Empezamos a caminarrumbo a buscara Nataly, a ver qué lehabía pasado. Por los gritosque habíamos escuchado, nos preocupamos bastante ypor eso decidimos seguir su rastro. Ya que con ella llevo una canasta de flores lilas, que me dijo que quería dejarlas en el camino de este bosque tan hermoso.
Seguimos los cuatro en busca de donde podría haber ido, no entendemos que le habrá pasado. Por eso caminamos por varios lados, hasta que detenemos nuestro andar y miramos de un lado a otro, escuchando el ruido que sale de alguna parte de este lugar tan grande, pero después de unos segundos vemos que salen brillos azules a nuestro alrededor y luego... Una luz se pone delante de nosotros, mientras suena la melodía de un arpa.
—Oigan, ¿ven esa luz brillante? Sigámosla. —Señalo a donde está en frente de nosotros y decido seguirla, a lo que mis amigos van detrás de mí.
La luz nos guiaba hacia un árbol extraño: era gigante, sus hojas caían cada vez que cambia de color verde a azul, tenía un hueco grande en el palo y también le salían notas de música por arriba de él. Era todo un caso, era sorpréndete lo que habíamos encontrado.
—Ehm, creo que deberíamos irnos. Esto se pone... Un poco raro —Propuso Erick mirando el árbol mordiéndose el labio, parece asustado por primera vez. Ya que él dice que es muy fuerte y nada lo asusta.
—¿Qué? ¿Te vas a rendir tan fácil? Tenemos que encontrar a Nataly— Habla Steve ni tan sorprendido de lo que dice Erick.
—Steve tiene razón. No podemos dejarla, no sabemos a dónde fue y ni si quisiera se si alguien le hizo una trampa para atraparla o algo— Sé que estoy exagerando, pero en serio me preocupa. Hasta me estoy comiendo las uñas de los nervios.
—¿A quién? — Pregunta Alan que apenas se entera de la conversación ya que se distrae solo con ver un pájaro y está en otro mundo.
—¡En serio, Alan! Tenemos que buscar a Nataly— Erick le habla duro con la poca paciencia que tiene de escuchar las cosas que dice nuestro amigo.
—Déjalo. Tú sabes cómo es Alan, es distraído. Él simplemente que nos siga— Alegué relajado, tocándole el hombro.
—Bien, está bien. Haré lo posible de calmarme— Asintió Erick respirando profundo.
Luego de relajar a Erick, decidimos tocar la luz todos juntos y vemos que nos absorbe hacia el árbol. Sentimos tanto miedo de que nos absorbiera que, ni gritamos solo quedamos con los ojos abiertos y el cuerpo paralizado. Pero eso no duro tanto, porque vemos que llegamos como a otro lugar; lleno de colores, las nubes del cielo giran, caballos con alas, letras bailarinas dándonos la bienvenida y no hay árboles, lo que hay son flores y arbustos pequeños. Seguimos en trance, pero no asustados, sino que sor- prendidos de lo que estábamos viendo.
—Oigan, hay cosas muy interesantes aquí. Por ejemplo, miren ese animal mitad oso y mitad elefante o esas flores por allí que brillan mucho de color plata. —comentó Steve asombrado, anotando en su libreta. No me pregunten, él siempre trae algo con lo que tenga que ver con el estudio.
—Sí, tienes razón. Deberíamos descubrir bien este lugar, pero primero hay que buscar a Nataly — Opiné, mordiéndome el labio y viendo a ver por donde buscamos en este mundo, para poder encontrarla.
—Tranquilo, si la vamos a encontrar. Sin embargo; mira bien este mundo, todo lo que tiene. Por ejemplo, yo veo una estatua igualita de nerd a Steve, con lentes y morenito— Habla Erick con breve sarcasmo y Steve frunce el ceño —. Ja, ja, ja; tranquilo, no es verdad. Lo que veo son montañas haciendo música con sus manos que son ramas y también hay rocas gigantes con formas de rostros o animales que nunca había visto antes. No es mentira; véanlo, ahí está
—Señala Erick hacia dónde están las montañas grandes. Y sí, tiene razón. Hay animales que solo con ver el nombre en una tabla de madera, ya se sabe que son: "PajaArdilla". También vemos como tocan las montañas como si fueran un piano, es algo alucinante.
Nos quedamos un rato escuchando y mirando la música que salía de esas montañas y viendo como los animales bailaban.
—¡Guau! ¡Es hermoso! Voy a tirarme al agua brillante con peces grandes
— Mientras Alan el pelirrojo; camina hacia el agua, hay mismo decido jalarlo de la camiseta.
—Espera Alan, todavía no hagamos nada hasta que busquemos...
—A Nataly, lo sabemos. Pareciera que estuvieras obsesionado con ella, bájale dos rayitas a esa obsesión, si— Me mira Erick cansado de escucharme a hablar de Nataly.
—Solo déjalo, que hable de lo que quiera— Habla Steve despreocupado, se ve que está concentrado anotando todo lo del mundo en su libreta.
Woow, nunca pensé que me preocupara tanto por ella, tengo que parar con eso. No quiero que se enteren de que me gusta o no sé.
Nos alejamos de allí, de todo lo que estábamos viendo y seguimos en busca de Nat. Mejor dicho, Nataly.
Fuimos por un camino que se iluminaba de color morado, lo seguimos durante varios minutos. Hasta que llegamos a una casa pequeña. Decidimos entrar en ella y comprobamos que adentro, la casa era más grande de lo que parecía. Entramos y vimos a Nataly limpiar la casa.
Ella nos ve y nos quedamos mirando frente a frente.