Latidos indecisos

Capitulo I

La universidad era una relación amor/odio para Cameron. Le pesaba poco estar centrada en sus estudios, su trabajo y encima estar al pendiente de sus gastos ya que, vive sola, en un apartamento decente. Un perrito tenía, era un perrito salchicha aún cachorro, no tendría muchos días de haber venido al mundo. Este cachorro lo mantenía escondido debido a que en el apartamento no le permitían tener mascotas, aunque sean pequeñas.

Un lunes por la mañana, se despertó a eso de las 6 AM. Apagó con mucha pereza la alarma del celular el cual estaba en su pequeño mueble al lado de la cama. Cameron se quedó viendo al techo por algunos minutos mientras pensaba en lo que tenía que hacer ese día; tareas, hacer la despensa, irse a recortar el cabello y terminar su tarea de "historia del arte: Renacimiento". Así que, se despertó, pensó sentada en la cama si era buena idea darse un baño o solo peinarse bien. Al final de cuentas decidió ducharse y como era costumbre, se llevó el celular para poder escuchar algo de música. Abrió Spotify y se quedó dudando en algunas de sus playlist y al final se decidió por: Fiesta latina. Era una playlist con canciones de salsa, merengue y algunas bachatas adecuadas en las fiestas latinas, sonó primero: Pintame, de Elvis Crespo. mientras se daba el baño comenzaron a caer mensajes en su celular, para esto ya eran las 6:45 y le extrañó un poco quien le enviaba los mensajes. Cuando se terminó de duchar, ya estabas despierta y comenzó a cantar las demás canciones de la playlist cuando recordó los mensajes, mientras se cepillaba, Cameron vio el celular y vio que tenía dos mensajes de Casey que le decía.
«¿Estas ocupada entre las 5 y 6 de la tarde?»
«Yo no tengo planes. No me quiero quedar en mi casa sin hacer nada, salgamos a tomar un café o algo»
Cameron no entró al chat, sino que lo vio desde las notificaciones y lo pensó en lo que se terminaba de cambiar. Luego de toda su odisea, antes de salir de su departamento, tomó el celular y respondió.
«No hay problema. Creo que sí tendré tiempo, sino, te aviso»

Cameron se puso sus audífonos y salió hacia el supermercado. Le quedaba cerca en el bus, pero algunas veces prefería caminar para escuchar sus canciones favoritas. Cuando estaba dentro, hizo todas sus compras. Estando en la caja para pagar, un muchacho de cabello largo y ondulado le cobró. Este al ver a Cameron sintió ligero interés por ella y decidió hablarle.

-El clima ha estado muy frío ¿Verdad?

Cameron no escuchó nada y se quitó un audífonos. El muchacho repitió el comentario.

-Si, pero creo que por estas fechas es común.

-Es cierto -el muchacho comenzó a pasar los productos y se escuchaba el sonido de la lectora-. Pareciera que fueras a invernar con toda esa comida.

-Es la idea -Respondió Cameron con una sonrisa-.

-Se me hace un poco extraño que no hables mucho. Una chica como tú ha de tener muchos detrás.

-No es por ser grosera, pero yo decido con quién llevarme bien o no. Eso no te debería importar.

-No lo tomes a mal, pero no es común ver a alguien como tú ser reservada.

-¿Vas a terminar de cobrarme o me juzgaràs?

-Disculpa, solo quería tener un poco de plática contigo.

-Pues encuentra otra manera, porque ahora vas por muy mal camino.

El muchacho terminó de cobrarle y se volvió a disculpara cuando le entregó el cambio a Cameron. Esta no le escuchó porque se volvió a poner los audífonos. Una experiencia rara fue aquello, pero nada ajena a Cameron, ese tipo de cosas le pasan más seguido de lo que podrían imaginar; ya sabe cómo lidiar con eso.

Estando en su casa, recordó que olvidó comprar la comida para el cachorro por ahora sin nombre. Con un suspiro profundo, tomó sus llaves y volvió a regresar al supermercado. Mientras se dirigía para allá, recibió una llamada, era una compañera de la universidad.

"Cameron ¿Ya terminaste el proyecto?"

"Aún no. Ni siquiera lo he empezado, pero aún tenemos tiempo"

"El licenciado lo quiere para mañana. Envío un correo. Parece que no podrá calificarlo otro día y lo quiere para mañana"

"Carajo. No llevó siquiera la introducción. Si mal no recuerdo son 20 páginas"

"Si, son 20, pero sabes que con él, no puedes llevar lo justo, así que te tocará hacer 25 como mínimo"

"Bueno, gracias por avisar. Bye"

Cameron colgó y se dio media vuelta de regreso a su apartamento. Cuando entró, se quitó el abrigo y la bufanda, abrió su computadora, puso agua para café y se llevó todo el día en hacer su proyecto. A eso de las 7 de la noche, alguien llamó a la puerta, Cameron se molestó y fue a ver quién era, del otro lado, Casey le respondió. No recordó Cameron avisarle a Casey que no podrían verse y abrió la puerta.

-Perdoname. Olvidé avisar. Me llamaron que mi proyecto de la historia del arte es para mañana y no para el viernes. Me tomé toda la tarde y siento que no he avanzado nada.

-No te preocupes. Te traje unas donas y un cappuccino. Puedo ayudarte si quieres.

-Me gustaría decirte que si, pero si quieres, puedes entrar y platicar un poco antes de volver a mi proyecto.

Casey afirmó con su cabeza, entró y también se quitó el abrigo y un gorro rosado. Con confianza llegó y se acostó en la cama de Cameron la cual, estaba llena de hojas, recortes y varios crayones. Cameron se fue a mojar un poco la cara al sanitario, de la nada escuchó que la música comenzó a sonar, era una canción instrumental. Casey había puesto en Youtube un poco de música tranquila ya que, Cameron estaba escuchando rock en ese momento. Cameron tomó la bolsa de donas y se las llevó a su habitación junto con el cappuccino.




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