Aparición del dios Ÿékactec {Illékatec}

Antes de que apareciera este dios, ocurrieron dos hechos importantes en donde nacieron dos tipos de razas especiales.

Aptivs

(Época del nuevo comienzo)

Es el año 1980 (E. N. C.) en el continente Jedram, ubicado en el planeta Sepnaru.

Hay una pequeña comunidad humilde que vive junto a una selva tropical, distante a los ajetreos diarios de las urbes de concreto y acero; ótbermins y faipfems diversos son los integrantes de la comunidad. La ciudad cercana, Ñondú, está creciendo rápidamente; aumentando la amenaza hacía la selva Xilact; hogar del pequeño pueblo antes mencionado.

Un día, un grupo de lugareños descubre a una empresa constructora empezar a trabajar en la zona Gitvi de la arboleda, a escasos kilómetros de sus viviendas. Muy enojados, los líderes de la comunidad investigan el asunto, descubriendo que una cadena de hoteles lujosos planea abrir un nuevo resort en la zona, que de por sí son santuarios protegidos. Tratan de parar las obras por la vía legal, pero no pueden hacer absolutamente nada en contra de un monopolio billonario. Lo siguiente son manifestaciones, en el centro de la ciudad y en frente del edificio de gobierno; e inclusive, los pocos que se quedaron en el pueblo, realizan sabotajes nocturnos.

El dueño de la cadena hotelera no soporta estas situaciones, a pesar de que la construcción del resort Xilact avanza favorablemente. En un intento por inaugurar el complejo lo más rápido posible, soborna a la policía local para retirar por la fuerza a los manifestantes y hacerlos regresar a su comunidad. Una vez que todos han regresado a sus viviendas, en esa misma noche un ejército encapuchado llega al lugar, allanando todas las viviendas y sacando a todos por igual, obligándolos a subir a diferentes autobuses; en medio del secuestro nocturno, varios habitantes logran escapar e internarse en Xilact; pero solamente son faipfems femeninas o átbermins.

Bastante lejos, las afortunadas habitantes se detienen unos momentos a tomar aire; no saben qué hacer y están asustadas. Recordando las viejas historias de sus bisabuelos, empiezan a pedir ayuda a los espíritus de la selva.

«Puede ser que los cuentos no sean tan falsos», es lo que piensan ellas.

=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+

Al mismo tiempo, en el planeta Nusueri, Kijuxe y los voucs miran atentos el suceso; Húnem ya estaba por intervenir, pero Tevfocpu le recuerda que no puede. Sin nada más que hacer o decir, él y los dioses menores regresan a las rutinas diarias. Ÿéltniz y Ékmiar quieren ver cómo termina esta historia, así que se quedan atrás; segundos después, y creyendo que ninguno de los dioses supremos las observan, bajan al astro Sepnaru, justo al lugar donde está el grupo de mujeres.

=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+

Entre súplicas, las átbermins y faipfems son cegadas un instante por dos luces diferentes: una gris y la otra color salmón. Alegres de que hayan respondido a sus plegarias, las madres, hermanas e hijas les piden ayuda a los espíritus, descubriendo al final que son deidades femeninas.

Las hermanas voucs lo piensan por unos segundos, ocurriéndoseles la misma solución al mismo tiempo; usando sus energías, les otorgan a todas las presentes habilidades especiales.

=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+

En otra orilla de la selva, los extraños encapuchados de antes han llevado a toda la comunidad ahí; les ordenan bajar de los vehículos y acomodarse en un lugar. Unos cuantos intentan escapar, pero son asesinados fríamente. Ya estaban a punto de ejecutarlos a todos, cuando fuerzas sobrenaturales llegan al rescate. Bestias salvajes de cinco metros y medio de alto atacan a los soldados desconocidos; les ayudan los animales y aves que viven en Xilact. Tomados por sorpresa, el grupo armado huye. Solo dos logran hacerlo.

Los rescatados no pueden creer lo que están viendo; más cuando sus esposas, hermanas e hijas que habían desaparecido salen de entre la selva; de regreso en la comunidad, después del velorio de los que murieron, ellas les explican qué pasó.

=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+=+

Los dos policías encapuchados sobrevivientes que regresan a la jefatura relatan lo sucedido, pero son tomados por locos y miedosos.

La construcción del resort no se detiene, hasta que empiezan a ocurrir sucesos extraños. Inexplicablemente, las raíces de los árboles cercanos crecen aceleradamente en la noche, extendiéndose hasta las maquinarias pesadas o vehículos cercanos, dejándolos inservibles; han llegado hasta el mismo motor, destrozándolo completamente. Tratando de solucionar el problema, varios obreros son cambiados al turno nocturno, para evitar que el mismo suceso se repita.

En la primera noche, los empleados observan como las raíces crecen y se mueven, igual que una serpiente; a pesar de la sorpresa y un poco de miedo, cortan las raíces con hachas más que nada, hasta que las mismas empiezan a retroceder a su lugar de origen.

A la mañana siguiente, durante la jornada laboral, una gran bandada de pájaros invade la construcción, estorbándoles a los trabajadores todo el día; los animales salvajes se han acercado a la orilla, atacando a todo aquél que se aproxime. El capataz le informa estos hechos a su jefe, pidiendo instrucciones; por suerte hay escopetas guardadas, solo tenían que esperar la autorización para utilizarlas. Con unas cuantas molestias eliminadas y la mayoría ahuyentadas, los trabajos se reanudan.