Capítulo: 17

Luke

Observo a la mujer que está en mi cama aún dormida, llevamos ya muchos días en este lugar y he tenido paz como nunca antes, estar con ella y mis hijas me ha dado completa felicidad y desearía quedarme aquí con ellas, pero tengo demasiadas responsabilidades, debo hacer demasiadas cosas para poder estar juntos sin tener que sentir miedo, con cuidado salgo de la cama deseando que ella siga descansando, todo ha sido como tener esa Luna de miel que desee en el pasado con la diferencia de que aún tengo guardado el anillo que compré para ella y que tenemos dos hijas, por lo que no todo el tiempo hemos estado solos. Dando un suspiro salgo de la habitación y camino por la casa, al parecer las gemelas aún duermen y voy a la cocina.

—El desayuno de la señora ya está —dice Mari, la empleada encargada de la casa y sonrío mirando la bandeja

—Falta una rosa —ella asiente rápido y sale de la cocina en busca de una, llevarle el desayuno a Kath a la cama se me ha hecho una adicción, es hermoso ver cómo sus ojos brillan al verme y como musita un gracias con sus mejillas completamente rojas.

—Luke —miro a Saulo que entra —mañana es tu boda

—Las cosas han cambiado Saulo, no voy a casarme con Jana

—¿En serio? —lo miro al escucharlo —Luke cometes un error

—¿Desde cuando me dices lo que debo o no hacer? Tu tono no me gusta —gruño mirando sus ojos

—No soy solo tu empleado —él se cerca a mí —soy tu amigo y también me pagas para darte consejos, dejar de casarte con Jana formará una maldita guerra para la que aún no estamos preparados —dice algo que ya sé y bufo

—Estoy dispuesto a correr el riesgo

—¿Y ella? ¿Kath lo está? ¿Ya le dijiste que correrá peligro? ¿Que Jana querrá matarla y el padre de esta también? —paso las manos por mi rostro

—No dejaré que nada les pase

—No eres Dios Luke —él maldice en voz alta —Marcus es poderoso y si quiere las matará y no podrás hacer nada —aprieto mis puños —deberías pensarlo mejor, pensar con la cabeza fría y no con el corazón, crear un plan como siempre haces, no ir a lo loco y poner la vida de todos en un hilo —Saulo va hacia la salida y lo miro, me tenso al ver a Kath frente a él, este solo pide permiso y sale dejándome a mí frente a ella, pero le doy la espalda y coloco mis manos sobre la mesa sin saber qué decir ni que ella escuchó.

—¿Saulo tiene razón? —no la miro y cierro mis ojos —Luke

—Las protegeré siempre, no dejaré que nada malo les suceda

—Quiero la verdad —su mano agarra mi brazo y hace que le mire —¿mis hijas estarán en peligro si no te casas?

—Katherine puedo cuidar de ellas

—Pero podría acabar todo mal, ¿cierto?

—Joder siempre van a haber riesgos —me alejo de ella —incluso si me casara podría haber riesgos Katherine, esta es mi vida

—Deberías casarte —mi ceño se frunce y la miro, ella está como si nada mirando mis ojos —y crear un plan como dice Saulo, ¿no sería más fácil acabar con ellos si estás dentro? —asiento con lentitud

—Lo sería, si

—Entonces deberías casarte y no poner a nuestras hijas en peligro innecesario —Katherine suspira —deberíamos volver hoy al país, en este lugar paradisíaco no se puede pensar con claridad Luke y ya mañana debes tomar la decisión —Katherine me da la espalda y ahora mismo siento ganas de matar a Saulo.

—¿Entonces aquí termina? —mi voz la detiene —¿terminas lo que tenemos así diciendo que me case con otra porque tienes miedo?

—Te amo —ella me mira —no estoy terminando contigo Luke, estoy pensando en mis hijas, piensa en ellas y toma una decisión, sé que te dije que no te casaras pero

—¿Seguirías conmigo? —doy unos pequeños pasos hacia ella —Kath

—¿Y perder los desayunos todos los días si te dejo? —ella sonríe —no te estoy dejando Luke —sus manos van a mi pecho —no pienso volver a abandonarte, no luego de vivir todo lo que hemos vivido aquí —Katherine deja un beso en mi boca —salgamos de aquí —susurra —ya volveremos pronto —sonrío y vuelvo a besarla.

Hacer que las gemelas salieran de la playa fue todo un reto, hacer que subieran al jet mucho más difícil, definitivamente querían quedarse a vivir ahí y sé que algún día cumpliré ese deseo de ellas, me levanto del asiento observando a Katherine que está dormida en el suyo y sonriendo voy hacia las gemelas, me siento frente a ellas, las cuales me ignoran, normal, están enfadadas por haberlas sacado de su paraíso.

—¿A qué juegan? —cuestiono, ninguna me hablan mientras miran el teléfono de Elizabeth y tocan la pantalla —pensaba contarles un secreto, pero ya que no dicen nada —miro mis manos —un secreto mío y de mamá —comento bajo mirándolas y rápido ambas levantan la mirada.

—¿Qué secreto? —Karla se interesa y sonrío

—¿Seguirán enfadadas?

—¿Volveremos a la playa?

—Esa casa es de ustedes —respondo rápido sonriendo y ellas sonríen —y si quieren dentro de poco viviremos ahí

—¿De qué secreto hablabas? —pregunta Elizabeth y me inclino hacia ellas, miro a Kath que aún duerme, luego a las gemelas.

—Katherine y yo estaremos juntos —murmuro, los ojos de Elizabeth se iluminan

—¿Ya no vas a casarte?

—¿Te casarás con mamá? —preguntan rápido y río

—Por ahora deben saber que nos queremos y seremos una pareja, pronto les prometo que vamos a vivir juntos —sus ojos brillan —y sí, me casaré con mamá, pero no le digan aún nada —ellas gritan un sí superalto y luego se lanzan sobre mí a abrazarme, río abrazándolas fuerte y con el ruido Kath despierta mirándonos confundida.

Observo por la ventana como los invitados se van acomodando y suspiro acomodando mi corbata, mi mirada viaja por el lugar, pero no veo a Marcus por ningún lado, el padre de Jana es muy precavido y desconfiado, lo he visto solo pocas veces y él siempre ponía el lugar y la hora, siempre avisaba donde estaría minutos antes, ¿cómo puedo eliminar a alguien que se cuida tanto? Estoy seguro de que no estará aquí y tenía esa esperanza, hubiera tenido el momento perfecto para matarlo justo en esta boda y no negaré que era mi idea.