Narrador omnisciente
En una extraña situación se encontraban Clary y sus amigos. Tirados en el pasto cubiertos de hojas secas, pero claro, a ellos se les ocurría ponerse a jugar luego de haber barrido el patio de la escuela. Lo que comenzó con lanzarse unas pocas hojas termino siendo una guerra que dejo aun más desordenado el patio.
Lo que no pueden negar es que se divirtieron mucho, se agitaron tanto que terminaron cayendo agotados, uno al lado del otro.
- Las chicas son de temer- hablo Bruno
- Claro que no, ademas tu empezaste- dice Lina
- Tienen mucha energía y no les gusta perder... son aterradoras.
- Por esos comentarios nunca tendrás novia- habla Clary
- Bueno, siempre puedo conseguirme un pecho fuerte.
- ¡¿Eres gay?!- pregunto sorprendida Lina
Todos se sentaron mirándose unos a otros, expectantes a cualquier comentario.
- Me considero bisexual, nunca me ha atraído un chico pero no descarto la posibilidad. Aveces los encuentro lindos y eso pero no ha habido nadie que me interese.
- Woow...- dice Lina complemente sorprendida
- ¿Eso es un problema?
- Por supuesto que no, no por eso dejas de ser tu.
- Clary tiene razón Bruno, esta bien si prefieres un pecho duro y firme antes que unas bubis.
Bruno se relajo notablemente, nunca le había dicho a nadie sobre eso y el saber que las chicas lo apoyaban le alegraba. Era cierto que ningún chico le había gustado y a veces deseaba que apareciera alguien que le robara el aliento, que lo hiciera suspirar. Deseaba enamorarse.
Poco rato después, se despidió de las chicas para volver a su casa.
- Clary, ¿has sabido algo de Dean?
- No- responde la chica con un suspiro- He hablado con su madre, y dice que tampoco se ha contactado con ella.
- ¿Cuánto ha pasado ya? ¿Semanas?
- Se va a cumplir un mes dentro de poco.
- Ya volverá, no te preocupes.
- Es imposible no preocuparme, yo...
- Le quieres, lo se. Se nota a kilómetros- dice Lina sonriente- Me alegro que él haya llegado, ¿Sabes? Desde que lo conocemos tu eres más sincera con nosotros. Antes no podíamos saber que pensabas, siempre sonreías pero yo sabía que había algo que andaba mal. Nunca estabas triste pero siempre había algo en tus ojos que no lograba ocultar tu sonrisa... era muy frustrante. Sabía que tu sufrías mucho y no sabía como ayudarte...
- Lamento eso, es que nunca me gustó que me vieran así por eso nunca se los contaba. Con Dean fue diferente, él ni siquiera preguntó solo se metió en mi vida y descubrió las cosas. Y lo que dices de mis ojos...pues Dean siempre me dice lo mismo.
- Descuida, solo te digo que me alegra que las cosas hayan cambiado. Siento que nos hemos vuelto más cercanas, me alegra como estamos ahora.
- Lina no te pongas cursi. No me voy a poner a llorar frente a ti, eso ya sería mucho.
- Ay cállate- dice Lina apartando disimuladamente una lágrima- Vamos a casa, se hará tarde.
Ambas ya en pie comenzaron a caminar, abrazadas. Estaban a punto de salir del lugar cuando pasó Sara por su lado, ellas no la notaron pero no fue lo mismo para la otra chica. Vio como sus antiguas amigas se alejaban,felices y sin ella.
Distinto hubiera sido si no hubiera sido tan tonta, si no hubiera creído en mentiras.
Las chicas caminaron hasta llegar a la parte del camino en donde se tenían que separar.
- Llámame en un par de horas para que nos pongamos de acuerdo con el trabajo.
- Esta bien. Igual tengo que hablar con Nira sobre un receta para unas galletas, así que estaré pendiente del teléfono.
- Uuuyy... Si tiene que hablar con su suegra- Lina le pica una costilla a Clary mientras se burla de ella
Ríen un poco y se despiden de beso para irse cada quien por su lado, el sol aun brillaba en el cielo pero no emana calor de él, todo estaba extrañamente frió como prediciendo que algo malo sucedería. Clary ya casi llegaba a su casa, solo le faltaban algunos pasos.
Iba a sacar su llave para abrir la puerta, pero se dio cuenta de que no estaba asegurada, cosa extraña ya que ella siempre la dejaba con seguro. ¿Su padre? Imposible, nunca llegaba temprano.
Giró la perilla sin esperar un segundo más, alguien pudo advertirle de ello, pero aun así nada la hubiera preparado lo suficiente para ese momento, para encontrar su madre parada justo en el centro del salón de su casa.
Un horrible frío le recorrió el cuerpo y un silencio sepulcral envolvió la habitación mientras la mujer se giraba hacia la chica.
- Mamá...- solo eso pudo susurrar pero incluso con eso le dolió el pecho y sus piernas comenzaron a temblar
- Hola Claryssa, ¿Cómo estás hija?- la mujer hablo tan calmada que Clary estaba muy confundida
- ¿Qué haces aquí, mamá?
- Esta es mi casa, ¿Por qué no habría de estar aquí?
- Pero.. yo pensé... que papá...
- ¿Qué no saldría nunca de ese maldito lugar? Tu padre cometió un error al meterme ahí yo estoy bien, solo necesitaba estar en casa por eso me he salido. ¿Donde está ahora?