Letters to love (cartas hacia el amor)

09

—¡Carajo! Te dije que esto iba a pasar—Volvió a ponerse detrás mi.—No les caigo bien a tus amigos

—Obvio no, porque me caerías bien.—Maia estaba enojada aun empuñando el bate.—Y Alejandro que verga haces con él

—MaiMai, Todo en la vida tiene una razón

—Eso no es una respuesta—estiro el bate apuntando a la parte de la cabeza de Daniel que sobresalía por ser más alto.—Dime una razón para que no lo golpee y lo saque a patadas.

—Por qué la violencia es mala.—Respondió Daniel.

—¿Ya llego Alejandro?—Pregunto Camila saliendo del baño mientras se abrochaba la correa del pantalón.

—Sí, pero trajo un idiota con él

—Qué carajos hace este imbécil aquí—Dijo Camila mientras se acercaba enojada.—Porque lo trajiste?

—¿Podemos entras chicas? Digo hace frío afuera.—Dije jalando el abrigo de Daniel para entrar en la sala, Emma se puso junto a mí volviendo al plan original.

—Ya lo hicieron.—Dijo Maia con el bate en el hombro viendo a Daniel con ojos de homicida.

—Okay sé que se ve mal, prácticamente fue como traer a L a la casa de Kira.

— Vaya ejemplo...

—Fue más como traer Cronos y Luke a la casa de Percy.

—Mmmh en mi opinión es más como dejar que Voldemort entre Hogwarts

Le di un codazo para que se callara, solo escuche un quejido a lo bajo.

—Es solo durante una hora, solo déjenlo quedarse por una hora—dije.

—Unos minutos más tampoco matan—Dijo Emma.

—Bien, una hora—dijo con disgusto.

—¿Qué haces aquí Daniel?—Camila pregunto enojada a Daniel.

—Mejor dicho ¿Qué haces tú con Daniel?—Me pregunto Maia por segunda vez.

—Bueno, a ver, como lo explico—vi que seguía con el bate—¿Por qué el bate?

—Alejandro, literalmente nos ha jodido por años es por si me dan ganas de cobrar venganza.—explicó Maia, todavía sosteniendo el bate.

—Bien, bien, lo entiendo, pero esto es un poco exagerado.—dije, fijándome en la cara de Daniel, me di cuenta de que su mirada estaba fija en el bate.

—¿Por qué no hacemos que Daniel responda?

—¡¿Quieres que le hable yo?!—preguntó Daniel.

—Bueno, sí, es buena idea, ¡bien habla!—sonreí golpeando su espalda para que hable.

—Sé que fui un idiota, lo admito, pero—Fue interrumpido por la puerta abriéndose.

—Bien sé que dije que traería Dim Sum, pero ya no había, me queje, pero dijeron que iban a cerrar, así que no me pude quejar más.—era Nathan que hablaba mientras dejaba bolsas, que supongo que era comida en la mesa del comedor— y pueden creer que cuando estaba saliendo un idiota se negó a prestarme fuego, o sea entiendo soy menor de edad, pero no es su problema además su puta voz parecía que lleva fumando desde que estaba en el útero.—se pasó la mano por el rostro y camino al refrigerador.—ahora me comenzó a doler la cabeza

—Ahora te presto agarras el encendedor, ahora ven, hay un invitado especial.

—Ya voy, me estoy sirviendo agua.—se escuchó el refrigerador abrirse y a los segundos cerrarse—No he comido, así que lo que espero sea rápido.—Salió de la cocina, quedo frente a nosotros y soltó un suspiro.—Tienen ibuprofeno, ya me dio migraña.

—Ya entendí que les caigo mal, solo atrápala—saco algo de su bolsillo y se lo tiro a Nathan—Es aspirina, a mi me funciona más

—No te daré las gracias 

—Y no te las voy a pedir, solo déjenme hablar y si quieren después me voy 

—Te doy quince minutos, les recuerdo que no he comido.—respondió Nathan tomándose la pastilla.

—Tengo muy claro que para todos soy lo peor, pero antes de que me puteen solo quiero que sepan que todo lo hice por mi hermano, se que para ustedes no tiene sentido pero es alguien muy importante para mi y no iba a dejar que arruine su vida haciendo estupideces, entonces decidí acompañarlo y defenderlo de cualquier problema.

Ni yo sabia el porque de sus acciones, decidí darle la oportunidad por que es una persona totalmente diferente cuando esta confianza.

—¿Y por eso me encerraron en el cuarto del conserje?—se quejo Camila, pues en sexto grado antes de que nos hiciéramos amigos el grupo de Javier la encerraron a mitad del periodo, Nathan tardo como media hora en encontrarla ahí ella descubrió que tenia claustrofobia.

—Es fue un accidente, se suponía que te sacarían en menos de 10 minutos pero una profesora nos regaño y lamento el haberte encerrado no sabia que eras claustrofóbica.

El drama en este momento es palpable. Parece que Daniel está haciendo todo lo posible para tratar de disculparse con Maia y Camila, pero ellas no parecen tener ningún interés en escuchar. A Nathan también le molestó bastante la presencia de Daniel en la casa, pero parece ser el único  dispuesto a escuchar lo que Daniel tiene que decir.

Daniel continúa tratando de explicar por qué actuó tan mal con Maia y Camila, pero ellas todavía se muestran reticentes a escuchar. Nathan parece frustrarse con los intentos de Daniel de explicarse, pero está escuchando lo que Daniel tiene que decir. Daniel finalmente deja de hablar y espera a ver si Maia o Camila tienen algo que decir.

—A donde quiero llegar es ¿me darían otra oportunidad para ser su amigo?

En ningún momento imagine ver a este idiota disculparse  por lo que hizo o no hizo 

—Perdón la pregunta —dijo Daniel—, pero ¿no les molesta que me quede aquí? —Él era muy consciente de que su presencia no era precisamente bien recibida.

Ninguna de las chicas contestó de inmediato; parecía que no sabían qué decir. Fue Nathan quien finalmente hizo una pregunta:

—¿Cuánto tiempo vas a estar aquí?

—Pues, pensaba que podría pasar una hora aquí y luego irme.


 Daniel sabía que su presencia estaba causando incomodidad, pero parecía no querer irse sin escuchar lo que Maia y Camila tenían que decir. ¿Acaso su disculpa sería suficiente para que lo perdonaran?




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