El quest navideño (11)

11.

—¡Pero nadie! —gritó de repente desde el umbral, entrando en el salón... Stepan—. ¡Tadaáám! ¡Broma! ¡Quest! ¡La joya de nuestro programa navideño! ¡Todo para nuestros invitados! «¡Vivirán emociones y suspenso inolvidables! Nuestro quest quedará grabado en su memoria por mucho tiempo. Obtendrán una experiencia muy interesante que, esperamos, traiga a sus vidas una chispa de sorpresa y novedad», —citó un fragmento del programa navideño.

Tras Stepan comenzaron a entrar al salón el animador de la fiesta de ayer, los chicos del escenario, el cantante Veles, empleados del hotel que interpretaban a médicos, policías e invitados. Los camareros llevaron una gran torta en forma de árbol de Navidad.

Todos formaron un semicírculo y comenzaron a aplaudir a Valentyna, Tetiana, Gordiy y a Oksana Vasylivna, porque resultó que el molfar también había sido participante de esta puesta en escena. Ellos se quedaron paralizados, hasta que se dieron cuenta de que Stepan realmente estaba vivo y que todo era una broma, una jugarreta, un quest navideño.

Luego siguió la celebración; los participantes de aquellos momentos tan emocionantes recordaban los momentos más agudos de la “investigación”, y cada uno recibió montones de fotos como recuerdo, porque los habían fotografiado en secreto.

Oksana Vasylivna conversaba largo rato con Tetiana y se intercambiaron números de teléfono. “Chica, te enseñaré a ser fuerte y guerrera. ¡En el año nuevo ni te reconocerás a ti misma!” —prometió la exprofesora.

Gordiy y Valentyna se sentaron aparte, tomando té con torta, en silencio. Nadie los molestaba.

—¿Y qué era ese saco que trajiste ayer del bosque? —de repente preguntó la chica a Gordiy, esa pregunta la había estado atormentando por mucho tiempo.

—¿Qué saco? ¡Ah! —recordó y se rió Gordiy—. El dueño de este hotel es mi amigo. Me pidió que hiciera un didukh* para Navidad, así que fui a un granjero conocido a buscar paja. Allí hicimos el didukh, porque él conoce todos los detalles de cómo armarlo y atarlo. Y nos costó mucho trabajo porque las cuerdas estaban podridas y apenas pudimos atarlo bien. Seguro sabes qué es un didukh, o también llamado “did”, “koliada”, “síp”, “korol”? Es un manojo de paja que se pone en Navidad en la casa como símbolo de la cosecha, la prosperidad, el antepasado inmortal y la felicidad en la familia. Por cierto, ¡ahí está! —señaló Gordiy hacia una esquina del salón.

Valentyna miró y vio un gran arbolito de paja, decorado con espigas, arándanos, piñas y agujas de pino, que estaba en un jarrón alto de cerámica en el suelo. La chica suspiró aliviada. Así que no hubo ningún asesinato, del que ella pensó de inmediato después de esa extraña conversación por teléfono. ¡Hay que leer menos novelas de detectives!

El señor Vasyl resultó ser un verdadero molfar, por así decirlo, moderno. Resulta que incluso participó en el programa televisivo “Duelo de Molfars”, así que sus profecías eran ciertas.

Al menos, ahora Valentyna esperaba eso. Porque la esperaban aún dos días más de celebración navideña. Y aunque Nazar llamó para decir que, lamentablemente, no podría venir, eso de alguna forma no la entristeció. Ella se casará, le dijo el molfar, y cuándo —eso no importaba. ¿Con quién? —ese era el gran misterio. Porque ya no era Nazar quien aparecía en sus fantasías, sino otro hombre...

"¡Qué maravilloso que vine a este quest navideño!" —pensó la chica, mirando los ojos enamorados de Gordiy.

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*El didukh es un amuleto tradicional ucraniano de Navidad que simboliza la cosecha, la prosperidad y la conexión con los antepasados. Es un manojo de paja o trigo que se coloca en la casa durante la Navidad como señal de respeto a las almas de los antepasados y como deseo de felicidad en la familia.

Este es el final de la primera historia de este libro. Sigan pasando páginas, les espera la próxima historia, llena de secretos y peligros. ¡Y, claro, de amor!