Residentes del universo Rómgednar

Deidad única y suprema

Deidad regente sobre la creación absoluta de la existencia; padre de las bondades y las maldades superiores que gobierna cada universo existente.

Deidades superiores

Kijuxe, Guírn o Húnem {Júnem}

(Periodo Xigm)

Dios de la bondad y alegría.

Tevfocpu o Madogis

(Época de la formación)

Dios de la maldad y el sufrimiento.

Ÿékactec {Illékatec}

(Época del nuevo comienzo)

Dios de la naturaleza

Deidades primordiales

Ócneims o Voucs

(Periodo Xigm)

Son los primeros doce dioses y diosas que llegaron al planeta abandonado, que después será conocido con el nombre de Nusueri; al arribar el dios Ÿékactec, cinco deidades desaparecieron.

Actualmente, solo quedan siete voucs viviendo en Nusueri; ellos son: Kéduc, Neultak, Quermu, Ítvicep, Déop, Wíegmr (Wígmer) y Úfyed.

Entidades inferiores

Qumksos

(Período de la devastación)

Seres compuestos únicamente de tierra común y corriente, junto con polvo rupmohe; aunque, hay ocasiones que las esencias de los ótbermins están tan contaminadas con energía rupmohe, que pasan a ser qumksos. Más adelante se explica con más detalle este punto.

Durante el periodo de la manifestación, Tevfocpu los mejora en gran manera, agregando dos metales que él mismo ha creado.

Cilnlumoíts

(Período de la devastación)

En un principio, Madogis convirtió a muchos ótbermins en sus guerreros por la fuerza. Soldados favoritos de Tevfocpu; más poderosos y resistentes que los qumksos, gracias a las escamas que recubren toda su piel color violeta oscuro.

Al igual que Madogis, tienen cadenas rupmohe escondidas bajo la piel de los brazos; la cantidad de cadenas rupmohe, depende del grado del cilnlumoit.

Las apariencias físicas de los qumksos y cilnlumoíts, son infinitamente variadas; las tantas  que pueda concebir la imaginación humana terrestre.

Éphimits {Énfimits}

(Período Xigm)

Sirvientes a tiempo completo e hijos directos del dios Kijuxe.

En el periodo de la gran confrontación, se revela que son los segundos guerreros más poderosos del planeta Nusueri.

Tísegops

(Período Xigm)

Habitantes de la ciudad Siopu Dimítvoem, hogar de Húnem. Son los segundos hijos directos del dios luminoso; hermanos de los éphimits.

Tiempo después, Tevfocpu descubre que los tísegops son los guerreros más poderosos del planeta Nusueri.

Tanto tísegops y éphimits tienen apariencia física de seres humanos (de ambos sexos y todas las edades), con la peculiaridad de que tienen los ojos en blanco: sin pupilas ni iris.

Las entidades inferiores residen en cualquier planeta del universo Rómgednar. Sus creadores les han dado el permiso de hacerlo; siempre y cuando no intervengan en la vida cotidiana de los habitantes comunes. Compartiendo una característica especial, los cuatro tipos de entes pueden hacer aparecer alas en su espalda; aunque en realidad no las necesitan. Pueden levitar a diferentes alturas y velocidades. Son invisibles a la vista y oídos de los habitantes mortales.

Seres intermediarios

Yútvefis

(Época de la gran confrontación)

En los primeros meses, poco después de que los ótbermins descubrieran las artimañas de los cilnlumoíts para engañarlos, varios útbermins se dan cuenta de que necesitan reforzar su fe en Kijuxe para poder enfrentar a las amenazas presentes; son guiados por un sujeto en particular, cuyo nombre es Salet; que significa “Mí señor es Húnem”.

Salet y sus discípulos alaban a Kijuxe, meditan y oran largas horas, pidiendo suficiente sabiduría para escuchar a su dios y seguir fieles a “Las leyes de Nusueri”; ayunan por muchas semanas, dejando la comodidad de la vida “moderna”; mudándose a lugares alejados de cualquier distracción. Diez años en soledad, tardan en alcanzar el “Wepmoss” (Güepmos): estado de relajamiento mental y espiritual, logrando separar la esencia de la armadura de carne y huesos, terminando con la fusión de ambos elementos. El corazón y el cerebro son ocupados por la esencia misma del ótbermin, dejando el plano extrasensorial y llegando al plano físico. Exteriormente, no sufren ningún cambio visible; solamente si sufren alguna cortada profunda, aparecerá su sangre azul luminosa.