Las cenicientas mosqueteras

Capítulo 2 (III)

Gretha no lo podía creer. Iba a trabajar con su ídolo. Iba a cumplir su mayor sueño. ¿Acaso estaba soñando?

Pero en vez de emocionarse, tenía que decirle unas cuantas palabras. Antes había sido ingenua con este tema pero esta vez no lo será. No dejará a nadie que destruyera su camino para obtener su sueño. Ella era Gretha. Una huérfana luchadora que salió delante sola como sus mejores amigas.

—Sí. Acepto ser tu asistente pero antes tienes que saber que me niego a ser usada. Estuve trabajando en una tienda durante una temporada ilusionada pero al final solo había sido una esclava. Me utilizaron. Pisotearon mis sueños. Dejaron que sudara como una cerda para al final ni un contrato tuve.

»Sé que tú jamás harás eso. Como alguien que te admiro mucho, eres sincero y trabajador. Nunca usarás tu poder para robar ideas de tus empleados, por eso siempre ha sido mi sueño trabajar para ti. Aún así, tenía que advertirte. Voy a trabajar duro para convertirme en una gran diseñadora de moda. Cuando llegué ese tiempo, me iré para empezar mi propia empresa de moda pero antes te agradeceré por ayudarme a cumplir mi sueño. ¿Aceptas mi propuesta?

Iker aceptó en silencio las condiciones de Gretha mientras estaba pensando en ellas. ¿La había sido engañada? Comprendía demasiado bien ese sentimiento.

No sabía como explicar estas emociones que se habían apoderado de él en cuanto estuvo a su lado. ¿Tal vez sea porque compartían una pasión en común? Seguramente será eso. Además se sentía especial por saber que alguien reconocía su trabajo y lo admiraba.

Después de mediar bien sus palabras, las aceptó con ganas. Si había algo que le fascinaba más que diseñar sería ayudar.

Iker con una enorme sonrisa le dijo:

—Me parece perfecto. Me encantaría ayudarte a cumplir tu sueño. Te convertiré en una gran diseñadora de moda.

¡No lo podía creer! Iba a trabajar con la persona que más admiraba en el mundo de la moda. ¿Acaso no podía pedir algo mejor? La desilusión y la desgana que había sentido anteriormente por ser engañada la abandonaron de su cuerpo. Ahora solo estaba enfocada en dar lo mejor de ella.

Gretha soltó un pequeño grito de felicidad antes de comenzar a dar saltos ilusionada tomándolo de la mano aún saltando para luego echarse encima de él abrazándolo por la cintura.

Ella no era una persona demasiada dada a las demostraciones de cariño pero en este instante estaba tan feliz por trabajar con su ídolo no pudo evitar las ganas de darle un buen abrazo.

Iker al ver su rostro todo emocionada, sonriéndole con sinceridad, terminó embelesado por ella.

¿Cómo podía una simple sonrisa transmitirte calidez? Se preguntó él contemplándola con sus ojos verdes sintiendo la suavidad de las manos de Gretha sobre las suyas.

¿Quién era esta joven? ¿Y por qué podía mirar dentro de su alma con solo con una mirada? Iker podía ser alguien demasiado sociable y carismático cuando quería pero nunca existió esa cercanía por nadie. Ni con su ex novia.

Meneó la cabeza. Ya no iba a pensar en ella nunca más.

En ese instante ocurrió que ningún de los dos esperaba.

Iker se quedó perplejo abriendo ligeramente sus labios cuando de repente Gretha lo abrazó por la cintura. ¿Por qué su corazón estaba latiendo de esa manera? Se cuestionó buscando con la mirada algo que pudiera explicar su comportamiento.

Pero se llevó otra sorpresa. Cuando Iker miró fijamente a Gretha y ella a él, sus miradas se conectaron de una manera tan profunda que todo su alrededor dejó de ser insignificante.

Ambos se quedaron perdidos en otro mundo, contemplándolo el uno al otro hasta que en un largo lapso de tiempo, se dieron cuenta de lo que estaba pasando. Estaban abrazados sin apartarse la vista con una expresión de perplejidad.

Gretha bajó la mirada sonrojada, sentía vergüenza por su comportamiento hacia su nuevo jefe. A partir de ahora, debía comportarse. Si iba a trabajar en una empresa tan conocida, tenía que ser madura y profesional. Justo lo que siempre hacía pero lo que no entendía era cuando estaba con Iker...

Gretha dejó de pensar cuando se tropezó al alejarse de Iker pero éste no la dejó caer cogiéndola por la cintura con creíble habilidad.

¿Por qué cuando estaba con él era una patosa? Seguramente será porque Iker era su ídolo. Era normal comportarse con alguien que tanto admiras, ¿no?

Ruborizada bajó la vista, ya alejada de Iker.

—Lo siento —se disculpó con algo de nervios pero al segundo recuperó su seguridad.

No iba a decepcionar a Iker. Había visto su potencial como diseñadora y confió en ella cuando no debió hacerlo.

—Gracias por ayudarme a cumplir mi sueño. Te estaré agradecida de por vida.

Iker asintió, perdiendo de nuevo en el color de los ojos de Gretha. ¿Qué clase de hechizo era este? ¿Por qué no podía dejar de mirarla?



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En el texto hay: amor, cenicienta, hotel

Editado: 19.05.2021

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