«...Las estrellas son hermosas, pero no pueden participar activamente en nada, tienen que limitarse a observar eternamente. Es un castigo que les fue impuesto por algo que hicieron hace tanto tiempo que ninguna estrella se acuerda ya de lo que fue...»
Repito aquellas líneas por lo que parece la milésima vez desde que tengo memoria y no se como sentirme con el hecho de que cada una de esas veces me identifico un poco más con aquellas palabras que a simple vista se leen tan insignificantes, como si el autor las hubiese escrito con el único propósito de embellecer un poco la lectura, pero que si las lees desde cierto punto de vista son líneas tan hermosas y poéticas...
Quizá solo estoy exagerando un poco, como suelo hacer siempre que pienso demasiado, pero en este momento me siento como una de esas estrellas que J.M. Barrie describe. Algo hermoso que todos pueden ver y que todos saben que está ahí pero que en realidad no afectaría en nada si desapareciera... algo qué simplemente debe limitarse a existir.
Siento que mi vida pasa ante mis ojos, que cada día es lo mismo y que tengo que limitarme a seguir el plan que se me ha impuesto sin hacer más que mirar y sonreír, porque es eso lo que se espera de mí ¿no?.
—Juro que casi escucho los pensamientos que rondan en tu cabeza — Me dice Kian parándose junto a mi
—No te creo. —digo, y él me mira divertido
—Tienes razón, es imposible saber lo que piensas pero apuesto a que es algo como «¿Por qué tengo un hermano tan atractivo?» —Suelto una carcajada cubriendo mi boca con mi mano para amortiguar el sonido
—Definitivamente no pensaba eso. —Me ofrece su brazo con una mueca coqueta en el rostro.
—Baila conmigo. —Acepto su brazo y me dejo llevar en dirección a la pista.
—¿Te diviertes?. —Le pregunto, buscando conversar un poco, de otro modo me voy a volver a sumir en mis pensamientos y es lo qué menos quiero.
—La verdad es que todo esto me aburre. —Pone sus manos en mi cintura y yo pongo las mías sobre sus hombros mientras nos movemos al suave ritmo de Dream a little dream of me de Doris Day. —Desde que vivo en Estados Unidos de la manera que a mi me place, me he dado cuenta de lo vacío y superficial que es todo esto. —Me hace girar. —Millonarios presumiendo de lo mucho que tienen, de sus esposas trofeo y sus hijos súper exitosos que están por ir a la universidad… —suspira —de no ser porque padre me obligo a venir, estaría en casa jugando algún videojuego o con mis amigos de la universidad. —Vuelvo a girar
—Es el baile anual de la empresa de papá, era lógico que nos pidiera venir a todos. —Ríe ligeramente
—No lo pidió Blair, lo exigió y hay una diferencia en ello. —Me aparto de él sin soltar su mano y le rodeo antes de inclinarme y hacer una venia —Ven, vamos a caminar.
Le permito guiarme fuera del salón, aunque le lanzo una mirada a nuestros padres para asegurarme de que no estén molestos con nosotros por salir, y cuando los veo hablando con algunos de los socios se que no van a percatarse de nuestra ausencia.
—¿Que opinas del compromiso con Carter? —Dejo salir una bocanada de aire
—La verdad es que ya suponía que madre estaba preparando algo así y aunque aún no es oficial, si siento que debería tener la opción de elegir a la persona con quien pasaré el resto de mi vida ¿no crees?— Nos detenemos frente a unas puertas de madera que Kian abre antes de empujarme dentro.
Es un pequeño balcón con una hermosa vista en dirección al jardín trasero de la casa.
—¿Sabes? Eres demasiado romántica para tu propio bien, B. —Me siento junto a él y apoyó la barbilla en el muro de ladrillo —Los matrimonios hoy en día no duran para toda la vida y esto es un acuerdo de negocios, en cuanto nuestros padres y los de Carter tengan lo que quieren se pueden separar y cada uno seguir con su vida como mejor le plazca. —Sonrió ligeramente
—Se que eso te funciono a ti, Ky, pero yo no soy Diana y Dean no es tu. —Suelto un suspiro y me muerdo el labio antes de tomar un mechón de mi cabello —Yo no quiero un matrimonio de algunos meses con un amigo de la familia, simplemente no me quiero casar con alguien por dinero o porque es lo más conveniente para nuestros padres. —Me encojo de hombros —Cuando yo me case quiero que sea con un hombre del que este profundamente enamorada, alguien que me ame y con quien vea un futuro, unos hijos y una vida feliz, no una conveniente, aunque sea lo que nuestros padres quieren.
—Entonces creo que tendrás que enamorarte de Carter, porque ayer escuché que madre quiere hacer tu compromiso oficial en cuanto salgas de la escuela. —Vuelvo la vista en su dirección
—¿Tan pronto? Creía que iban a esperar a que entrara a Oxford.
La verdad es que lo esperaba, no quería tener que entrar a la universidad comprometida y mucho menos casada, como le pasó a Kian.
—Eso escuché. —Niego con la cabeza y vuelvo mi vista en dirección al jardín, donde hay una pareja que pasea de la mano entre las flores, en dirección a la fuente.
—Solo me gustaria saber que se siente estar enamorada. —Susurro, cuando él la abraza por la cintura metiendo su rostro en el abundante cabello castaño de ella. —Saber si es verdad que el mundo se puede detener solo con estar cerca a esa persona especial, saber si es verdad que una caricia y un abrazo pueden hacer que tu corazón se acelere... Estoy cansada de imaginar cómo se siente ser besada por alguien que me robe el aliento y me tenga durante horas pensando en él, que me haga temblar las rodillas y... Yo solo quiero saber que se siente amar a alguien, Kian ¿esta mal? —Vuelvo a mirar a mi hermano, que me devuelve una mirada sorprendida
—No, para nada esta mal, es solo que encontrar a alguien que te haga sentir eso es demasiado complicado, B —señala la pareja que ahora están sentados en el borde de la fuente hablando —y la mayoría de las veces termina mal, y te puedo asegurar que terminaras llorando. —Sonrió de nuevo
—No me importa, si puedo experimentar algo tan hermoso como amar a alguien que me ame de la misma manera, no me importa terminar lastimada. —La chica le salpica agua y entonces empiezan a correr alrededor de la fuente en medio de risas que Kian y yo podemos escuchar claramente, a pesar de la música proveniente del salón a pocos metros de nosotros.
—Eso lo dices porque nadie te ha roto el corazón. —Suelto una suave risa antes de ponerme de pie, apartando la mirada de la pareja.
—Tienes razón, supongo que no se mucho del tema ¿verdad? —Se levanta y vuelve a ofrecerme su brazo
—Mejor volvamos a ese aburrido baile y finjamos que nos divertimos, que de eso si sabemos demasiado. - Suelto una suave risa y me inclino para plantar un beso en su mejilla
—Te extrañé, Ky. —Le susurro
—Y yo a ti, B.
***
—Estoy cansada, me voy a la cama si no les importa. —Es lo primero que sale de la boca de Alejandra cuando entramos en la casa
—Yo tambien estoy agotada, disculpen. —Hago un gesto de cortesía a mis padres y sigo a Alejandra por las escaleras con las voces de mi padre y Kian discutiendo mientras se dirigen a la sala de estar.