El quest navideño (7)

En esa fiesta hubo mucha diversión.

Al principio, todos se presentaban unos a otros, sacando papelitos de un gran gorro de Santa Claus. Había que contar alguna historia graciosa de los años escolares. Todos se divertían, incluso Valentyna se calmó porque Gordiy resultó ser el alma de la compañía, hacía muchos chistes y repartía cumplidos.

Oksana Vasylivna al principio fingía ser una señora muy estricta, pero bajo el influjo del buen humor recordó una anécdota interesante, aunque no sobre ella misma, sino sobre uno de sus alumnos, pues resultó ser una exprofesora. Luego hubo una deliciosa cena con manjares de los Cárpatos y un licor casero especial. Después de la cena se esperaba la presentación de un cantante local invitado.

—Y ahora, antes de que nos cante nuestra estrella Veles, les proponemos conocer su futuro —anunció el presentador—. Hemos invitado a nuestra fiesta a un verdadero molfar carpático*, que pronosticará el destino a quien quiera. ¿Quién se anima?

—¡Sí! —gritaron todos, pues les interesaba escuchar esas predicciones.

El molfar era un hombre de unos cincuenta años, robusto, con bigotes largos y una mirada penetrante.

A cada persona que se acercaba, le tomaba la mano, miraba a los ojos y decía alguna frase. Por turno comenzaron a acercarse también los festejantes de la tercera mesa.

Al molfar, Valentyna le dijeron: «Pronto te casarás», y ella estaba en el séptimo cielo de felicidad. A Tetiana la miró largo rato a los ojos, luego negó con la cabeza y pronunció: «Todo es inestable, confuso. Tú misma has arruinado tu destino. Si cambias, todo estará bien, pero si permaneces como estás, no habrá felicidad». A Stepan le susurró algo al oído, y él volvió a la mesa desconcertado y preocupado.

Pero a Oksana Vasylivna la miró largo y fijo, le tomó la mano, la observó bien y de pronto gritó con fuerza:

—¡Oksana, ¿eres tú?!

Todos se inquietaron. Oksana Vasylivna quedó atónita, también empezó a mirar al molfar. Y palideció al reconocerlo.

—¡Soy yo, Vasyl, ¿recuerdas nuestros años de estudiantes? ¡Estaba loco por ti! —el señor Vasyl le sujetaba la mano y le miraba fijamente a los ojos.

La mujer, evidentemente, también reconoció al hombre, porque de repente se sonrojó y pareció rejuvenecer unos diez años. ¡Vaya giro inesperado! El salón se enterneció con aquella escena romántica, y el presentador no se perdió y lo aprovechó a su favor.

—Amigos, veo que aquí se han reencontrado unos enamorados después de muchos años. ¡Qué romántico! Está claro que sólo en nuestro quest y en nuestro hotel pueden suceder eventos tan interesantes, asombrosos y románticos.

Oksana Vasylivna se sentó en su lugar, y el molfar continuó con sus profecías, pero sus ojos no dejaban de mirar hacia la mesa donde ella estaba.

—Sí, estudiamos juntos —explicó la mujer, emocionada, a los vecinos de la mesa—. Incluso salimos un tiempo, pero después conocí a mi futuro esposo, y Vasyl se fue a su casa, a Yaremche**.

La mujer estaba tan emocionada que no se podía expresar con palabras.

Al molfar, Gordiy le dijo:

—Te casarás con la que ahora está a tu lado.

Gordiy sólo se rió. Dijo que por ahora no tenía novia, pero igual agradeció la agradable profecía.

La presentación del famoso cantante Veles se estaba demorando. En el salón comenzó el ruido y el bullicio, porque el molfar terminó sus profecías. Satisfecho con la curiosidad de todos, tomó una silla y se sentó en la mesa junto a Oksana Vasylivna. Ella se sonrojó, y empezaron a conversar en voz baja.

De repente, la luz titiló. Probablemente, al conectar el equipo, los chicos hicieron algo mal, porque luego de parpadear, la luz se apagó por completo. Todos comenzaron a encender las linternas de sus celulares para que se hiciera un poco más claro.

—Tranquilos, ya volverá la luz —se escuchó la voz del presentador.

Y en verdad, al minuto la luz iluminó el salón.

Entonces, Tetiana gritó fuerte, asustada y desesperada, señalando con la mano algo. Todos se volvieron hacia el grito y vieron una escena terrible. Su nuevo conocido Stepan estaba muerto: yacía con la cabeza sobre la mesa, y de la espalda le sobresalía la empuñadura de un cuchillo...

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*Molfar es un sabio o chamán de los Cárpatos en Ucrania, que tiene poderes mágicos, puede curar y predecir el futuro. Es una figura tradicional respetada, conectada con la naturaleza y el mundo espiritual.

**Yaremche es una ciudad turística en las montañas de los Cárpatos ucranianos, conocida por su belleza natural y sus oportunidades turísticas.