Cameron cerró y vio hacia la otra calle, esperó ver a Cristian, pero encontró a Casey, está estaba con un bolso negro, un abrigo (por la fecha) de color azul marino. Algo dentro de Cameron se movió, el beso aquel lo recordó.
Cameron se dio cuenta que Casey la miraba, así que cruzó la calle, su amiga la iba a abrazar, pero Cameron la tomó del abrigo y la llevó a una callejón no muy lejos, ya estaba oscuro y no se podía ver mucho para dentro. Ambas entraron, Cameron se miraba molesta y Casey no sabía que hacer, está fue empujada a la pared por Cameron, le iba a dar una bofetada, pero en lugar de eso, bajó su mano y la volvió a besar. Había esperado un año para poder sentir de nuevo los labios de Casey, sentir aquello tan extraño y único que sintió un año atrás.
Casey le tomó la cabeza y Cameron le acariciaba su frente. Casey estaba feliz, contenta. Se apartaron y la sonrisa en el rostro se Cameron era grande, Casey sentía esas mariposas en el estómago.
—Un año, Casey, un maldito año para volverte a besar. ¿Porque desapareciste?
—Tuve miedo, no sabía que estabas sintiendo lo mismo que yo y me fui a otra ciudad. Fue una tortura no estar contigo.
Cameron no pudo y la volvió a besar.
—No sé que tienen tus labios. Desde la vez que me besaste he querido besarte
—Perdon por dejarte sola este año —Dijo acariciando su cabello—, había olvidado lo hermosa que eras.
En ese momento un motor de motocicleta se escuchó al fondo, era Cristian.
—Carajo, es Cristian.
—¿Son novios? Si que no perdiste el tiempo.
—Ea complicado, em ¿Tienes el mismo número?
—No, pero aún tengo tú número ¿Es el mismo?
—Si, escríbeme y te trataré de contar todo por mensaje.
Cameron se acercó y la besó de nuevo. Casey no quería que se marchara, pero tenía urgencia.
Al salir Cameron del callejón se estuvo quitando el labial de Casey de sus labios, Cristian la miró y sintió raro que saliera de un callejón sola.
—¿Y eso que sales del callejón?
—ah, eso, pues fui a tirar basura. Tenía mi bolso lleno de envolturas de chocolates.
—Ya veo ¿Quieres ir a comer algo?
Su celular vibró en el bolsillo de su pantalón.
—No —Respondio con duda—, mejor comamos en mi casa. Hoy fue un día duro.
—Tienes el labial corrido.
—¡Ah! Si, eso.. quizá me lo corrí cuando me quité el delantal, no me di cuenta. ¿Nos vamos?
Cristian encendió la moto, y se fue hacia sus departamentos. Algo que Cameron hizo fue subir sin esperar a Cristian, eso lo hacía nada cuando se molestaba o se sentía mal.
Cristian llegó al departamento, Cameron estaba en la ducha. Encendió la regadera y se sentó en el inodoro con su celular.
Había un mensaje de Casey, un: Hola <3.
—No sabes cuánto extrañaba tus mensajes.
—Igual yo, pero sinceramente anhelaba poderte besar. ¿Me contarás lo de Cristian?
—Basicamente somos pareja, llevamos un año con un par de días. Es algo más serio, sabes.
—O sea, que estás demasiado comprometida. Bueno, no lo esperaba.
—Es lo que te puedo contar por ahora. ¿Tienes libre mañana por la mañana?
—si, ¿Donde nos vemos?.
—tomemos un café y luego venimos a mi departamento.
—Te acepto el café, no quiero estar en donde Cristian también vive.
—Lo arreglamos luego, me iré a duchar. Te escribo luego, besos.
Cameron abrió Spotify y colocó su playlist, entre todas las canciones sonó "Perfecta" de Miranda. Mientras se duchaba y escuchaba la canción sonreía mucho, y el coro lo cantaba fuerte. Cristian la podía escuchar mientras estaba terminando de hacer la comida.
Cameron terminó su ducha, se secó el cabello y luego se fue a cambiar. Se colocó su pijama, luego se sentó en el sofá y Cristian le sirvió la comida, este le besó la frente, para Cameron no fue mayor cosa, no como siempre lo sentía. Luego, este se sentó a un lado y colocaron una película, mientras la miraban, el celular de Cameron vibraba mucho, eran mensajes varios, de su nuevo trabajo, viejos compañeros y de Casey. Así que mejor se puso de pie y lo puso a cargar.
Cameron regresó y se tiró al sillón.
—¿Que harás mañana?
—Pues, entro temprano y luego por la tarde tengo que ir a ver mis trámites del banco.
—Entiendo. Yo iré a terminar algunos detalles del museo, me acaban de escribir que tengo que ir mañana a llenar los últimos formularios, ya el lunes por la mañana entraría.
—Me alegro mucho amor. Me cuesta creer que no hayas aceptado antes.
—La comodidad de la florería. A demás, la carrera y esas cosas, me presionaban mucho.
—Igual, es un logro que te dejen estudiar.
—Les conviene que estudie —Respondio con una sonrisa—, así que, es un ganar ganar.
—Entiendo. Te irá bien, tengo mucha fé en ti.
—Gracias Cris.
Cuando la película terminó, Cameron lavó los platos (era su turno) mientras Cristian estaba escribiendo en su celular, una expresión de molestia se le dibujó en el rostro y Camero lo notó.
—¿Que sucedió ahora?
—Mi hermano, volvió a pelearse fuera de un bar y lo llevaron detenido. Tendré que ir a ver a la comisaría, no me quedaré contigo cariño, lo traeré y me quedaré con él.
—Esta bien, ve. Ten cuidado y avisa cuando llegues.
Cristian tomó sus llaves y el casco, antes de irse Cameron chisto, y señaló su mejilla, esto era para que criyse despidiera con un beso y así lo hizo. Cuándo cerró la puerta y Cameron escuchó el ascensor abrirse y luego cerrar. Sacó la cabeza al pasillo a ver si ya se había marchado Cristian. Cuando confirmó, cerró con llave y dejó los platos a medio lavar, se lanzó a su cama y llamó a Casey.
—Perdona por no responder, estaba con Cristian.
—¿Puedes no mencionar su nombre?
—Bueno... Y ¿Porque no quieres venir a mi departamento? Ya has venido.
—Cristian es tu novio, no me meteré al mismo lugar donde él a estado.
—Casey, solo es mi casa...
—No lo haré, disculpa —interrumpió—, te acepto el café, pero no a tu departamento.
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Editado: 19.07.2024