Día 1. Lunes.
David se encontraba en el sótano de un edificio abandonado y escondido tras una mesa que estaba tirada al suelo, ya que estaba recibiendo disparos de una de las ametralladoras mágicas que tanto estaban de moda en el mercado negro. A pesar de eso y de la situación en la que se encontraba, estaba feliz, ya que había atrapado al enemigo y ahora mismo no podía huir a no ser que le matasen.
– ¡Vamos, Erikson! – Gritó David mientras se protegía –. ¡No tienes escapatoria! ¡¿De verdad quieres esto?! – Hubo unos segundos de silencio, pero era más que nada para recargar la ametralladora de uno de sus dos secuaces que le estaban protegiendo –. ¡Yo te lo he advertido! – Gritó una vez más y espero pacientemente ahí hasta que de nuevo pararon los disparos. Fue ahí cuando salió de la mesa y alzó la mano hacia el secuaz que tenía el arma. Entonces, uso algo innovador para él, atracción de metales, haciendo que la ametralladora saliese disparada hacia sus manos –. Os lo he advertido – agregó él y antes de que el otro secuaz le lanzase algo, David le lanzó una descarga eléctrica, cayéndose al suelo inconsciente –. ¿Esto es lo que quieres? – Añadió haciendo aparecer un escudo Equial para protegerse de la bola de fuego que le había lanzado el secuaz que quedaba –. ¿No te han dicho que está feo atacar a alguien? – David lanzó otra descarga eléctrica, sucediendo lo mismo que al otro secuaz –. ¡Estás solo, Erikson! – Abandonó su escondite y dio la vuelta a la mesa –. ¡Sal de ahí o será mucho peor! – Avanzó y comprobó que los dos secuaces estaban K.O –. ¡Si te entregas, el ministerio te reducirá la condena! – Hizo aparecer un escudo Equial en su mano izquierda y empezó a adentrarse en la oscuridad del pasillo poco a poco hasta que ocurrió lo inevitable. Erikson le atacó.
Lo hizo con fuerza y violencia, ya que le lanzó un potente lanzallamas que le provocó retroceder unos metros. Aunque cuando David ya estuvo cómodo defendiéndose, unas ramas empezaron a salir del suelo para atrapar sus pies poco a poco. Aunque aquella furia de Erikson no acabó ahí, ya que cambió el fuego por descargas eléctricas. Entonces, David suspiró y se teletransportó a la espalda de él, donde le electrocutó lo suficiente para hacerle caer inconsciente. Logrando así poder completar su primera misión en un mes y medio de trabajo.
David entró en el ministerio empujando de mala manera a Erikson, que iba esposado mágicamente, lo que le impedía hacer magia.
– Vamos, no te resistas – le agarró del brazo y le llevó hasta la entrada de los calabozos, dónde los encargados se quedaron estupefactos al verle.
– Lo has logrado – dijo uno de ellos.
– Si son una panda de matados – soltó David –. Os lo regalo – empujó a Erikson hasta la mesa –. Los secuaces vendrán ahora – añadió y miró una última vez a sus compañeros –. Voy a hacer el informe, que os vaya bien – se despidió y salió de la zona de calabozos para dirigirse hacia su mesa en la oficina.
No era la mejor mesa ni el mejor lugar, pero por algo se empezaba, así que tras sentarse en su destartalada silla, vio que había una carta de Lesam encima de otros papeles. Así que como intuía que iba a ser algo importante y que le llevaría tiempo, decidió hacer primero el informe.
– ¡David! – Apreció el superior de repente.
– ¡Señor! – David se levantó de golpe algo sorprendido.
– ¿Se puede saber por qué no ha ido a mi despacho a decirme que ha cerrado el caso? – Le preguntó su superior.
– Pensé que quería primero el informe, señor – explicó él.
– A la porra el informe, cuénteme todo lo que ha pasado, vamos – el superior se giró y se fue al despacho, no teniendo más remedio David que seguirle.
Minutos después…
Por fin se encontraba sentado en su mesa y listo para hacer el informe, cuando de repente, el hombre más pesado de todos apareció a su lado.
– ¿Es verdad qué has completado la misión? – Phin se puso a un palmo de él.
– No seas tan plasta, Phin – David le empujó para alejar a su compañero detective de él.
– ¿Cómo fue? ¿Pusieron resistencia? ¿Te atacaron? ¿Resultaste herido? – Insistió su compañero.
– No, si te parece se rindieron y todos tan felices – vaciló él –. ¿Tú qué crees? Pues claro que pusieron resistencia – golpeó a su compañero en la cabeza con una hoja que tenia encima de la mesa.
– La primera vez fue tan emocionante, siempre revivo el momento una y otra vez… – Phin se fue a las nubes como de costumbre, así que David aprovechó ese momento para coger la carta de Lesam y marcharse de allí corriendo. Ya haría el informe en otro momento.
Salió del edificio y rápidamente se fue al parque más cercano que tenía, dónde se respiraba una tranquilidad absoluta debido a que era mediodía. Así que tras sentarse en un banco que daba al sol, sacó la carta y la abrió, reconociendo al instante la letra de Adam.
“Estimado David,
Sé que el nuevo trabajo de tu nueva vida te quita mucho tiempo, pero tenemos que hablar acerca de Nicole. No es nada grave, ni para mucho menos, solo ocurre que se ha dado una circunstancia… Especial, por así decirlo. Y después de meditarlo bastante, se requiere el hacer algo inusual para poder resolver lo especial. Por lo que me gustaría hablar contigo en persona para poder explicártelo detenidamente.
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Editado: 30.10.2022