—No puedo, ya cuadre para salir y desayunar—Dijo Emma dando la vuelta para volver a su cuarto aprovechando que en la ventana se encuentra un escalera.
—Y nos va dejar?—pregunto Daniel
—Déjala de por sí no sale, así que prefiero que salga con sus amigos.
—Salgo con tus amigos que más quieres—se quejo Emma asomándose por el costado de la puerta.
—Anda a socializar, ya seré yo el que este con este pendejo
—¡¿Vea y por que el insulto?!—dijo Daniel ofendido.
—Ya sabe que es con cariño—dije al unísono con Emma
—Que cariño el suyo...
—Me voy a bañar, que te vaya bien y me mandas un mensaje para saber como estas—agarre mi ropa de un cajón y entre al baño.
𝘕𝘢𝘳𝘳𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘖𝘮𝘯𝘪𝘴𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦~
Emma puso su vista en la puerta del baño esperando que la ducha
—¿Le preguntó?—pregunto Emma en voz baja.
—No, no se ha dado el momento—Daniel intento hablar en voz baja
—Tienes que pregunta, no ves que nunca se va a dar cuenta por más obvio que sea, después de lo que le hizo la innombrable ese niño no va captar ninguna indirecta
—No le puedo puedo preguntar así como así, creo que ni siquiera le importan las cartas.
—No digas eso, solo dale tiempo tal vez no se ha dado cuenta
hace 2 semanas...
En una "reunión" estaban todos en casa de Camila, llego un punto de la noche que Emma aprovechó que Daniel quería ir al baño y lo persiguió.
—Ven acá—Jalo Emma a Daniel a su cuarto que estaba frente al baño.
—¿Qué hice ahora?
—Muy bien gay ¿Qué quieres de mi hermano?
—¿Como?
—pues las cartas que más, esa letra suya la reconocí después que mi hermano te pidiera tu cuaderno
—Mi letra es un asco..ni yo puedo leerla ¿Qué esperas que haga?
—Ay un asco ni que mierda, tu letra parece de impresora no jodas—Emma soltó un suspiro—mira no te voy a hacer nada solo no quiero que lo lastimes.
—¿No le vas a decir verdad?
—Obvio no...relájate pareces fideo, todo tembloroso
Emma se sentó en su cama y Daniel se sentó en la silla de su escritorio así quedando cara a cara
—Pues si soy yo...yo mando todas las cartas...
—Aja si eso lo sabia...lo que te pregunto es a que quieres llegar
—Bueno si leíste las cartas...sabes que el me gusta y pues lo ideal seria que seamos pareja.
—Sabia que algo te traías, tienes suerte...el también es medio gay
—quiero agradarle hasta el punto que guste de mi
—Se puede intentar...podría funcionar tu labia
—Nunca me ha gustado tanto alguien...no se que hacer
—¿crees que logres conquistarlo?
—Si me ayudas tal vez...
—Nop, no lo creo
—Apiádate de mi ¿Si?
Actualmente
Así fue como Emma y Daniel se hicieron amigos, Emma esos casi dos meses intento que darle un empujón a su hermano y Daniel fue ganando su confianza intentando tener el cariño de Alejando
—No se que voy a hacer—Daniel se apoyó en el escritorio.
—Intente que se diera cuenta pero sigue siendo igual de distraído y no se da cuenta
—Déjalo, tal vez si sabe y no quiere que pase, seguiré siendo el mismo hasta ahora me es suficiente estar junto a el
—Te vas a rendir?
—No, obvio no...solo seguiré esperando junto a el hasta que logre el mismo darse cuenta, pues al final no lo puedo obligar a nada—Respondió Daniel algo triste.
Emma se puso frente a Daniel
—No me gusta dejarte así, se que quieres a mi hermano pero eso no significa que te hagas daño...ambos sabemos que tus sentimientos no te van a permitir quedarte como su amigo.
—No lo quiero presionar, si el no esta listo para una relación yo solo...voy a esperar—Daniel algo "triste" dijo con un suspiro.
— no me puedes decir que te rendiste por que perdí mi tiempo ayudándote.
Algunas veces molestar a la gente sirve para sacar un sonrisa
—Que clase de apoyo es ese—Daniel saco una sonrisa
—oigan alguno de los dos me pasan un pantalón por favor, es que este me queda grande el que traje — pidió Alejandro abriendo un poco la puerta.
—Tu te bañas y no revisas que llevas?—Emma fue al armario y saco otros pantalones.
—Ire a buscar algo para que pueda comer.
Daniel salió del cuarto, Emma extendió el pantalón a Alejando y cuando Daniel cerro la puerta Emma comenzó a golpear con el pantalón a su hermano.
—¡¿Pero que hice?!—Se quejo mientras se cubría.
—Eres un gran idiota—Golpeo repetitivamente con el pantalón como por 20 segundos, hasta que apoyo su cabeza en la pared y soltó un suspiro.—No lo pierdas por nada del mundo
—¿Por que dejaría que mi pantalón se pierda?
—Eres pendejo eso lo tengo claro