Capítulo 2

Capitulo 2

- siéntate Cassius – ordeno el monseñor- y tu Athan deja de tocar el piano que me enloquece almenos en esta situación 

-a ti te enloquece todo… creo que la edad está haciendo efecto en ti viejo amargado  - refunfuño Athan - 

-deja de divagar Athan y concentremos - comentó antes de dirigir su mirada hacia mí - supongo que tienes preguntas sobre el tema en cuestión - 

 - si monseñor - Admití cauteloso - qué es en lo que me convertí cuál es la causa de que mi organismo haya cambiado ¿acaso soy un demonio?

- en primer lugar dime  Abel desde ahora, en segundo te convertiste en un vampiro más no en un demonio - dijo buscando unos libros en su estantería - 

-en todo caso el mero hecho de que estés vivo es un mero error, pero he de admitirlo hay que tener valor para enfrentarme y no morir en el acto por desgracia ahora eres mi responsabilidad - dijo Athan poniendo los ojos en blanco -

-si es un error… como fue que me convertí no hice nada para desearlo o quererlo - los dos se mirando uno a otro como si de un secreto se tratara- 

-no lo sabemos exactamente puede haber muchas razones la primera y la más probable es que cuando cortaste la garganta de Athan su sangre se metiera en alguna herida o llegaras a digerir la misma  en todo caso no hay nada que se pueda hacer ante el hecho de que ahora eres un vampiro - admitió Abel poniendo un  libro empolvado en la mesa -lastimosamente yo no debería ser el encargado de explicarte estas cosas ya que yo no formo parte de su raza - 

- mi querido amigo eres como uno de nosotros básicamente lo único que nos diferencia es que te opones fervientemente a ser transformando - cometo Athan con una sonrisa en los labios tomando en sus manos el libro empolvorado ojeándolo con impaciencia  - hablemos de historia mi querido Cassius para ahorrarnos todas esas preguntas de como nacieron los vampiros o el porque nos alimentamos de sangre humana por que sería una completa pérdida de tiempo. nuestra especie lleva existiendo desde milenios atrás en Egipto según la leyenda  de nuestra concepción fue un castigo divino a una mujer  que desafío al dios de la muerte Anubis  en castigo la condeno a  la inmortalidad perpetua y con esta llevándose su alma a la oscuridad eterna para sobrevivir en este mundo y no sufrir el castigo de diez infiernos empezó a alimentarse de sangre humana…  ella es la madre te todos nosotros la razón de lo que somos y de lo que nos convertimos  - 

-eso significa que perdí mi alma - pregunte con algo de inocencia no sabía en ese entonces lo que representaba mi alma o lo que valía tener una en este mundo lleno de sombras y oscuridad  

-básicamente  mi querido Cassius aunque hace años atrás hubo una excepción una mujer si mal no me equivoco  pero hoy en día se desconoce su paradero, en fin ya debes saber de qué nos alimentamos - comento mostrando sus colmillos pero aunque sabia la respuesta no lo había puesto en práctica la misma -  por los cielos no mataste a nadie todavía  no saboreaste el dulce sabor de la sangre - 

- que calumnias dices Athan es imposible que no se haya alimentado de alguien ningún neófito a resistido al dulce llamado  de la sangre  - dijo mirándome de pies a Cabeza

-tienes razón Abel todavía recuerdo mi primera semana como neófito, la primera vez que probé el sublime sabor de la sangre apenas había pasado unas horas desde mi conversión no soporte mucho antes de adentrarme a esta oscuridad por no decir que me sumergir por completo ante esa sensación --dijo Athan jugando con su copa 

-es más una necesidad que la adicción que describe Athan y es la razón por la que me niego a convertirme - comentó Abel con cierta inquietud me costaba admitirlo ante ellos el cierto deseo que tenía, el anhelo que mi cuerpo pedía “sangre” había tratado de reprimirlo y no dejarme ceder por el… creía que el hecho de que me negara a tal deleite me hacía más humano o tal vez estaba empecinado con la idea de qué seguía conservado mi alma