Capítulo 25 Empiezan los retos

Estaba ahí viendo a ver dónde esconderme o irme de vuelta a la sala sin que me vieran. Pero de repente, ellas voltean su rostro y abren los ojos. Me paralizo, no sé qué hacer.

—Oye, Bruce ¿Qué haces aquí? — Yara viene hacia a mí, un poco nerviosa. Porque veo que se toca el cabello. Luego pone su brazo alrededor de mi cuello, haciéndome voltear al otro lado como para que no vea nada.

—No nada, solo vine a buscarlas a ver a donde estaban. Ya que eran las únicas que no había visto en la sala— me toco la cabeza pensativo, para luego respirar y hablar —Y... ¿Está todo bien?

—Si, tu tranquilo. Todo está bien por acá. Tu solo vuelve y relájate, que nosotras sabemos lo que hacemos— me saca lenta- mente del balcón, cierra la puerta con seguro. No la vuelvo a ver, porque se va corriendo hacia el otro lado del balcón.

~*~

Cuando iba a volver a la sala, me choque en el camino con Steve, que estaba con los ojos medio abiertos del cansancio. Es- tamos en un pasillo pequeño, donde se oyen todos esos ruidos terroríficos y esas paredes decoradas de monstruos feos. Solo con ver ese pasillo, estoy que me desmayo.

—Ay, hola... Hola, hermano ¿Qué haces? —Obvio que acaba de despertar. Tiene su cabello negro despelucado, sus ojeras están decaídas.

—No, nada. Solo que me levante a buscar a las chicas. Y sabes. las vi muy sospechosas— miro para un lado, frunciendo el ceño.

—¿Qué?... Las chicas bailan... —habla tan dormido que no sabe ni lo que dice.

—Sospechosas, Steve— le repito.

—¿Qué? ¿Qué cantan? —sigue medio dormido.

—No, sospecho... Ay, sabes que, nada. Mejor vuelve a dormir— digo cansado de repetirle.

—Bien... — sonríe medio dormido, se voltea y cuando llega a la puerta de la sala, se choca con ella— ¡Auch! Ji, ji, ji, me choque horrible— dice como si nada. ¿Acaso no le dolió?

—Ay, sabes que, yo te abro la puerta— voy hacia donde el, la abro y lo acompaño hacia el mueble.

~*~

Cuando llegamos de vuelta, veo que Erick esta debajo de Alicia. El rostro de ella está encima del pecho de Erick, pero que ¿está pasando aquí? Después de unos minutos que me fui, ya estos dos están juntos, pero muy juntos.

—Ven Steve, ya llegamos. Acuéstate aquí— lo llevo a su sofá cama, luego me dirijo hacia Erick y Alicia. Están sonriendo, tocándose las narices muy cariñosos.

—Gracias, amigo— se acomoda otra vez en su sofá cama y vuelve a tomar una siesta.

—Oigan, ustedes dos porque están tan juntos. ¿Qué paso? — me miran fijamente nerviosos.

—Ehm... Aaah... Es que Erick y yo. — mira para abajo, tocándose los dedos. Esta nerviosa.

—Yo le cuento hermosa. — ¡Hermosa! ¿Qué se traen estos dos? —Es que nos dimos cuenta un par de minutos, que nos gustamos desde que venimos— me señala a mí, a Steve y luego a él. —Y no habíamos caído en cuenta. Pero me dije a mismo que tenía que dar el primer paso, decirle que me gusta. Y lo hice— se miran entre ellos sonriéndose.

—¡Guauuu! Pues quedé en shock, porque nunca pensé en verlos así. Pero como dicen, la vida te trae muchas sorpresas— abro la boca de la sorpresa, para luego cerrarla y sonreír orgulloso por ellos.

—Eso es verdad, solo hay que vivir el momento y dejar que la vida nos sorprenda— dice Alicia mientras veo que le brillan los ojos cuando ve a Erick. Se ven bien juntos.

—Pero nunca dejar de creer, en que, si se pueden lograr muchas cosas buenas, hasta las más imposibles. Solo hay que creer, confiar y actuar— asienten y sonríen al mismo tiempo.

—Bueno, bueno, que lindo fue todo eso— volteamos nuestros rostros, cuando vemos a Patrick llegar. Esta aplaudiendo y sonriendo a la vez, en un modo sarcástico —Obvio que no, solo vine avisarles que ya están los retos listos. Empiezan a las dos de la tarde fantiaños. ¿Bien? —le iba a responder, pero él ya se había ido. El me da un dolor de cabeza.

~*~

Mientras Steve descansaba, Erick y Alicia hablaban. Yo seguía pensando en lo que estaban haciendo Yara y Nataly, cuando las vi esta mañana en el balcón. Se veían tan raras, tenían una mesa con un mantel blanco, flores, decoraciones, de todo. ¿Qué estarán tramando?

Antes de volver otra vez a donde ellas, escuche unos pasos que venían hacia nosotros. Me asuste un poco al principio, pero al ver que eran ellas que estaban riendo felices, me calme. Y no me pregunten, porque no sé qué hacen tan felices.

—Ah, hola, chicos ¿Qué hacen? — las miro intentando descifrar que es lo que piensan.

—No, nada. Aquí esperando a que nos digan que están haciendo. —Las miro serio.

—Ehm... ¿Qué?... Nosotras esconder algo... —noto que Yara esta nerviosa. Solo con hablar, ya se traba un poco.

—Si, Bruce, estas loquito de la cabeza. Co-Como, te vamos a esconder algo— sé que no me está diciendo la verdad Nataly. Porque noto como se coge un mechón de cabello nerviosa.

—Ay ya, chicas. Se que me están mintiendo. Sin rodeos, díganme ya. — ruedo un poco los ojos, cansado de que escondan algo.

—¿Qué cómo crees? — sigue nerviosa.

—Lo sé, por como tocas un mechón de tu cabello— cuando ella se da cuenta de que me fije en ese detalle, deja de hacer lo que estaba haciendo rápidamente —Y Yara como mira para todos lados —la otra también mira que me fije en ese detalle y lo deja de hacer.

—Ay, bueno. Parece que te diste cuenta de que te estamos mintiendo— suelta Yara rindiéndose.

—No, en serio, no me había dado cuenta— alzo las dos cejas, hablando en modo sarcástico.

—Bruce, ya en serio— Nataly me da una de esas miradas tiernas, que dicen: "Solo créenos, si".

—Bien, entonces díganme que es lo que esconden. —pregunto intrigado.

—Es que Nataly y yo estábamos planeando algo especial para ti. — ¿Estoy escuchando bien? Algo especial para mí, dijo —Si, algo especial para ti. Nataly me dijo que estás de cumpleaños y quiso darte una sorpresa. — Estoy sorprendido.

—A mí, una sorpresa de cumpleaños. — Abro los ojos. Ni yo me había acordado de mi cumple.