La vida es curiosa

Capitulo 2 Somos curiosos

Hoy lunes por la mañana, me levanté a alistarme para ir al colegio y aprender cosas nuevas. Mientras me estaba alistando, mi madre preparaba el desayuno para mi padre, para mi hermana menor y para mí.

─¡Bruce, baja a desayunar! ¡Ah, y recuerda bajar a tu hermana! ─dijo mi mamá gritando desde la cocina.

─¡Ya voy, mamá! ¡Ok, yo la bajo! ─Fui al cuarto de mi hermana y la llevé hacia el comedor.

─Aquí está tu desayuno, Bruce ─dijo mamá dejando el plato delante de mí.

─Gracias, mamá. ─Me senté y empecé a comer los ricos waffles que hace mamá.

Cuando ya había terminado mi desayuno, fui a mi cuarto a preparar mi mochila y a la cocina a preparar mi lonchera.

─Hijo, ¿ya estás listo para irnos al colegio?

─Sí, papá. Y mi hermana ya está lista para irse a la guardería.

—Entonces, ¿qué esperan? ¡Vámonos!

Cogí de la mano a mi hermana y nos fuimos corriendo hacia el carro.

Y tras unos segundos en el carro, llegamos por fin a la escuela Weed High School, que queda muy cerca de mi barrio, Brooklyn. Me bajé y saludé a mis amigos, que ya habían llegado.

─Hola, ¿cómo están? ─Los saludé con la mano y con un abrazo.

─Bien, ¿y tú?, ¿estudiaste para el examen? ─preguntó Erick.

─¡Claro que sí!

─¿Qué? ¿Cuál examen? ─dijo Alan sorprendido.

─¿Cómo? ¿No estudiaste para el examen? ─insinuó Erick, sabiendo cómo es Alan de olvidadizo.

─Yo sé por qué no estudió ─intervine.

─¿Por qué? ─preguntó Steve intrigado.

─Porque en vez de poner atención en clase, se pone a jugar con sus lápices y borradores. Él piensa que le hablan.

─¡Claro que no! Yo sí pongo atención en clase ─protestó Alan un poco alterado.

─Ah, ¿sí? ¿El examen de qué materia es? ─interrogué poniendo a prueba a Alan.

─Pues, el examen es de la materia... mmm...

─No te esfuerces, amigo ─dijo Erick, y todos nos empezamos a reír.

─¡Ay, amigo!, ¡ja, ja, ja! ─exclamamos al mismo tiempo Erick, Steve y yo.

Mientras nos reíamos, acabó de sonar la campana y nos fuimos directamente hacia el salón, donde cada uno se sentó en su escritorio. Cuando llegó el profesor, toda la clase se quedó callada y él empezó a hablar.

─Buenos días, ¿cómo están? ¿Están preparados para el examen?

─¡Sííí! ─dijimos todos al mismo tiempo.

Y el profe empezó a repartir los exámenes.

De ahí todos empezamos a hacer nuestro examen. Cuando terminamos, sonó la campana y fuimos a recreo. Yo me senté con mis amigos y empezamos a platicar sobre dónde iríamos a investigar primero acerca de todas esas curiosidades que nos gustaria saber.
 



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En el texto hay: romace, aventuras magia fantasa

Editado: 16.11.2019

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