—¿Segura que no quieres quedarte? Puedo llamar a tu casa y darles el aviso de que pasaras aquí la noche. —Me ofrece la señora Payne mientras me sirve una taza de té.
—No quiero ser una molestia. —Le obsequio una pequeña sonrisa antes de llevar la taza humeante a mis labios.
—No lo eres querida, para nosotros es un placer tenerte en casa. —Pone frente a mi un plato con galletas caseras.
Tomó una y no puedo evitar el gemido que se me escapa con el primer mordisco, estas galletas son, literalmente, lo mas delicioso del planeta. La señora Payne hace las galletas de chocolate mas deliciosas y crocantes que jamas he probado.
—Mira, aun no es muy tarde así que puedo llamar a tu madre y convencerla de permitirte quedarte si lo quieres. —Bebo un sorbo de té y le doy una mordida a la galleta antes de responder.
—Esta bien, si mi madre accede, me quedó. —Me sonrie antes de acercarse a su teléfono, que esta cargando junto a la tostadora.
—Gracias por traer a Cassandra a casa, se que puede ser difícil cuando bebe una gota de alcohol. —Me dice marcando en su móvil
—No es nada, Cassie es mi amiga. —Me límite a responder.
La escucho hablar por un largo rato con mi mamá mientras me bebo el té y como un par mas de galletas, luego le envió un texto a mi hermano preguntandole como esta y cuando me responde, me dice que esta recogiendo a papá en el aeropuerto para ir a cenar.
—Cariño, si quieres puedes ir a tu habitación, tu madre esta de acuerdo en que pases aquí la noche siempre y cuando pases mañana temprano a tu casa. —Le agradezco a la señora Payne y en cuanto termino con el bowl de galletas me despido de ella y subo a la habitación que tienen asignada para mi cuando paso la noche aquí.
***
—Buenos días querida. —Me saluda la señora Payne en cuanto entro a la cocina.
—Buenos días. —Le sonrió amablemente antes de acercarme al fregadero para volver a llenar mi botella de agua.
—Sigue sorprendiendome la enorme disciplina que tienes, —Le miro mientras bate algo blanco dentro de un tazón plateado. —saliste anoche a una fiesta y aun así te levantaste a las cinco de la mañana para hacer deporte ¡Seria magnífico que Cassandra fuera la mitad de deportiva que tu! —Doy un largo trago a la botella. —No se como conserva la figura con lo mucho que come y lo poco que se ejercita.
—Mi madre siempre ha sido muy estricta conmigo en ese sentido.
Vuelvo a beber, estoy sedienta después de correr durante casi dos horas alrededor del parque. Las piernas me tiemblan ligetamente y siento el tan conocido dolor en los musculos cada vez que me muevo.
—Tu madre es demasiado estricta, no le vendria mal relajarse de vez en cuando. —Bromea ella antes de poner él tazón sobre la encimera e inclinarse para sacar algo de uno de los cajones mas altos. —No me alcanzó a imaginar la tremenda presión que pone sobre vuestros hombros, es demasiado perfeccionista.
Empiezo a estirar mientras me habla, si estuviera en casa y fuera mi madre quien esta en la cocina, seguramente me llevaba una buena reprimenda por esto, pero es la señora Payne y se que a ella no le molesta.
—Solo quiere asegurarse de que tengamos un buen futuro. —Se ríe volviendo a mezclar.
—Yo me aseguró que Cassandra twnga un futuro, tu madre es una controladora obcesiva. —Vuelve a poner el bowl sobre la encimera y saca un recipiente de vidrio. —Supongo que cada quien sabra como criar a sus hijos ¿no?
—Supongo. —La tetera suena y ella sirve un poco en un vaso
—¿Quieres té?
—No, gracias. —Termino de estirar —Voy a darme un baño y si no le molesta, me gustaria que después alguien me llevará a mi casa.
—Claro, despues de asegurarme de que comas algo le pediré a uno de los choferes que te lleve ¿Te parece?
—Gracias señora Payne.
Lleno la tina con agua caliente y le agrego un par de fragancias que me hipnotizan desde el segundo en que llegan a mi nariz. Me tomo mi tiempo para disfrutar de la sensacion del agua en mi piel y lo relajante de la musica de mi móvil hasta que el agua empieza a enfriarse y mis dedos se arrugan como frutas deshidratadas recordandome que es momento de salir.
Me envuelvo en una de las batas blancas y suelto mi cabello antes de volver a la habitación, elijo uno de los bonitos vestidos de flores, que al ponermelo descubro que deja al descubierto mis hombros de una manera realmente delicada y me cubre hasta dos dedos arriba de la rodilla.
Peino mi cabello hacia el lado derecho y lodejo lacio antes de ponerme unas bailarinas blancas y un poco de maquillaje. Luego reviso mi aspecto en el espejo, es natural y agradable aunque algo veraniego para estar en medio de la primavera.
Me planteo ponerme un abrigo pero lo descarto de inmediato, me gusta demadiado el vestido para cubrirlo y el dia no parece estar tan fresco para necesitar un abrigo.
Al sentarme en la isla de la cocina, la señora Payne me pone en frente un tazón de quinoa en leche con algunos trozitos de almendra y unas cuantas blueberries y cerezas deshidratadas.
—Tu favorito. —Me sonrie antes de abrir el horno y sacar lo que parece ser crisp de manzana
—Gracias, no tenia que hacerlo.