La vida es curiosa

Capitulo 3 El plan

Seguimos en la cafetería hablando Steve y yo, mientras que Erick se le está por acabar la paciencia porque Alan no termina de relatarle sus historias de ninja. Se ve tan gracioso cuando se enoja con él; rueda los ojos, asiente y sonríe irónico. Hace como si le importara lo que dijera, pero en realidad no. Pobre mi amigo Alan, sigue contando alegre su historia, sin saber que Erick está cansado de escuchar lo mismo.

~*~

Hasta que la veo pasar por una de las mesas y noto como si no pudiera moverme del asiento, no sé qué pasa, no comprendo esta sensación. Sin embargo, al observarla se ve que no sabe a dónde sentarse, a lo que decido alzar mi brazo, sonreír y decir con ese gesto que venga con nosotros.

—Nataly, si quieres, ven con nosotros
—observo como mira de un lado a otro, luego su mirada va hacia mí y se señala a ella misma con el dedo, diciendo como: ¿a mí?

—¿Qué estás haciendo? —preguntó Erick frunciendo el ceño.

—No es obvio, llamando a Nataly para que se siente aquí — Alzó una ceja y sonrió. Luego me volteo de nuevo hacia a ella y le vuelvo a decir con la mano que venga.

—¿Tú piensas que se va a sentar con nosotros? Claro que no, no somos sus amigos y... Creo que ella es 'rara' —esa última palabra la dice en un susurro, a lo que frunzo el ceño confundido. Veo que él se rinde y vuelve a lo que estaba haciendo, que eso es estar en su celular viendo videos de boxeo.

—Eso puede cambiar —antes de girarme de nuevo; alzo una ceja, guiño el ojo y la vuelvo a ver hasta qué...

—Si tú lo dices... —observo que él me mira con cara de 'Está bien, haz lo que quieras' y vuelve a lo que estaba haciendo, que eso es estar en su celular viendo videos de boxeo o bromas diver- tidas.

En ese momento cuando volteo, no la veo e intento buscarla con la mirada hasta que siento un olor a perfume frutal y observo que es ella. Esta parada con la bandeja en sus manos y a lado mío con una sonrisa amable.

—¡Hola! ¿Qué tal chicos? —pregunta tocándose la nuca nerviosa— Gracias por invitarme a sentar con ustedes, es que no soy muy sociable —intenta sonreír.

—Pues podemos conocernos mejor y así vemos si tenemos cosas en común, aunque da igual. Se que seriamos grandes amigos —sonrió y ella sonríe devuelta, luego toco el asiento con la palma de mi mano señalándole de que se siente— Ven, siéntate aquí conmigo. Aquí te presento a mis mejores amigos; somos como los cuatro mosqueteros —río un poco ante mi comentario— Pero bueno, a lo que te digo es que sus respectivos nombres son: él es Alan, el de al lado es Steve, este es Erick y yo soy...

—Si, tú eres Bruce. Encantada de conocerlos —me interrumpe y quedo con la boca abierta un poco sorprendido porque sabe mi nombre. Aunque creo que es porque hemos estado en algunos proyectos de la escuela juntos.

De ahí seguimos hablando y conociéndonos, luego de habernos presentado cada uno. Nataly nos contó que ella prefiere estar sola, es una persona solitaria que se mantiene escuchando música Rock o clásica a lado de un árbol, mientras dura el recreo.

Ella dice que eso la hace sentir viva y cerca de su padre, ya que hace unos días nos contó que murió. A lo que le dijimos que no prosiguiera, sabemos cómo se siente cuando perdemos a un ser querido y tampoco queríamos incomodarla.

Después de eso se me vino una idea a la mente: "¿Por qué no la invito a nuestra salida de exploración?". Es algo que hacemos entre amigos; vamos a algún lugar, lo exploramos y vemos que hay de curioso en él, para poder investigar que significa aquel objeto extraño. También hacemos actividades; ya sea jugar a la pelota, meternos en el río a ver algunos peces o contamos historias junto a la fogata a la luz de la luna. Y por eso se me ocurrió invitar a Nataly este viernes a ir con nosotros.

—Oye, se me ocurrió algo. Si quieres puedes venir a acompañarnos este viernes a explorar —volteo mi cuerpo en el asiento para mirarla.

—Ehm, claro que sí. Me encantaría aceptar tu propuesta, aunque no se si les estorbe o si todos están de acuerdo
—me mira y luego a los demás, riendo nerviosa.

—¡Claro que sí! ¿Qué dicen, chicos?
—hablo un poco emocionado y volteo a mirar a mis amigos esperando su respuesta.

—Pues a mí me parece bien... —Alan y Steve se miran a los ojos luego de ver que hablaron al mismo tiempo. Disimulo mi risa ante esa escena.

—¿Y tú que dices Erick? —volteo a mirarlo tocándole el hombro, viendo de reojo que está jugando lucha libre en su celular.

—Ehm, no sé. Tú sabes cuál será mi respuesta, es que no la... —no termina porque lo interrumpo mientras ruedo los ojos.

—Ay, amigo. No seas así, por favor, di que si —hago carita de cachorro para que acepte y veo como mira hacia el techo suspirando.

—Está bien, que venga con nosotros
—habla no muy convencido y me abalanzo hacia él para darle un abrazo de hermanos. Él me intenta quitar, pero antes de eso, ya estoy al otro lado miran- do a Nataly, sonriéndole emocionado.

—Bien, vas a venir y te divertirás al máximo. Ya verás que si —le guiñó un ojo.

—Se que sí, ahí estaré. Gracias por invitarme —sonríe y admito que eso me pone demasiado feliz. Ese día es especial y no sabremos lo que nos espera, a lo que me emociona más. Porque las sorpresas siempre dejan algo de curiosidad y querrás investigar más sobre eso.



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En el texto hay: romance, fantasía drama romance

Editado: 09.12.2025

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