Narra Dean
Miro otra vez, después de mucho, la vieja casa en las que pase horas y horas. Se lo que encontraré dentro o al menos lo supongo, dudo mucho que las cosas hayan cambiado en estos años.
Él siempre fue muy tradicional, no le gustaban los engaños y nos llamaba "familia, pero por eso mismo es que debo ser cauteloso. Puedo tomarlo a mi favor siempre y cuando no me sobrepase. Pero se que de aquí no saldré solo con un par de rasguños.
Camino, y con cada paso que doy recuerdos de esos tiempos aparecen. La vieja mesa sigue en el patio delantero, esa mesa donde solíamos hacer apuestas de quien robaba, golpeaba o se drogaba más rápido.
Cualquiera diría que es imposible que haya tenido ese pasado, pero no porque ellos no conozcan lo feo del mundo significa que todos tenemos buenas vidas. Si vives en un barrio es común que tengas cierto tipo de amigos, y si pasas más en las calles es lógico que ocupes tu tiempo con lo que se te presente.
Ahora miro la vida que tuve y me avergüenzo, ¿Como pude ser tan idiota?... me alegra que ya no sea así. No soporto ver a mi madre llorar y además, ahora tengo a más de una persona a la que quiero.
Es por ellas y por mi, por lo que hoy estoy aquí, enfrentando mi pasado.
No necesito tocar, llego y empujo la puerta que se abre con un molesto ruido. No ha cambiado mucho, es igual de grande y mugrosa. Sigo caminando, pasando frete a muchos que se drogan, otros se embriagan.
Hay demasiadas caras nuevas para mi gusto, a nadie le desearía esta vida. Los que me reconocen abren los ojos desmesuradamente y se levantan para seguirme el paso. Bajo la escalera para llegar a donde se que él estará. Ahora si reconozco muchas caras, son las personas con las que siempre me untaba, apostaba o salia a dar alguna paliza.
Lo veo en el centro como siempre le gustó, como si fuera el rey sentado en su asiento de honor, rodeado de sus perros falderos donde yo alguna vez estuve.
- ¡Pero miren quien volvió!
- Hola Jack.
- Bienvenido a casa, Black.
Una punzada de dolor me toma el pecho al oírlo, ciertamente antes lo pensaba así. Pero fue esto lo que jodió mi vida, por esto mi mamá lloraba cada noche en la habitación.
- Ya no es mi casa, Jack.
- Siempre lo será, aunque lo niegues.
- Acabemos con esto de una vez.
- ¿Por qué la prisa, Black? ¿ Acaso alguien te espera?- lo último lo dice con burla
- No te interesa, no tiene que ver contigo.
- Oh claro que tiene que ver conmigo, dos de mis chicos están interesados en una estúpida niña que ni siquiera conozco.
¿Dos? No comprendo hasta que veo entrar al sótano a Marcos con una maldita sonrisa burlesca, pasa por mi lado chocando mi hombro y se gana al lado de Jack, quien se cruza de piernas y unta sus manos mirándonos divertidos.
- Ella es interesante Jack, tiene una vida malditamente difícil pero tiene bonita sonrisa.
Mi enojo sube rápidamente al escucharlo.
- No te atrevas a acercarte a ella o...
- ¿O qué, Black?- interrumpe Jack- Marcos a cambiado mucho desde que te fuiste, se ha vuelto muy hábil. Creo que fácilmente estaría a la par tuya.
Mi cuerpo se tensa al escucharlo.
- ¿Quieres que pelee con él? Porque yo encantado- dice Marcos- Quizás me quede con la chica luego, en algo me servirá.
Mi cuerpo se tensa pero procuro que no se note, si lo ven va a ser peor.
- ¿Qué hay de las reglas? ¿Acaso ya no las sigues?- pregunto
- Las reglas siempre estarán- dice Jack- Con ellas vas a pagar por haberte ido, Black. Nadie se va, una vez dentro no sales y lo sabes. Es fácil, si ganas te ganas tu libertad, si es que sobrevives. Si pierdes, no solo volverás a trabajar conmigo, tu vida estará en mis manos. Puedo matarte cuando a mi se me de la maldita gana- su voz es segura, me hace preguntarme si podré salir de esta. Son muchos, se ven fuertes y aunque sé que no pueden atacar de más de dos a la vez porque es una de las reglas de Jack, no se si tenga tanta fuerza.
Asiento, no diré nada ya que solo seria malgastar palabras. Conozco de primera mano como entrena Jack a sus chicos, sé que no sera nada fácil y sé que lo que dice es verdad. Es todo o nada.
Se comienza a hacer un circulo a mi alrededor, muchas caras jóvenes están en primera fila mirando con admiración a los más grandes. Como me gustaría ayudarlos... se lo que es estar en esa situación. Por ordenes de Jack deben estar presentes, siempre ha sido asi,en alguna pelea interna los menores observan, aprendiendo de ellos.
- No se los voy a hacer fácil- les digo a los chicos que entran al círculos
- No te tenemos miedo, somos mucho mejores que tu.
Me rió por eso, lo que los molesta más. Mi animo cambia rápido aquí, sin fachadas y como en los viejos tiempos, solo así podre ganar.
-----------------------------------------
Horas después...
Ya casi no siendo dolor, tengo el cuerpo casi por completo dormido. Hay sangre por muchas partes, los espectadores esta serios, me miran y miran los cuerpos a mi alrededor.
Me mantengo de pie con dificultad, pero no permito que se den cuenta.
- Marcos, es tu turno- dice Jack