Martes 3 de septiembre.
—Apúrate, Kevin... ya pronto llegarán al aeropuerto y tú sigues cambiándote y bañándote, pareces una chica con todo el tiempo que te toma el arreglarte...—grita antes de cerrar la puerta.
—Me estoy cambiando, mensa, ¡toca antes de abrir la puerta!—le grita a su hermana.
Termina de colocarse su jean, toma unos conversse y su suéter, emocionado toma su teléfono y lo arranca de la corriente, haciendo que el adaptador caiga al suelo. —Carajo...—lo acomoda y sale corriendo de la habitación.
—¡Ya estoy listo!—grita mientras baja por las escaleras.
—Por fin...—exclama Jorge al mismo tiempo que se le levanta del sofá y toma las llaves para dirigirse a la puerta.
—La princesa termino de arreglarse—agrega su hermana en forma de burla.
—Diana, ya...—le lanza una mirada amenazante. —Vamos...—su madre les hace un ademán para que salga de la casa y caminen hacia el auto.
Suben al auto y arrancan en dirección al aeropuerto, van algo retrasados de tiempo, pero creen llegar a tiempo. Paola está emocionada por ver de nuevo a sus padres, estuvieron de vacaciones casi 2 meses, durante el trayecto va con una sonrisa y emocionada por llegar a su destino
Transcurridos 45 minutos llegan al aeropuerto, Jorge deja a su esposa e hijos en la entrada del aeropuerto, mientras el va estacionar el auto, mucha gente transcurre por el mismo y es toda una odisea encontrar a las personas. Kevin, Diana y su madre caminan hacia dentro del aeropuerto, llegan a la sala de espera al mismo tiempo que las puertas se abren y los pasajeros comienzan a salir por la puerta.
—¡Ahí están!—grita Kevin mientras corre con sus abuelos. Los abraza al llegar a ellos, ellos sonríen y sueltan sus maletas para abrazarlo a él y a Diana.
—Hijos...—responde Victor entre risas al abrazarlos. —Parece que nos extrañaron...—
—Fue mucho tiempo, por eso quería que me llevaran con ustedes, podía ir en la maleta...—agrega Diana entre lágrimas.
A Kevin también algunas lágrimas lo delatan por la emoción de ver a sus abuelos. Convivir con ellos desde que tiene memoria, cada día de su vida y que de pronto se vayan de viaje por dos semanas, realmente le puso triste.
—Me hubiese gustado llevarlos con nosotros, pero la escuela se los impidió, mis niños...—agrega Graciela, su abuela.
Paola después de contemplar y tomar una fotografía de sus hijos y sus padres abrazados, se acerca a ellos y entre lágrimas los abraza. —Hola... fueron dos meses muy largos—comenta Paola entre lágrimas al abrazarlos.
—Lo sé, hija. Pero ya estamos aquí—Víctor abraza a su hija.
—Las videollamadas realmente nos ayudaron, aunque se nos complicó entenderle a esa cosa de la tecnología...
—Se llama Smartphone, abuela...—agrega Diana entre risas.
—Esa cosa... apenas y supe encontrar lo de videollamadas—ríe mientras toman las maletas y con ayuda de sus nietos, avanzan a ma salida. Jorge se emociona de ver a sus suegros y los abraza para después ayudarles con las maletas y guiarlos a donde está el auto.
Ya en el auto, Victor y Graciela van platicando sobre su viaje, Kevin y Diana van charlando y haciendo preguntas al mismo tiempo.
—El viaje sin duda fue bueno, visitar varias ciudades de Mexico nos sentó bien, tu mamá ya andaba hablando maya después de visitar las pirámides maya—agrega el abuelo bromeando.
—Por poco y me quedo a vivir allá—responde Graciela, riendo.
Kevin y Diana ríen. —Yo también quiero visitar las ruinas maya—agrega Diana.
—Tal vez el próximo año vayamos si nuestros planes salen bien...—contesta Paola mientras va girada a media vuelta escuchando a sus padres y sus anécdotas.
—¿Irás con nosotros abuelo?—inquiere Kevin.
—Sabes que no me perdería ese viaje, hijo—ríe. —Además será pretexto perfecto para pedir quizás mis últimas vacaciones en mi trabajo—agrega mirando al horizonte con una sonrisa.
Camino a casa pasan a un puesto de taxis que es muy conocido por toda la familia, un amigo de hace años que tiene una taqueria, Víctor y Graciela conocen al dueño de hace más de 25 años. El señor de nombre, Ramón. Sonríe al verlos y les señala una mesa desocupada.
—¿Qué hay, camarada?...—Víctor extiende sus brazos mientras ve a su amigo, Ramón se acerca a el y lo saluda con un fuerte abrazo, posteriormente a Graciela y la familia.
—Te perdiste... hace 3 meses que no veía por aquí... ¿ya no te juntas con los pobres?—pregunta con sarcasmo.
Víctor ríe. —Andaba de viaje... deja de platico...—responde mientras se acerca a él para contar anécdotas sobre su viaje.
La familia se sienta en la mesa y esperan sus órdenes de tacos. La abuela de Kevin y Diana continúa platicando algunas cosas que vivió y miro durante su viaje, aunque gran parte de fotos las recibieron ellos vía WhatsApp.
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1:09 AM
Kevin está recostado en su cama, con los ojos abiertos en la obscuridad, meditando y recordando el mini de ate que tuvo con su mejor amigo, le molesta su forma de pensar y cada que escuchar comentarios racistas de su parte, se desvanece una oportunidad de algo con él, esa extraña atracción hacia él le hace dudar cada vez más.
Algunos chicos de nuevo ingreso captaron su atención, solo bajaba la mirada para ocultar su confusión y repetirse en su cabeza una pregunta que se ha hecho miles de veces y que le está matando por dentro: ¿Que me esta pasando?
Después de unos minutos toma su iPhone y vuelve a google, lugar que ha sido testigo de sus búsquedas más turbias y sus secretos más oscuros.