Estoy concentrada en comer de mi nutella mientras veo a mi mejor amiga parecer un alma en pena por toda la casa. Alice es ordenada, pero tampoco la mujer más ordenada del mundo, ambas tenemos nuestras pequeñas crisis de tirar nuestras cosas por los alrededores, es por eso que estoy sorprendida de verla limpiar toda la casa con una canción que podría fácilmente darme depresión por lo triste que es.
Le frunzo el ceño cuando la veo utilizar la escoba de micrófono, conozco a la artista porque es de sus favoritas. Selena Quintanilla. Alice ama esa mujer con su corazón y se sabe todas las canciones. Parpadeo un poco hacia ella cuando canta como si le arrancaran el corazón, la veo ir por una botella de vino que tenemos y darle un largo trago a la botella.
Bien, creo que en unos minutos debo intervenir.
Hace una semana fui dada de alta y la verdad es que me siento bien, aunque hay una pequeña molestia en la herida la he estado cuidando tan bien que sé que pronto sanará por completo. Me levanto cuando la veo darle otro largo trago a su botella. Se la quito de la mano causando que sus ojos negros se posen en mi persona, estas conductas son raras en Alice, por lo general la que es un desastre de persona soy yo, pero ella siempre es más controlada.
—¿Qué pasa?—pregunto alejando la botella de ella, la veo formar una fina línea con sus labios—te has estado comportando raro desde hace días, algo impropio de ti, quise dejarlo pasar, pero esto ya merece ser hablado Alice—ella mira hacia otro lugar antes de soltar la escoba que cae al suelo y pasar las manos por su rostro pareciendo frustrada.
—Soy una idiota Bre—veo como su labio inferior tiembla—lo lastimé, lastimé a Aarón—veo sus ojos cristalizarse y no pierdo el tiempo en moverla para abrazarla.
—No puede ser tan grave—susurro y ella niega.
—Desconfié de él de la peor manera, esto no va a perdonármelo—asegura y me siento con ella a mi lado en el sofá—estaba cabreada y con mucho miedo porque tú estuviste a punto de morir, eso me enloqueció y yo no sabía que Aarón estaba investigando y yo... no quise hacerlo, pero lo acusé porque pensé que era él quien estaba ayudando a esa maniática loca, luego me confesó que me amaba y yo solo... me quedé en silencio—susurra—le dije tantas cosas horribles, si siquiera sé porque lo hice, pero me arrepiento mucho de eso—acaricio su cabello quedándome en silencio, porque sé cuándo ella solo quiere desahogarse sin que nadie la interrumpa—yo lo amo Breanna, realmente me enamoré de él, fui cruel y descargué mi frustración en la única persona que no debí hacerlo—suspiro haciendo que me mire.
—¿Hay algo más?—la veo morder su labio inferior.
—Mi padre está enfermo, mi madre quiere que los visite y dure al menos un año con ellos—siento como el aire se escapa de mis labios porque Alice y yo somos como uña y mugre, siempre juntas.
—¿Y tú quieres hacerlo?—ella niega.
—Amo a mi familia, pero no quiero durar un año allá, mi vida es aquí—se encoge de hombros—pero me siento mala hija—suspiro mirándola.
—No eres mala hija, creo que deberías conversar con ellos y decidir qué quieres, si no quieres ir no te obligues, pero si quieres ir realmente, aunque esté triste te apoyaré—le sonrío—somos nosotras contra todo, siempre nos apoyaremos—ella sonríe.
—Gracias Breanna—susurra.
—Deberías disculparte con Aarón—susurro—aunque si apareces con un lazo desnuda en su cama te aseguro que tendrás al hombre en tus manos—ella se ríe—o mejor, una lencería muy sexy—le guiño un ojo sintiéndome mejor cuando la veo más animada—la Alice que conozco es una domadora de hombres, tendrás que esforzarte para que te perdone, por lo que te sugiero que te des una ducha y vayas a su casa—le guiño un ojo y ella se queda en silencio para luego ponerse de pie.
—Sabes qué, es cierto, no sé a qué le tengo miedo. Me pondré hermosa e iré a su casa, conquistaré su amor nuevamente—asegura asintiendo hacia ella misma—gracias Bre, necesitaba sacar mi cabeza del culo, iré por mi hombre—con una sonrisa la veo alejarse a pasos rápidos hacia su habitación y suspiro dándome cuenta de que tendré días libres y que quiero cierta compañía.
Así que busco mi nuevo teléfono el cual tomo en mis manos y hago unas selfies muy sensuales a mi rostro para luego enviárselas a Dominick, me encantaría ver su cara cuando las vea. Aburrida me pongo de pie y camino hacia mi habitación, escucho a Alice cantar antes de que me grite que se va y la casa quede completamente sola.
Suspiro porque no podré ir a trabajar ya que estoy de licencia, necesito hacer algo más que estar encerrada aquí. Tarareo una canción limpiando mi habitación, puedo visualizarnos a Dominick y a mi sobre la cama cuando él me regaló mi primer orgasmo por parte de él.
Soy tan romántica.
Pero alejo mis calientes pensamientos enfocándome en recoger mi habitación y eso hago mientras pongo música deslizándome por el lugar. Trato de mantener mis pensamientos a raya, pero todos giran en torno a cosas más... ardientes. Bufo porque necesito un acercamiento sexual con Dominick, pero está como si yo fuese una muñeca de porcelana que se romperá en cualquier momento, es realmente un verdadero fastidio.
Cuando todo está en orden me doy un baño disfrutando la sensación del agua en mi piel, pero sigo necesitando más. Es por eso que mis manos se pasean por mi cuello despacio, muerdo mi labio inferior cuando los minutos pasan y mis manos bajan para acariciar mis pechos con delicadeza. Suspiro al encontrar mis pezones erguidos y casi puedo vislumbrar la mirada oscura de Dominick el día de nuestra cita. Gimo suavemente cuando tiro de ellos, pero maldigo cuando escucho el timbre sonar. Espero unos minutos para quien sea que esté afuera se largue, pero siguen tocando como si mundo se fuese a acabar si yo no salgo. Pongo los ojos en blanco cerrando la regadera y tomando mi bata de baño envolviéndome en ella. Salgo dejando un camino de agua, estoy molesta.
Editado: 14.01.2025