Narra Dean
Mi cuerpo aun duele por el largo viaje, han pasado cuatro días desde que llegué a mi antigua cuidad.
Hace tres días que no hablo con mi madre o con Clary, y eso me hace preguntarme que estarán haciendo. Si mi mamá estará horneado algún pastel... Si la niñata estará pensado en mi...
No puedo hablar mucho con ellas, debo ser discreto con lo que hago en esta ciudad. Muchas miradas me reconocen y me ven con asombro. Ha sido mucho en que no me han visto y deben preguntarse que hago aquí. La verdad es que yo también me lo pregunto.
Pero al recordar las lágrimas de mi mamá la duda se desvanece.
Estoy caminado a una vieja fabrica abandonada donde solía pasar el rato cuando no estaba con Jack o encerrado en mi cuarto. Pasaba largos ratos con unos chicos a los que consideraba mis amigos, pero amigos enserio, no como la basura que tenia con Jack, Marcos y los demás.
Recuerdo que armamos una pequeña banda, con dos chicos más y una chica. Yo tocaba el bajo y en ocasiones era vocalistas.
Veo la fábrica a los lejos y apresuro el paso. Sigue tal cual la recuerdo.
Cuando estoy frente a ella empujo suavemente la puerta.
Veo la luz encendida, los sillones gastados y una mesa con unas cervezas a medio tomar diciéndome que hubieron personas aquí hace no mucho.
Me dirijo a un viejo escenario donde hay varios instrumentos.
Y como si se confirmaran mis sospechas anteriores, escucho ruidos afuera. Tres voces para ser exactos y sonrió al reconocerlas a la perfección. Nunca podría olvidarlos, fueron lo único bueno que tuve en este lugar.
- Hey esta la puerta abierta- dice uno
- Idiota olvidaste cerrarla- habla una mujer
- Nop, yo la cerré- dice el chico anterior
Suena el crujir de la puerta, escucho sus pasos acercándose.
- ¿Y tú quién eres?
- ¿Que diablos haces aquí?
- Chico, este lugar ya está ocupado. Lárgate.
No me he volteado por lo que no me reconocen. Guardo silencio un momento antes de soltar una gran carcajada.
- ¿Así me dan la bienvenida?- digo girándome lentamente
Mis viejos amigos se ven confundidos, están muy quietos cerca de la mesa. La primera en reaccionar es la chica, Victoria.
- ¡Di!- grita y se me tira encima, yo la sostengo en mis brazos
Los chicos aún no dicen nada, pero luego se acercan felices.
- Viejo... No puedo creerlo...- es Matías quien aparta a Victoria y nos damos un abrazo corto con palmadas en la espalda
Por último, Oliver, quien prácticamente era un hermano para mi. Está en frente, viéndome como si aun no se lo creyera.
- Ha pasado un tiempo, ¿No, Oli?
- Tiempo... Que puto tiempo bro... Rayos...
Se acerca y nos fundimos en un abrazo. Los recuerdos con ellos me golpean, cada momento que pase a su lado fue genial, incluso en las malas.
Nos unimos en un abrazo grupal, Victoria llora un poco y nosotros la abrazamos todavía más.
Vamos a la mesa y tomamos asiento. De una bolsa sacan unas cervezas y comestibles para compartir mientras hablamos de todo y nada. Me preguntan de todo un poco y yo lo hago con ellos.
- ¿Por cuánto tiempo te quedaras?- pregunta Matías
- No lo se. Depende de como salgas unas cosas que debo arreglar.
- Dime que no viniste por él, Di.
Los chicos estaban al tanto de mis andanzas, pero respetaban mi espacio y se metían lo necesario. Yo tampoco quería involucrarlos.
Eran ellos los que curaban mis heridas luego de alguna pelea.
- Estas loco bro. Te vienes a meter a la boca del lobo.
- No eres la primera persona que me lo dice, pero es necesario Oli. Tengo que terminar con esto.
- ¿Qué piensas hacer, Di?
- Bueno aun recuerdo las reglas que tenía Jack. Me la cobraré con eso, aunque debo prepararme para pagar yo también.
Los chicos suspiran y cambiamos rápido de tema. No vamos a amargarnos por eso.
Sé que se preocupan por mi, me lo demuestran al ofrecerme su ayuda, cosa que niego totalmente. Debo minimizar daños, debo evitar que los que me rodean salgan heridos por las malas decisiones que tome cuando era más joven.
Al cabo de una hora, seguimos charlando animadamente lo que me causa algo de nostalgia.
Victoria se levanta y nosotros la miramos, camina hacia el viejo escenario.
- Tori, ¿Que haces?- le pregunto al ver que sostiene un bajo en sus manos
- ¿Qué dices, Di? Por los viejos tiempos- responde
Miro a los chicos y ellos sonríen antes de levantarse y ponerse en sus lugares con sus instrumentos.
- Vamos Dean, ¿O estas demasiado oxidado para recordar viejos tiempos?
Me río por las palabras de Matías. Me levanto y me saco mi cazadora dejándola sobre la silla en que estaba sentado.
- A pasado mucho tiempo, pero jamás lo olvidaría- tomo el bajo que sostiene Tori
En ese instante Clary pasa por mi mente, y en lo mucho que le gustaba escucharme cantar. En ocasiones cuando estábamos en aquel patio, me pedía que le cantara algo.
Se me ocurre una idea, quedará sorprendida al verme tocar ya que nunca le dije que lo hacia.
- Chicos, ¿Les molesta si nos grabo? Es para recordar y también quiero mandárselo a una persona.