Lejos de contestarle su pregunta, comencé a llorar más. Hunter se veía muy inquieto por mi comportamiento, nunca antes me había visto de esta forma. Me estaba viendo en mi estado más vulnerable y me había jurado que nadie volvería a verme así...
—Winter...¿pasó algo? Me preocupas...—dijo tratando de encontrar mis ojos, ya que oculte mi rostro con mis manos evitando precisamente su mirada.
—Yo...—traté de formular bien lo que quería decir pero mi voz se quebraba. —No me siento bien...
Él noto que no estaba dispuesta a hablar acerca de lo que paso y en vez de solo dejarme sola insistió como un niño curioso.
—¿No te sientes bien? ¿Te duele algo?
—¡No, tonto! —exclamé molesta quitando mis manos y mirándolo directamente
—Bueno, bueno...—expresó un poco sorprendido y añadió con una media sonrisa —Al menos ya me miras, ahora si...¿Podemos hablar?
No podía ser mas tonto de lo que ya es, pero admito que me tomo desprevenida, no me lo esperaba.
—¿Tanto te importa el motivo por el cual estoy así?
Se quedo callado un momento pensando lo que iba a decirme, pero mirándome se decidió.
—Si, ¿tiene algo de malo?
—Pues...no pensé que... —su respuesta me sobresalto haciéndome ruborizar un poco, solo un poco.
Aclare mi garganta y desvíe la mirada hacia a un lado evitando que notara mi leve rubor.
—¿Tanto quieres saberlo?
—¡Por favor Winter me estas matando...! —exclamó con suplica.
Sonreí ligeramente ante su reacción pero, no podía dejarlo con la duda.
—Lo que pasa es que me encontré con la ultima persona que quería toparme...y digamos que eso me trajo malos recuerdos —comencé a contar lo sucedido jugueteando con mis manos nerviosa — Parecía olvidar lo que paso entre nosotras y eso me molesto mucho, trato de acercase como si nada y...me moleste. —
—Yo pensé que había dejado eso atrás pero, al verla supe que seguía siendo aquella niña de 12 años mimada. —suspiré apenada y me gire para ver su rostro esperando una risa o un comentario sarcástico.
—El pasado siempre se queda en nuestra memoria...el olvidarlo es solo momentáneo pero el perdón es para siempre. Cuando perdonas a alguien no recuerdas la ofensa que te ha hecho. —explicó Hunter parándose de la incómoda posición en que estaba.
—¿Y como puedo perdonarla? Lo haces sonar muy sencillo...
—No es algo que puedas hacer sola. Cuando reconocemos lo que Cristo hizo por nosotros y el amor que nos tenía podemos permitir perdonar a los demás con el corazón. Pero el perdón no es un sentimiento es una decisión, si el perdón no esta en ti debes hallarla en Cristo, tienes que acercarte a Dios y pedirle que te de la fuerza y amor para perdonarla. —dijo extendiéndome la mano invitándome a levantarme.
—¿Así podré ser libre de esta carga, Hunter? —pregunté tomando la mano de él con algo de inseguridad pero decidida a intentarlo y tener un perdón tanto para ella como para mí.
—Si puedes creer, al que cree todo le es posible —afirmó Hunter con una mirada cálida, que no se ve muy a menudo en este chico tan impredecible.
No pude evitar devolverle la sonrisa, agradecida por su consejo, realmente necesitaba uno. No pensé que recibiría uno de él...
—Gracias Hunter...— y antes de que pudiera terminar de agradecerle el me interrumpió arruinando toda la atmósfera que se había creado.
—En fin, tu cabello deberías arreglarlo y límpiate un poco el rostro. —señaló dándose la vuelta sin más.
De inmediato volví a la tierra y saque de un bolsillo de mi falda un espejo compacto para fijarme y casi me da un bajón cuando me vi, parecía un fantasma, hasta tenía un pelo pegado a mi cachete...
—Que vergüenza... —expresé para mis adentros.
Al paso de una hora ya había ido al baño para arreglarme e ir al grupo, lista para contar mi historia. Odio admitirlo pero, Hunter fue de gran ayuda...eso fue lindo de su parte y justo cuando pensé que no era un total cretino termino por confirmármelo.
Estaba de camino al salón de reunión cuando note más adelante a Liam y Brooky entrando en el aula, se ve que encontró a alguien con quien entablar una amistad, con lo poco que conozco a Liam, se que es un chico bastante tímido y reservado con las chicas y a pesar de que somos cercanos me sorprende que rápido se acomodo con Brooky, se nota que se siente bien a su lado, me alegro tanto...después de lo que paso con él me sorprende que no odie a las mujeres. Dios lo ha cuidado mucho, dándole un corazón muy amable y perdonador...necesito aprender a tenerlo también.
Y de nuevo perdida en mis pensamientos no note que estaba parada en medio del pasillo y que Hunter se encontraba atrás mio.
—¿Por qué te quedas en medio del camino?
— P-Por nada, estaba pensando en lo cómodo que esta Liam con Brooky —comenté caminando de nuevo hacia el salón junto a Hunter.
— Ahora que lo mencionas...tienes razón, hacia mucho tiempo que no veía a Liam hablar tanto con una chica y menos de la noche a la mañana. —dijo acelerando un poco el paso.
— Espero que no sientas celos Winter —manifestó en voz baja y sentí una ligera molestia en su forma de decirlo, y no pude evitar soltar una risilla.
— ¡¿D-De que te ríes?! —exclamó nervioso volteándome a ver.
— De nada, es solo que, Liam y yo somos solo amigos y nada más, de hecho me alegra que este pasando tiempo con Brooky.
Asintió y no dijo nada más, este chico es cada vez más extraño...me pregunto que le pasa.
Ambos entramos y Liam, Brooky y Elijah ya estaban sentados esperándonos.
—Tardaron bastante, ¿Acaso querían escaparse? —comentó Liam con una pequeña sonrisa.
—Winter quería fingir que estaba enferma —dijo el desvergonzado de Hunter sentándose como si nada.
—¡Oye! Pero si estuvimos... —iba a decir que estuvimos hablando pero de nuevo me interrumpe este cretino.
—Mejor deberíamos comenzar antes de que se haga más tarde, empieza Winter.