Gibran despejó de su mente los malos recuerdos de un pasado que prefería olvidar y fingió que aquellas dos simples palabras no reflejaran en su rostro la incomodidad que le habían provocado, rogando a cualquier ser superior haber podido controlar sus expresiones al menos una vez en su vida.
— Bueno, ya lo hago yo, entonces — Alejandro se giró hacia el frente y llamó la atención de uno de los chicos que vestía una sudadera negra. Mientras eso ocurría, Gibran se debatió si debía empezar a odiarlo por invadir un terreno personal —. ¡Hola! — Le sorprendió la facilidad con la que aquel imprudente podía incomodar a una persona y proceder a intentar socializar con otra.
— Hola — respondió el chico de sudadera color negro. También logró captar la atención de su compañero de asiento, un muchacho que portaba una playera gris, de lentes redondos y cabello rizado. Lucía una barba de días con orgullo. ¿Cómo es que tiene tanto pelo en la cara? Si en este aula todos oscilamos entre los 15 y 16 años… Verlo lucir mayor le hizo sentir incómodo y la desconfianza comenzó a emerger desde lo más profundo de su ser.
Inmediatamente se reprendió, pues no debía juzgar a la gente por su físico. Pero era algo difícil de evitar. Había crecido un ambiente escolar en donde era juzgado por sus modales y su expresión oral. Y justo hace unos momentos había recibido una etiqueta solo por un “hola”.
Lo que siguió al saludo fue a típica presentación: el primero se llamaba Emilio (el tipo que respondió al saludo), el chico de edad dudosa Ángel. Posteriormente preguntaron sus nombres, a lo que Alejandro respondió por ambos, gesto que agradeció un poco, ya que tenía miedo de emitir cualquier palabra.
No pudieron socializar mucho. El profesor de Lengua Española hizo acto de presencia, saludando a todos los presentes, con una amplia sonrisa y cargando un único cuaderno.
La primera impresión de un profesor siempre era importante, y su primer profesor del bachillerato le hizo sentirme más tranquilo. Su nuevo profesor era moreno, de cabello medio cano, con lentes cuadrados de un armazón casi invisible de no ser por los detalles plateados que adornaban las patas. Se veía tan abrazable que Gibran quiso levantarse de su asiento y correr a rodearlo con sus brazos.
— Primero que nada, quiero darles la bienvenida. Me siento muy honrado por ser yo quién les de la primera clase de esta nueva etapa. Y como soy el profesor que tiene el primer contacto con ustedes, se me encomendó hacer un par de anuncios parroquiales. El primero de ellos es que el próximo sábado se les tomará la fotografía y se hará entrega de sus credenciales. Lo único que deben traer es su boleta credencial para que se les de acceso a las instalaciones. Las aulas asignadas para aquella labor son las del edificio de ciencias de la planta baja. No se perderán, ya que es el edificio que queda justo frente a la entrada, además de que una hoja de papel indicará el grupo que será atendido en cada salón. Están citados a las 2:00 PM, así que sean puntuales. De preferencia lleguen temprano para que sean de los primeros en ser atendidos, aunque no debería llevarles mucho tiempo. Solo tienen que sentarse frente a la cámara, sonreír y listo, ya tendrán su credencial. Vénganse lo más guapos y guapas que les sea posibles, no queremos llevarnos algún susto — algunos se rieron ante su comentario. Gibran solo sonrió por compromiso.
>> Segundo anuncio parroquial: como se les debió comentar en la guía que recibieron cuando entregaron documentación. Y si es que nadie se los comentó lo mejor es que me digan el nombre de las personas encargadas de darles el tour para darles un coscorrón, es que en cuarto y quinto año deben elegir una materia estética y artística…
— ¿Cuarto año? — comentó Ángel, en un tono que combinaba la duda y la burla.
— Ah, sí. No sé si también están enterados, pero esta es la única preparatoria de la UNAM que cuenta con secundaria. Así que se continua con la secuencia. De primer a tercer año es Iniciación Universitaria, es decir, la secundaria, de cuarto a sexto año son los grados del bachillerato —. Gibran no estaba enterado de aquel dato curioso, pero después se preguntó en dónde se encontraban las instalaciones de la secundaria. Desde que llegó no había notado la presencia de algún niño menor que él —. La entrada a la secundaria se encuentra del lado de la otra avenida, y sus instalaciones son muy recientes. Son fáciles de envidiar porque tienen instalaciones nuevas, y ustedes apenas y tienen bancas. Hay una entrada que la conecta con la preparatoria, pero por ahí solo acceden los profesores. Así que la única manera de ver esas instalaciones es por medio de una fotografía y subiéndose a lo más alto de este edificio. Solo se ve el patio, pero es agradable ver a ese kínder garden lleno de niños de energía.
>> Después de este pequeño paréntesis, continuo: las materias estéticas y artísticas con las que cuenta esta preparatoria son teatro, cerámica, grabado, estudiantina, guitarra y coro. En su tiempo libre les aconsejo que se acerquen a los edificios A para que se informen sobre cada una y se inscriban en la que más les interese. Solo tienen esta semana para elegir. Todas son bajo cupo limitado, así que revisen bien sus horarios para que no se traslapen las clases. ¡Elijan sabiamente! Recuerden que la llevarán por un año completo, y piensen que la demanda de algunas es más alta que otras.
Genial. Primer día y ya estoy estresado. Inmediatamente empezó a trabajar en su elección: ninguna le llamaba la atención, así que se sintió en problemas. Necesitaba acercarse a cada una para informarse y ver cuál encajaba más con sus intereses. Ya sabía qué iba a hacer en la hora libre que tenía antes de la última clase.