Latidos indecisos

Oportunidades y Dudas

Luego de beber té, Casey volvió a dormir un poco hasta la mañana siguiente. Cameron, en cambio, no pudo conciliar el sueño. Se quedó despierta intentando avanzar en otro proyecto que tenía que entregar en unos días, pero todavía estaba un poco ebria y lo que hacía carecía de sentido.

Alrededor de las diez de la mañana, Cameron se despertó con el rostro apoyado sobre el mouse de la laptop. Se secó la baba, vio a Casey dormida y decidió preparar un café. Mientras el agua hervía, se desmaquilló y se dio un baño rápido, poniéndose ropa cómoda.

Al terminar de hacer el café, se dio cuenta de la hora: eran las 11:40. Su turno en el trabajo empezaba por la tarde, pero debía llegar puntual. Cerró la laptop, entró a su cuarto buscando algo para ponerse, pero no tenía nada limpio aparte de un vestido negro. Revisó sus abrigos y encontró uno largo que le cubría bien las piernas; aunque en el trabajo había calefacción, decidió prevenir.

Mientras se cambiaba, Casey se despertó y observó la escena, pero Cameron no le prestó atención; estaba concentrada en salir lo más rápido posible para no pasarse de lo aceptable. Tomó sus llaves, buscó su celular que estaba descargado, tomó el cargador y bajó corriendo del departamento. Mientras lo hacía, se colocaba el abrigo, se pintaba los labios y mascaba un chicle de menta que encontró en el bolsillo del abrigo.

Al abrir la puerta, se topó de frente con el “chico del supermercado”. Cameron no tuvo tiempo de disculparse; se puso de pie rápidamente, recogió su bolso que se había caído y el chico la miró, sorprendido, antes de que ella empezara a correr.

—¿Necesitas que te lleve?

—Voy a mi trabajo —dijo Cameron con la respiración agitada—. Si me puedes llevar rápido, te lo agradecería.

—Déjame ir por la moto rápido.

El chico buscó en los bolsillos de su pantalón las llaves de la moto, que llevaba en un llavero de Harry Potter. Cameron no se había dado cuenta la noche que salieron, pero le pareció curioso. Encontró la moto y ambos se subieron. Él sabía dónde trabajaba; la había stalkeado un poco en Instagram, y Cameron solía subir muchas fotos de ella en su trabajo o de lo que hacía.

El reloj marcaba las 12:15 cuando llegaron. Había mucho tráfico y, de no ser por eso, habría llegado antes. Su jefa la vio entrar y lo único que comentó fue sobre su vestido: casual, pero lo que más llamaba la atención eran los tenis blancos que llevaba, una combinación extraña. No dijo nada más y la dejó recibir lo que el turno matutino había avanzado.

Entre las tres y media de la tarde, un mensaje llegó a su celular. Como tenía puesta la música de la tienda, algo tranquila, se dio cuenta enseguida. Era un correo de Casey con unas fotos adjuntas. En el correo iba el trabajo que Cameron había intentado hacer mientras estaba ebria. No era nada del otro mundo: unas ecuaciones matemáticas que a Casey le resultaban muy fáciles.

En WhatsApp, Casey le había enviado las fotos de su ropa limpia y seca, con un pie de imagen que decía:

"Te hice el favor de lavarte la ropa y secarla. Tu tarea estaba fácil; no entiendo cómo en tu carrera te ponen ese tipo de ecuaciones."

«Gracias, Casey. No tuve tiempo de ni siquiera darte comida. Ojalá que hayas cocinado.»

«Sí lo hice. No tienes nada saludable en tu refri, pero estaba rico.»

«Gracias en serio. ¿Estará en mi casa cuando regrese? Así compro unas hamburguesas y cenamos juntas.»

«No creo, mi mamá está llamando como loca. Dejemos las hamburguesas para otro día. Le di comida a Donita.»

«Gracias por eso también.»

Cuando llegó la noche, el frío era mayor. Cameron estaba arrepentida por llevarse el vestido negro. A la salida, estaba el chico del supermercado esperándola; Cameron lo saludó, este le dio un abrazo y le invitó a subirse a la moto.

—No es necesario que seas mi chofer. Me apenaría tenerte así.

—La que no se debe preocupar eres tú. Si algún día necesitas que te lleve a algún lugar de urgencia, pídelo; no me negaré.

—Gracias. Aprovechando que estás aquí, podríamos ir a comer hamburguesas o comprarlas y comerlas en mi depa.

—Me parece una buena idea. Espero que aún no esté cerrado.

Cameron se subió a la moto y fueron a comprar un combo de hamburguesas para ambos. Esta vez, Cameron no dejó que él pagara. Cuando llegaron al departamento, estaba todo sorpresivamente ordenado. Ambos se sentaron a la mesa y Donita comenzó a olfatear al muchacho.

—No te preocupes por mi perrito, no hace daño.

—Tuve uno hace varios años, pero descubrí que soy ligeramente alérgico. Es raro que no esté estornudando como loco ahora.

El celular de Manuel vibró; lo sacó de su bolsa y lo revisó unos segundos antes de dejarlo sobre la mesa. Cameron le indicó que se sentara en el sillón y le preguntó si quería ver alguna película. Manuel asintió y comenzó a buscar en la tele hasta encontrar un documental sobre historia del arte.

El documental ya había empezado cuando Cameron llegó con las hamburguesas y se sorprendió un poco al ver lo que estaba pasando. Ambos comenzaron a comer, pero Cameron no prestó demasiada atención al documental; contenía muchas imprecisiones sobre la verdadera historia del arte. Por momentos revisaba su teléfono, completamente desinteresada. Manuel lo notó, pausó el documental y la miró.

—Supuse que te gustaría el documental. Me di cuenta de que te gusta el arte.

—Me gusta el arte, estudio historia del arte —respondió Cameron—, pero este documental da explicaciones horribles; algunas cosas son falsas y otras son inventos.

—Pareces ser una experta —dijo con sarcasmo—. Dime algo que sea mentira.

—Mencionan —respondió con un suspiro— que Leonardo da Vinci no terminaba sus obras por ser mediocre, pero no es así. Leonardo tenía muchas cosas en que enfocarse; obviamente no podía terminar todos sus encargos. Sus primeras pinturas también fueron rechazadas por su maestro. Además, dicen que La última cena está pintada con varios materiales experimentales de Leonardo, pero se desgasta porque está muy expuesta y, además, está detrás de una cocina.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.