Todo lo que había hablado con Yara, obvio me quedé pensando. ¿Será que volveremos a nuestro mundo? No lo sé.
Había amanecido, pero al despertarnos escuchamos un ruido extraño, difícil de describir. Les dijimos a las chicas que se quedaran adentro con Ossian, Alan y Steve. Fui saliendo poco a poco con Erick, y oíamos el ruido más fuerte cada vez que nos acercábamos. Salimos de un fuerte golpe y no se imaginan lo que vimos. Era una criatura tierna, pero a la vez ¿fea? No sé, no podría describirla bien. Pero no importa, Erick y yo nos acercamos y la tocamos. Suponíamos que nos iba a hacer algo, pero no lo hizo. Cuando la empecé a tocar, Erick le vio como un tatuaje o dibujo en su pierna. Me lo mostró y vi ese dibujo confuso y raro. Tenía dibujado un círculo y dentro de este aparecían las letras R y T. ¿Pero qué significaba este símbolo? Era algo sorprendente y se lo teníamos que decir a Yara, así que cogimos a la criatura con cuidado y nos fuimos corriendo hacia dentro, donde estaban los demás.
Cuando le mostramos el dibujo que tenía la criatura, Yara quedó con los ojos muy abiertos y no se movía. Entonces, los demás y yo la cogimos, decidimos ponerla en un puf, al lado de la ventana grande.
Intentamos que hablara y moviera los ojos, le dimos agua, pero no la recibió, traíamos su arpa para ver si eso la despertaba de su trance, sin embargo, todo lo que hicimos termino en vano. Porque su mirada solo ponía atención a un lado, a nada más. De repente, le di un chasquido frente a su rostro y ahí mismo reacciono. No se porque eso si dio, pero al fin despertó.
—¡Ay, chicos, me dieron un susto!
—exclamó Yara exaltada.
—Ok, tranquila. Solo vinimos a mostrarte esta criatura que vimos al lado del árbol. —Le dejé la criatura delante de ella.
—No, otra vez esa criatura... —dijo en un susurro, mientras sus manos temblaban.
—¡¿Qué pasa, Yara!? —interrogué preocupado.
—¿Qué? No, nada. Es que esta criatura me hace recordar... momentos del pasado que hubo... aquí en mi-i mu-undo —explicó casi sin habla, estaba casi por desmayarse. Pero Erick y Steve la sostenían para que no se cayera, la estaban cuidando.
—Puedes confiar en nosotros, ¿qué paso realmente en esa época? —intervine intrigado, mientras acercaba una silla para sentarme delante de ella y le doy el vaso con agua, a lo que ella lo recibe y toma un sorbo para calmarse.
—No me siento con ánimos para decirles. ¿Pueden dejarme sola por un momento y sacar a esa criatura, por favor? —se toca la cabeza y arruga un poco los ojos, por el dolor.
—Pero, Yara... —Perdón, es que en realidad quiero saber que pasa.
—Bruce, déjala. Necesita tiempo. Ven y mejor ayúdame a sacar esta criatura de aquí —aconsejó Erick acercándose, tocando mi hombro y mirándome para que lo acompañara.
—Bien, llevémonosla —suspiré siguiendo a Erick, pero voltee por última vez a donde ella preocupado y luego puse atención a la dirección de mi amigo.
~*~
Mientras Nataly ayudaba a tranquilizar a Yara, me quedé mirando hacia la ventana grande y vi a la criatura donde la habíamos dejado afuera. Me quedé pensando, mirando y preguntándome a mí mismo qué significaría aquel símbolo que tenía la criatura y qué pasará con Midgar Fantasy. ¿Será que sí lo salvaremos? ¿Y Nataly? ¿Sentirá lo mismo por mí que siento yo por ella?
No sé, pero hay mucho que descubrir, y en dos días. ¿Estaremos preparados para esta aventura que se nos viene y así poder saber todas esas respuestas de aquellas preguntas sobre este mundo?
Mientras me quedaba bloqueado en mis pensamientos, tirado en el suelo tomando una “gasesy” brillante color verde, sentí una mano en mi hombro que me hizo salir de mi mente; vi que era Nataly con su sonrisa amable.
—¿En qué estás pensando? —se sentó a mi lado.
—¿Yo? No, nada —meneo la cabeza, intentando darle una sonrisa para que no se preocupe.
—No me mientas, Bruce —me observa alzando una ceja. Siento que ahora en adelante no puedo mentirle, es como si su mirada me dijera que sabe lo que pasa a su alrededor. Parece a veces psíquica o estoy loco. Algunas de esas dos es la respuesta.
—Okay. Estaba pensando en Midgar Fantasy, en Yara cómo se puso con la criatura y en... —antes de decirle a Nataly que también estaba pensando en ella, me quede paralizado porque no sabía si le gustaba también.
—Bruce, ¿estás bien? ¿Te pasa algo?
—me toca el hombro pre- ocupada y salgo de mi trance para volver hablar.
—¿Qué? No, nada —me da una mirada amable, que me hace dudar si en verdad confío en mi respuesta. Pero no le pongo aten- ción, solo sonrió y ya.
—Okay, ¿me vas a seguir contando? —me toca la mano inten- tando animarme y cuando siento ese cálido gesto me siento nervioso, intento respirar y tranquilizarme para que no se de cuenta.
—No, solo era eso. Ah, y te quería preguntar si Yara está un poco mejor
—pregunto preocupado.
—Sí, la lleve a su hamaca y está un poco más relajada —me suelta la mano y sonríe honesta.
—Ah, bueno, entonces no necesitaremos a una psicóloga para que la ayude, te tenemos a ti..., ja, ja. —Reí un poco nervioso. No se que cosas se me ocurren cuando hablo con ella.
—Ja, ja... Sí, me tienen a mí. —Nos reímos juntos. De repente empiezo a perderme en la conversación, mi mirada se pierde en sus hermosos labios rosa pálidos y sus ojos, ¡Es tan linda!... Observo que ella paro de reír y queda un poco avergonzada. Creo que se dio cuenta de que la estaba mirando mucho.
Nos levantamos los dos apenados y nos fuimos acostar a las hamacas. Lo bueno era que su hamaca y la mía no estaban al lado, por lo que pude acostarme tranquilo.
Porque mañana, era un nuevo día de prepararnos para luchar por Midgar Fantasy y por él... ¿amor?
No sé, no me hagan caso, parece que la confusión sigue pre- sente en mi vida.