Jueves
—¡Eres una mierda de pareja!—Sonaban pisadas subiendo las escaleras—Tienes dos malditos hijos!
—¡Qué carajo quieres que haga!—Se escuchó una puerta siendo azotada, habían entrado a su habitación.—¡Ya no eres la misma mujer de antes, solo mírate!
—¡Eso no es excusa para que te estés revolcando con otra!
—¡Pues esa otra está mucho mejor que tú!—Una de sus peleas diarias se desató
Me habían despertado cuando comenzaron los gritos, estuvieron unos minutos así, lo único que paso por mi mente fue
Por qué carajos siguen juntos…
Tenía sueño la noche anterior, me dormí tarde anoche, era lunes para colmo, eran las 6:45 de la mañana y tenía clase, sinceramente no tenía ni el humor, ni las ganas de escuchar la pelea entre ellos dos, me levanté, salgo de mi cuarto y me dirijo hacia el de mis padres, abrí la puerta lo suficiente fuerte para que se golpeara con la pared así voltearon a llamar su atención.
—Quieren cerrar la maldita boca, son las 6:45 de la mañana tenemos clase, Emma está dormida y sabemos que ella no se pone bien cuando los ve pelearse, asi que cierren la boca o discutan en voz baja, lo que hagan no me importa.—Tenía la mirada seria y mi tono de ronco, los mire unos segundos y cerré la puerta.
Fui a mi cuarto, no podía volverme a dormir tenía clases en una hora, así que solo fui por mi ropa para luego bañarme.
Pasaron quince minutos, ya me había bañado, me puse la camisa, el pantalón y un abrigo ya que últimamente hacia bastante frío, cuando me termine de cambiar salí de mi cuarto y me fui a cuarto de mi hermana la cual normalmente se queda dormida aunque suene la alarma, yo me encargo de despertarla.
—Buenos días, enana—Había entrado a la habitación para tirarme en su cama esperando que con el movimiento despierte.—Es hora de que te levantes.
—jodes mucho déjame, quiero dormir…—dijo adormilada.
—No, si fuera viernes lo haría pero es lunes y tienes física a primera hora y sabes que amor verte sufrir estudiando.—Me senté en el borde de la cama.—anda son las siete si no te despiertas ahora llegaremos tarde.
—Mm voy-se había sentado de mala gana, estaba bostezando y estirándose tan lento como si tuviera todo el tiempo del mundo, así que le tire una almohada.–Ya me estoy levantando!-grito poniendo su voz chillona fingiendo que el almohadazo dolió.
—Apúrate enana te veo abajo—Me había levantado y le sacudí el cabello despeinándolo más de lo que ya estaba.
—Soy mayor que tú!-grito nuevamente con su voz chillona.
—Solo por un año y eres una enana—Dije para correr antes de que me tirara algo, aunque poco después de salir escuche como me gritaba.
—Jódete!
Solo reí mientras bajaba la escaleras, cuando vi a mi estúpido padre desayunando junto a mi madre, la sonrisa se borro de mi rostro.
—Buenos días—dije pasando alado de la mesa para ir a la cocina por mi desayuno.
—Hijo, quieres que los lleve hoy?-Pregunto mi madre desde la mesa.
—No, gracias ma—Pase alado de ella dejando un beso en su cabeza para luego sentarme.—Emma y yo caminaremos.
—Si cambias de opinión me dices
—No me gusto como nos hablaste esta mañana solo lo dejo pasar por tu hermana—interrumpió mi padre para después tomar un sorbo de su café—Dejando eso de lado, que tal la escuela?
—Voy bien, mis calificaciones siguen altas—respondí de mala gana, la verdad no me agrada mi padre y creo que se nota pero tengo que soportarlo por Emma.
—¿Cómo va tu novia? Como se llamaba…..Emilia que tal todo con ella.—Pregunto mientras comía, siempre era lo mismo cuando intentaba hablar conmigo metía el tema de las novias.
Acaso no hay otro tema?
Mire a mi madre extrañado yo hace tres meses termine con ella, recuerdo haberlo dicho en una cena y recuerdo muy bien que el estaba ahí.
—Termine con ella hace meses
—Por que terminaron era buena muchacha y era linda.
—Arturo, Emilia solo vino cuatro veces a la casa y tu solo estuviste una y casi ni le hablaste…
—Pero lo poco que le hable pude saber que era buena chica
—Arturo le hablaste para que te pasara una cerveza
—Pero yo tengo la razón era buena chica ¿oh no lo era?
Esa pregunta fue dirigida a mí, era un poco incomodo cuando me metían en una discusión por que tengo que darle la razón a uno y si se la daba al que no era esto terminaría mal, así que solo me quede callado.
Había terminado de comer mientras ellos discutían, la poca paciencia de ambos no ayuda nunca en estas discusiones.
—Permiso…-Dije a lo bajo mientras me levantaba con mi plato para dejarlo en la cocina.
—Buenos días—Dijo mi hermana entrando a la cocina, no agarro su plato que estaba en el microondas, solamente fue por dos panes de la bolsa y la puso en la tostadora.
—Al fin estás lista
—Ellos estaban?..
—Si y no es la gran cosa solo un desacuerdo
Emilia ya tiene suficiente de las peleas de nuestros padres, después de los que pasó el año pasado intentamos que ella no llegue a escuchar los gritos.
—Desacuerdo de que?
—Emilia y Quien tiene razón
—Tu ex? No terminaron hace meses—.agarro un trozo de papel para agarrar el pan de la tostadora.
—Arturo no sabia que terminamos o no recuerda que terminamos, oye ya dejemos el tema tampoco es que me guste no tener novia.
—Como quieras—envolvió uno de los panes en papel—Nos vamos?
—Si voy
Emma y yo salimos de la cocina, mi madre estaba en la mesa y mi padre subiendo las escaleras.
—Ya nos vamos—Emma y yo agarramos nuestras mochilas y nuestras llaves.
—Vayan con cuidado, los amo—dijo mi madre mientras se levantaba e iba a la cocina.
—Nosotros también
Salimos de la casa para comenzar el camino a la escuela, normalmente toma unos 20 minutos, vivíamos cerca, eso era ventaja, desde hace algunas semanas caminábamos a la escuela, era más tranquilo, normalmente no hablábamos, solo escuchábamos música o disfrutábamos silencio tan cómodo, que la brisa mañanera nos relajara esos momentos de paz eran increíbles aunque la música que yo escuchara no tendría nada que ver con el momento, pero eran momentos increíbles.