Congelados sin decir nada, Alicia seguía en el suelo. Pálida y no sabía qué hacer. Cuando de repente, escuche que venía alguien. Reaccioné hay mismo, me fui directo a donde Alicia, me puse detrás de ella, coloqué su brazo alrededor de mi cuello, recogí las cartas, las metí rápido en el cofre y lo puse detrás de mí. Luego le limpie los ojos con un trapo que estaba en su escritorio, para que el que viniera no se diera cuenta de lo sucedido.
Cuando intento sentar a Alicia en la silla de su escritorio, veo que entra Nataly. Me pongo nervioso, no sé cómo pueda reaccionar.
—Hola, Bruce ¿Qué haces? — Nataly pregunta confundida, viendo el brazo de Alicia detrás de mi cuello. Ojalá no piense mal.
—Eh... — me rasco la cabeza nervioso —No, nada, tranquila. Solo estaba ayudando a Alicia porque se había mareado, es por eso, nada más —fue la única excusa que se me vino a la mente. Nataly me mira de reojo, como analizando si estoy mintiendo o no.
—Bien, te creo. Pero si me doy cuenta de que me estás min- tiendo... —hace un gesto con sus dedos señalándome a mí y después a ella, luego sonríe —Eh, Bruce, estamos probando un juego que nos enseñó Yara, si quieres venir con nosotros, ven ¿okay? —asiento y ella se va.
~*~
Luego después de haberle mentido a Nataly, cosa que me hace sentir mal. Ojalá que cuando le pueda decir, no se enoje. Pero bueno, llegando al punto, por fin Alicia está un poco más tranquila, se había quedado como media hora viendo las cartas que le habían enviado y yo de curioso viendo los libros que tenía ordenados en su oficina.
—Este libro se ve interesante, "Las Aventuras de Tom Sawyer". Lo conozco, he querido leerlo, pero no he tenido dinero suficiente— digo para soltar un poco la tensión que hay en el ambiente y para que Alicia pudiera hablar de una vez por todas, soltar lo que tiene guardado.
—Eh... ¿Qué-que es dinero? — alza su mirada hacia donde estoy a lado de las estanterías de libros. Ella me mira frunciendo él ceño.
—No importa, solo dime que significan esas cartas— digo sin más. Me dirijo hacia donde ella, en el escritorio.
—Ah... Ehm, Nada... —habla meneando la cabeza, haciéndose la que no sabe nada.
—Puedes confiar en mi ¿quién te las envió? —me siento en una de las sillas decorada con hojas de árboles. Quedo en frente de ella, dándole una mirada de ánimo para que me cuente.
—Ah... Bien, te contaré— suspira —Me las envió mi herma- no— cuando suelta tan rápido esa frase, abro bien los ojos de la sorpresa. ¡¿Ella tiene un hermano!? Y ¿Yara sabe de esto?
—¿Co-Como así, como que tienes un hermano y porque te enviaría esas cartas? —digo sin poder creérmelo. Acercándome un poco más al escritorio.
—Te contaré, ponte cómodo— respira profundo y yo asiento —Okay, es que esto es muy difícil para mí— cierra los ojos y suspira.
—Tranquila, respira hondo. Inhala y exhala —ella asiente y lo hace.
—Bueno, aquí va. Las cartas que ves, me las envió él, como observas cada una tiene escrito algo; la primera dice "Esto no se ha acabado". Bueno... Lo que trata de decir, es que el BigTroll ese al que se enfrentaron no existe, fue un invento de él— ¿acaso oí mal? —lo hizo solo para distraernos, para poder seguir con su verdadero plan, que sé que es destruirnos, especialmente a mi... —suspira.
—Entonces lo que me acabas de decir es que esto aún no se acabado ¿Cierto? — asiente. Intento asimilar un poco las cosas — Hay que decirles a los chicos— digo de repente. Todos deberían de saberlo, esto es importante.
—No, todavía no... Si Yara se entera de que tiene un herma- no, no sé cómo reaccionaría. Solo déjame a mí que yo busque el momento para poder contárselos ¿okay?
—Está bien— asiento un poco dudoso.
—Y bueno, ¿en qué estábamos? —coge la segunda carta
—Bien, esta dice "¿Recuerdas a Patrick?". Esta hace referencia a mi hermano, porque él se llama Patrick. En la carta me dice que todo lo que ha pasado en "Midgar Fantasy" es obra de él y que va a luchar con todas sus fuerzas para destruirnos... —se detiene por un momento, suspira y mira hacia abajo. Luego se incorpora de nuevo y sigue hablando —Aah... La tercera dice "Todo es tu culpa". Es que entre él y yo paso algo en el pasado, no fue bueno. Por eso es que me sorprendieron sus cartas y hablando de Yara, el sí la conoce, pero no la conoce en persona. Yara no sabe nada sobre él— se sienta en su silla. La noto cansada.
—Bien, comprendo. Pero lo que no entiendo es porque hace todo esto y porque que te echa la culpa, explícame— digo intrigado.
—Es duro, pero te lo voy a explicar. —vuelve a retomar el relato; cierra los ojos, los abre y suspira —Cuando él vivía con nosotros; Yara no había nacido, la relación que teníamos no era muy unida, pero tampoco nos odiábamos. Cada uno por su lado, ¿me entiendes? —asiento
—Pero lleguemos a la parte importante. Un día mama y papa estaban preparando una fiesta de magia para Patrick, la fiesta se trataba de darle sus primeros poderes a el hermano mayor. Una parte de mi estaba feliz por él, pero la otra... — parece que se le dificulta seguir hablando. Cierra los ojos y respira profundo — Tenía celos de él, entonces cuando lo estaban preparando para la entrega de poderes yo... yo... yo hice... Algo... Horrible— dice casi sin habla. Tiene el rostro pálido.
—¿Qué hiciste? — perdón, pero soy muy curioso.
—Patrick estaba preparándose y yo... — en serio se le ve mal, tiene el rostro pálido —Cogí su varita y el cofre donde estaban sus poderes; moví la varita de un lado al otro, abrí el cofre, y de repente salió toda la magia. Se fueron directos hacia él, dándole en su rostro y de la varita salió un poder que llego a mi hermano, le pinto el cabello de color rojo.
—¿Qué? ¿En serio hiciste eso? — digo sin poder creerlo. No puedo creer que le hizo eso a su hermano, con razón envió esas cartas.
—Sí. Y cada día me arrepiento de lo que hice. Por eso entiendo, por qué esta así de enojado y me envió esas cartas. —dice con culpa —cuando paso ese desastre que le hice, no lo volví a ver en fantiaños— frunzo el ceño, por la palabra que acaba de decir. Ella mira que no entendí.