—le regalo una sonrisa de boca cerrada mientras ella se desliza con esa elegancia tan propia de ella. Estoy demasiado atenta a sus movimientos porque como ya he mencionado, esta mujer parece de la realeza porque tiene un porte, una manera de caminar y de vestir propia de alguien superior.
Me le quedo mirando atenta y ella capta mi mirada enarcando una ceja. A pesar de ser mayor se conserva muy bien. Ella detiene su caminar frente a la ventana de la habitación que da lugar al patio trasero del hospital. Es un área verde con muchas flores y ambiente relajante, ahí es donde veo como sacan a los pacientes para sus paseos.
—No soy tan grosera como usted, señora Vlad—soy sorprendida cuando escucho su suave risa y ella gira a mirarme.
—Sí, he sido muy grosera contigo—ella suspira—Breanna Miller, tienes buen nombre—asiento aun confundida con su visita.
—De todas las personas que pensé que vendrían a verme usted nunca llegó a mi mente—confieso sin importarme sonar muy ruda. Ella acerca con la silla para sentarse cerca de mí.
—Te debo una disculpa—bien, como que hoy es el día de dejarme sorprendida—sé que no he sido muy amable contigo, de hecho, siento un poco de vergüenza por cómo me he estado comportando. Sabes que mis nietos son lo único que me queda—asiento porque esta conversación ya la tuvimos—cuando Dominick se volvió un desastre mi único deseo fue que se volviera un hombre de bien, un hombre en que podría confiar la vida de mi nieta y todo el imperio Vlad. Dominick es muy inteligente y está haciendo un buen trabajo, pero que sea un buen jefe no quiere decir que las cosas dentro de su casa vayan bien. Yo solo quiero que mis nietos sean una mujer y un hombre de bien. Ese es mi único deseo—ella tantea y toma mi mano dejándome sin palabras y tensándome un poco.
>> Creí que Patricia era la mejor opción para mi nieto, que ella podría hacerlo convertirse en ese hombre, pero una vez más estuve equivocada porque la única mujer por la cual mi nieto tiene ojos, eres tú—me siento un poco temida ante sus palabras, pero aun así mi cuerpo no se puede relajar, es como si estuviese alerta para que lance su ataque—tengo que decirlo, Dominick es feliz a tu lado—su voz se pone un poco ronca—pensé que mi nieto nunca conseguiría volver a traer esa sonrisa que ilumina todo y esos ojos brillantes, él realmente te ama—ahora si no puedo evitar sonreír.
>> Mis nietos te adoran Breanna y junto a ti son felices. No puedo quitarte los méritos y es cierto lo que me dijiste aquella vez; eres lo que Dominick necesita—no puedo evitar sonreírle y ella me devuelve la sonrisa—tú eres la mujer que él merece porque todo lo que quería es ver a Dominick defender a alguien a capa y espada y él lo hizo por ti. Nunca en todos sus años de vida Dominick ha utilizado nuestro apellido para proteger a alguien, peor lo hizo por ti.
Editado: 14.01.2025