La venganza es dulce como Breanna

Capítulo 46

48 horas han pasado.

48 horas donde Dominick ha estado tan irritado y preocupado que es imposible tratar de conversar con él. 48 horas donde Amanda ha tenido dos ataques de pánico, 48 en donde la mansión Vlad ha estado custodiada llena de guardias, policías y ahora agentes que llegaron hace una hora contratados por Dominick.

Muerdo mi labio inferior pasando un paño por la frente de Amanda viéndola dormir, tuvieron que suministrarle un calmante porque estaba muy afectada. Suspiro y paso las manos por mi pelo antes de acomodar las sábanas sobre ella y salir de la habitación.

Bajo las escaleras y el ambiente se siente muy tenso por lo que me apresuro a buscar a Dominick. Lo encuentro discutiendo con uno de los agentes lo que me hace saber que las noticias que le dieron no han sido muy favorables. Joseph se encuentra al lado de su esposa con rostro cansado mientras su señora limpia las lágrimas que se deslizan fuera de sus ojos.

Mis ojos viajan por el amplio salón donde veo como Aarón permanece junto a Dominick hablando con los agentes. Me abrazo a mí misma porque no me gusta la sensación que tengo, es como si algo dentro de mi sabe que las cosas irán a peor, espero que esta sensación sea falsa. Una tos a mi lado me hace girar. Me encuentro con la pequeña sonrisa de Jhon cuando se ubica a mi lado mirando en dirección a Dominick y Aarón.

—Está muy afectado—comenta y suspira—su abuela es de las personas más importantes que tiene, no pensó que sería el objetivo porque ya sabemos cómo es, debe ser realmente doloroso lo que debe estar sintiendo—no digo nada quedándome en completo silencio. Todo es porque me siento molesta con lo que está pasando. Esta familia ya ha tenido suficiente sufrimiento para que una lunática crea que es divertido fastidiar.

—Agna es una perra maldita—susurro y él coloca una mano en mi hombro.

—Aparecerá, sana y salva, solo debemos creer en que será así porque justo ahora lo único que podemos hacer es eso—asiento.

—Aun no sé cómo es que sabían el horario exacto de la señora Vlad. Porque según Dominick me contó, luego de lo sucedido conmigo ella ha estado en alerta y cambió totalmente su rutina fuera de casa—Jhon me gira para abrir los ojos.

—¿Y si alguien aquí dentro está cooperando con ella?—me quedo en silencio con esa hipótesis en mi cabeza.

—Puede ser, la verdad es que ya no sé—susurro y veo como Dominick termina de hablar con el agente para pasar las manos por su rostro apareciendo frustrado. Me quiero acercar, pero no sé si mi presencia es lo que él necesita, pero eso cambia cuando sus ojos recorren el salón hasta encontrarme.

—Ve, él necesita de tu apoyo—Jhon me da un pequeño empujón y camino hacia Dominick.

Mis manos caen en sus caderas cuando las apresó y entierro mi rostro en su pecho, de inmediato él me arropa con sus fuertes brazos.

—Vamos, no has comido absolutamente nada Dominick, por favor—me separo un poco para poder mirar sus ojos. Él se inclina para besar mi frente y acariciar mi rostro.

—Estoy bien—me dice—no tengo hambre—niego mirándolo.

—No estoy bromeando Dominick, vamos a que comas algo, has estado todo este tiempo buscando a tu abuela, pero apenas y has dormitado, vamos a que comas algo—él me mira y veo la negación en su mirada—por favor—susurro.

—Hermano, hazle caso a Breanna—habla Aarón—tratan de que descanse un poco, al parecer a la única persona que escucha es a ti, si sigue a este ritmo enfermará—la mirada que le dedico es para que no me contradiga. Él me reta antes de suspirar y asentir. Sonrío un poco y lo sigo hacia la cocina.

En silencio entramos a la cocina donde veo a Lucia, hemos tratado poco porque no es el momento más alegre. Le doy una pequeña sonrisa y Dominick me abraza con fuerza por detrás.

—¿Quieres que te cocine yo algo?—le pregunto y él niega.

—Quiero tenerte un rato así, por favor—asiento.

—Estaremos en su despacho, lleva algo de comer por favor—ella asiente y me separo de Dominick para poder caminar a su despacho. Estando ahí me siento en el sillón y él a mi lado. Pasa las manos por mis hombros para pegarme a su pecho.

—Tengo mucho miedo Breanna, no le puede pasar nada malo—susurra—¿cómo sigue Amanda?—aspiro su aroma.

—Está bien, durmiendo ahora, deberías hacer lo mismo—no menciona nada y Lucia entra minutos más tarde con lo que le pedimos dejándolo sobre la mesa en silencio—debes comer Dominick, de nada vale que estés tan débil, solo empeorarías las cosas en vez de mejorarlas—él se separa de mi para mirar la comida.

—No tengo apetito—mis manos van a su pelo para darle suaves masajes.

—Vas a comer, pasaremos a ver a Amanda y luego dormirás un rato, si no quieres hacerlo por ti, hazlo por mí, estoy realmente preocupada—él gruñe molesto.

—¿Por qué no me dejan ser feliz Breanna?—pregunta en voz baja—¿no merezco serlo?—niego y lo abrazo con fuerza.

—Tú eres una persona maravillosa que merece toda la felicidad del mundo, pero lamentablemente siempre habrá gente de mierda que odie ver la felicidad del otro. El mundo está plagado de personas envidiosas que codician la felicidad del otro. No tiene nada que ver con que no lo merezcas, porque tú solo has sido una persona que ha sacado adelante a su familia aun con tus propios demonios atormentándote. Todo lo que has hecho es para protegerlos, date más crédito Dominick—él coloca una —mano en mi espalda para apretarme a él.

—La abuela y yo podemos tener muchas diferencias, pero la amo con todo mi corazón Breanna, es mi segunda madre, si algo le pasa yo no podría perdonármelo nunca. Tengo mucho miedo, no quiero que ella salga lastimada, quiero que mi abuela pueda seguir siendo la misma mujer fuerte de siempre—me separo para ver la preocupación en esos ojos que amo—no quiero fallarle como le fallé a Nataly—susurra.

—La recuperaremos Dominick—murmuro besando suavemente sus labios—no le fallaste a Nataly, fue un accidente, tampoco le fallarás a tu abuela, ella es fuerte—susurro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.