Capítulo calientito... Les gustará, yo lo sé, sólo, les pido, que escuchen: "Wenn sie tanzt", por favor, :) .
El comienzo del desastre eminente V
Dejé que el aquel rezago de aire creado al estar dando vueltas, moviera un poco mi cabello y el vestido que traía puesto, mis brazos extendidos no chocaban con nada y en cierta parte me felicitaba por dejar despejado el centro de mi habitación.
—Tienes que elegir una carrera que te deje dinero, ninguna otra te podrá ayudar a que vivas bien y consigas lo que quieras.— Escucho las palabras dichas por mi hermana las recordaba como disco rayado, porque hace unos días me lo soltó nuevamente en un momento, sin motivo oculto aparente detrás de ello.
El tiempo corría, y en menos de un mes, ya tenía que llenar los documentos. Pero aún sabiendolo no tenía una decisión clara.
Sentí una lagríma correr por mi mejilla, no intente si quiera limpiarla.
—Primero estudia una carrera que te de para sobrevivir y luego puedes hacer lo que quieras.— Las palabras que escuchaba casi a diario de mi madre, era algo que me hacía sentir insegura y ahogada, yo no estaba segura de si realmente iba a hacer bien al no seguir lo que decía.
—Lo económico y la tecnología es lo que estará presente, así que si estudias alguno de ello, no tendrás porque preocuparte del empleo.— Lo que dijo mi padre, también se encuentra presente.
Continué dando vueltas al medio de la sala, con mis audífonos puestos con la música tan alto cómo para tratar de callar todos los murmullos de sus consejos que no hacían más que confudirme, estaba segura de que sin ellos tal vez y sólo tal vez estaría menos pérdida.
—Tranquilidad y alegría fue lo que sentí al estar en el recorrido de la universidad, a la que estoy segura de ir, no me veo en algún otro lado.— Recuerdo las palabras de una de mis amigas que había ido a tomar una clase de artes visuales en donde quería estudiar.
Salió una respiración entrecortada de mis labios al recordar sus palabras, a las únicas que había ido, eran de economía, ingenierá y la de danza, para realmente saber que descartaría con certeza; al ir a la de economía, supe que había hecho mal al aceptar que mi hermana me acompañará, ella realmente odiaba lo que decían, le fastidiaba y la emoción que me provocaba, por mucha o poca que fuera, fue aminorada por su fastidio. Ese día simplemente, me encerré en mi cuarto sin llorar, solamente pensando en lo que tenía que hacer, enojada un poco conmigo misma por haber aceptado que me acompañara.
Cuando fui a la de ingeniería, no sentí absolutamente algo que me motivara para elegirla como algo para que dedicarme a pesar de saber que era lo que todos recomendaban desde los profesores, no era algo que me apasionara y en lo que me viera trabajando en ello en el futuro, a ciencia cierta.
En la de danza, no había podido entrar, por el cupo y sin embargo, al estar a fuera, pude apreciarla un poco y me llenó de interés; sin embargo al ir por segunda vez me sentí nerviosa, sin saber el motivo. El ir dos veces había sido con la intención de simplemente cerciorarme, si esto era realmente algo que llamará mi atención para poder luchar por un lugar en ella.
No me detuve en ningún instante, la música que invadía mis oídos a pesar de no conocer todo su significado realmente me gustaba, era algo que no conocía mi familia, ni muchos de mis amigos y eso sencillamente me hacía sentir un poco mejor. Puede que fuera un poco egoísta pero había instantes en los que me gustaba que nadie conociera esa pequeña parte de mí, porque así, sencillamente no me juzgarían y así no serían capaz de poder compararme con los demás.
Las lágrimas corrían, no quería detenerlas.Todo sería tan fácil si pudiera hacer todo a mi manera o si algo me diera una pequeña noción de lo que quería y lo que era para mi, pero estaba segura de que no podía hacer las cosas que quisiera con la libertad que anhelaba, porque sus miradas me juzgarían y todo lo dicho estaría sobre mi, además nada era fácil en esta vida.
Intenté por un momento ignorar todo y simplemente tratar de cantar, moviendo mis labios a pesar de que mi pronunciación no era el más adecuado, sin conocer las palabras; pero aún así lo intente. Por un minuto aunque fuera mínimo quería ser capaz de volver a sentirme sin preocupaciones, sin necesidad de tomar una decisión tal, que me llevará a vivir lo mejor de mi vida o incluso lo peor de ella, aquella que fuera capaz de hacerme feliz o llorar por lo que sería de mi vida.
Todo en mi era un remolino de emociones, la inseguridad se estaba haciendo presente cuando antes ni siquiera sabía que estaba allí; y lo único que podía hacer menguar por un instante todo ello, era la música con letra alemana y el bailar a un compás tan raro y extraño cómo la música en si para alguien que no la había escuchado antes en su vida.