-Espero que te guste el suave contacto de mi mano en tu cuerpo.
-Hesses
-Correcto.
Me comenzó a observar y vio que algo no iba bien.
-¿Qué pasa Alaska?
-Nada, nos vemos Hesses, debo ir a clase.
Me detuvo ante mi movimiento de escape
-Dime
-No puedo, no debo y no quiero Hesses.
-¿Tan grave es?
-No gaste tu tiempo en mi Hesses.
Me aleje de él, dirigiéndome al mi próxima clase, aunque solo quería ver a mi padre y decirle que todo irá bien.
Quien dijo, que hacer una misión secreta era complicado.
No alcance a irme ya que sentí unos brazos que me levantaron en el aire.
-¡¡¡¿Hesses dime que mierda haces?!!!
-Te sacare de aquí hasta que me digas que te pasa.
Todos nos comenzaron a ver de manera extraña, no es que no vean a Hesses con una chica, porque siempre está cambiando.
Lo que ellos no saben es que yo no soy un jodido juego de Hesses, no lo quiero cerca.
-Deja de moverte. O harás que toque tu trasero y sé que no quieres eso aunque suene sumamente sexy que...
No lo deje finalizar ya que le mordí la espalda.
-DEJA DE DECIR ESTUPIDECES Y BÁJAME MALDITA SEAS.
No me di cuenta, cuando llegamos al estacionamiento de la universidad.
Lindo comienzo ya te saltante una clase.
-Hesses tengo clases.
Me bajo, y detuvo mis brazos a los costados de mi cuerpo.
-No, Gabe me avisó que su profesor se ausentó, por eso decidí raptarte.
-El peor raptor me tocó a mí.
Lanza una risa sarcásticas, me tiene acorralada entremedio de él y un vehículo, el cual girando mi rostro no te que marca era.
-Algún interés con mi coche Alaska.
-No, es un simple Audi A4 B9, nada de otro mundo, prefiero el Ferrari 458 en tonalidad de negro mate o negro brilloso, aun no me decido.
Me quedo mirando como si lo estuviera jodiendo.
-No sabía que eres la ama de los vehículos.
Me soltó el agarre, me moví lentamente lejos del vehículo.
-No sabias, porque no sabes nada de mí, así que no intentes saber cosas de mi vida, interésate por otras cosas que por mi vida Hamilton.
Me fui rápidamente del estacionamiento yendo al aula, ya que si no tenía esa clase la siguiente sí.
Llegue con Gabe, el cual a su lado tiene a los demás compañeros. Me vio acercarme y se levantó y corrió hacia mí.
-¿Dime, hicieron algo? Dime que no perdí mi apuesta. ¿Aunque viniste muy temprano?- Hablo rápidamente que apenas le logre entender.
-No hicimos nada, solo lo deje en ridículos con los vehículos y entendió que conmigo no se debe meter. ¿De qué apuesta hablas?
Me mira sorprendido, y saca una gran sonrisa de oreja a oreja.
-Alaska ya te amo.
Me rio, el comienza abrazarme, y salta de alegría después de soltarme.
-Dime que apostaron.
Se detuvo y me miro sonriente como si hubiera ganado el loto.
-Digamos que le aposte, que si te lograba besar le daría mí una de las cabañas de mis padres un fin de semana, y él me daría su coche toda la semana, así que mañana te pasare a buscar porque eres parte de esto.
Coloca su brazo en mis hombros, y comenzamos a caminar directo a nuestra próxima clase.
Gabe es un gran amigo, aunque lo haya conocido hace menos de cinco horas.
***
Llego tarde, mierda, mierda, mi primera clase de danza y llego tarde solo a mí me pasan estas cosas.
Llegue de la universidad, me bañe acomode apuntes comí algo y comencé a estudiar. Decidí dormir y me dormí de verdad, estoy llegando tarde al estudio.
Hoy me toca Pole dance con Helen, gracias a lo que exista porque sí que no podría ir a la clase si no.
Estoy analizando muy seriamente el asunto de comprarme un coche, estoy dele que corrida para aquí y para allá.
Ya he llegado a las puertas del estudio, de suerte espero que no hayan empezado.
-Alaska llegaste a tiempo, pero corre es el salón de la izquierda el ultimo.
Le doy una sonrisa cordial a Hanna, comienzo a caminar ligeramente, hacia la dirección que me indico ella.
Llegue al salón indicado, abril la puerta la cual es de cristal, traslucido.
-Ey Alaska, es bueno que hallas llegado, pensé que no vendrías-Helen comenzó a acercarse a mí, me saludo cordialmente.
-Te aseguro que casi que no llego, las fallas técnicas son interminables.
Nos reímos, un segundo y me miro.
-Por allí están los camerinos, ve cámbiate, deja tus cosas en los locker.
-¡Gracias!
Fui rápidamente, hacia los camerinos, comencé a sacarme el jogger, quedando en short deportivo con top, me coloque las metatarsianas, me saque las remera que llevo puesta y las guarde en mi bolso.
Salí, de los camerinos, me coloque en un tubo libre.
-Bueno bellezas, la clase de hoy va a ser muy intensa así que espero que estén listas y listos para dar lo mejor de sí, esto recuerden que lleva mucha práctica, no se desanimen si no lo logran con muchas práctica lo harán excepcional, sin duda alguna. Okey, comencemos a calentar.
Llevamos veinte minutos calentando y mi cuerpo pide un receso de quince por lo menos, esto es culpa de no haber hecho ningún ejercicio en mis vacaciones.
-No van a decir que están cansadas, pero por favor nos queda mucho por delante, comenzaremos con los ejercicios.
Asistimos, y nos colocamos al lado de un tubo individual, cada uno.
-Lo que haremos es sencillo.
Lo explico, lo que entendí es, que nos coloquemos a delante del tubo, dándole la espada, enrollar nuestra rodilla izquierda en el mismo, nuestras manos deberán agarrar el tubo, medio cediendo al circuito. Dejamos que nuestro cuerpo nos lleve haciéndonos girar y dar una vuelta alrededor del tubo, volviendo a quedar enfrente nuevamente.
-Así, exactamente como lo hiciste Alaska- Hablo Helen desde el otro lado del salón. –Me gusta tus movimientos son naturales, y sensuales.
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novela juvenil drama, traición amor y odio, nada es lo que esperan
Editado: 04.01.2021